Policiales

Tres de cada 10 jóvenes tomaron alucinógenos alguna vez

El 28,5 por ciento de los universitarios argentinos de entre 18 y 30 años, consultados para una investigación realizada en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), tomaron alucinógenos (éxtasis, LSD u hongos) al menos una vez en la vida. El 40 por ciento de los varones probaron la dietilamida de ácido lisérgico (LSD). Y un 22 por ciento, éxtasis, con un fuerte desequilibrio de género: 28 por ciento de los varones y nueve por ciento de las chicas tuvieron al menos una experiencia con estas pastillas.

En tanto, el 19,9 por ciento de los encuestados admitieron haber consumido estimulantes (cocaína, pasta base o anfetaminas) alguna vez.

Los datos surgen del estudio “Perfiles de consumo de sustancias y contextos recreativos en estudiantes universitarios argentinos”, realizado por los investigadores y los psicólogos cordobeses Angelina Pilatti, Gabriela Rivarola Montejano, Yanina Michelini y Ricardo Marcos Pautassi, y por el español Fermín Fernández Calderón. Fue publicado en la revista científica especializada Health and Addictions.

El trabajo revela que los policonsumidores (alcohol, marihuana y alucinógenos, y también pueden consumir tabaco o estimulantes) asistieron con mayor frecuencia a festivales de música (raves, electrónica o rock) que los jóvenes que consumen tabaco, alcohol y marihuana (clasificados en la investigación como TAM). Los TAM, a su vez, concurrieron significativamente más veces a ese tipo de eventos recreativos que aquellos que sólo beben alcohol.

Es decir que los estudiantes clasificados como TAM y policonsumidores asistieron a muchos más conciertos, fiestas de cuarteto-peña y a previas o a fiestas domiciliarias que los bebedores.

Esto no quiere decir que quienes concurren a este tipo de eventos sean consumidores, sino que los policonsumidores prefieren esta clase de fiestas.

El estudio caracterizó el consumo de sustancias de una muestra de 382 universitarios argentinos, que respondieron una encuesta a través de redes sociales y de correos electrónicos, con foco en la detección de perfiles con patrones de policonsumo, y su relación con la frecuencia de participación en diferentes contextos recreativos.

El análisis identificó perfiles de consumidores, en función de cinco indicadores de prevalencia de consumo de sustancias, ya sea legales (alcohol, tabaco) o ilegales (marihuana, estimulantes, alucinógenos). La selección de sustancias se realizó teniendo en cuenta las categorías de mayor consumo, para el rango etario estudiado, reportadas en estudios nacionales previos, como los de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).

Además, se observó si exhibían diferencias notables en la participación en cinco contextos recreativos típicos de Argentina: festivales de música (raves, electrónica o rock), festivales de música regional o local (peñas y cuarteto), fiestas en casa y en previas, boliches o discotecas, y recitales.

Como resultado, se observa que casi todos consumieron alcohol alguna vez (99 por ciento), el 76,7 por ciento fumó tabaco y el 71,1 por ciento, marihuana. El 40 por ciento consumió tabaco o marihuana el mes previo a la consulta.

Respecto del resto de las sustancias, los alucinógenos –principalmente LSD– son los más utilizados, seguido por el consumo de estimulantes –en especial, cocaína– y por los depresores (tranquilizantes sin receta médica, principalmente).

Más del 40 por ciento de los hombres encuestados reportaron haber consumido LSD alguna vez. El consumo de pasta base y de heroína fue muy bajo (menor al uno por ciento) y el de hongos alcanzó cinco por ciento alguna vez en la vida, pero fue muy bajo y nulo para el último año y el último mes antes de la encuesta.

Por otra parte, mientras el consumo de alcohol y de tabaco es similar en hombres y en mujeres, los varones utilizan más el resto de las sustancias, a excepción del uso de tranquilizantes. En definitiva, los hombres consumieron más marihuana, cocaína, anfetaminas y éxtasis que las mujeres.

En el estudio, el 42,7 por ciento de los participantes eran consumidores de tabaco, de alcohol y de marihuana (TAM).

El 33 por ciento de la muestra se ubicó en la clase bebedores y el 24 por ciento de los encuestados eran policonsumidores.

Fiestas electrónicas

Según el estudio, los policonsumidores asistieron con mayor frecuencia a festivales de música (raves, electrónica o rock) que los de la clase TAM, que –a su vez– concurrieron más veces que los de la clase bebedores.

“Estos resultados describen (…) una asociación entre frecuencia de asistencia a contextos recreativos y consumo de sustancias, y la asistencia a mayor cantidad de tipo de contextos está asociada a perfiles de consumo de mayor riesgo”, indica el estudio.

Agrega: “Si bien sólo podemos especular, es probable que exista una relación entre la asistencia a contextos recreativos específicos, como los festivales de música, que funcionan como un factor permisivo para el consumo de alucinógenos o estimulantes”.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior