Economía

Cepo importador: crecen las restricciones y se complica la operatoria de la industria cordobesa

Desde el inicio del sistema Sira, más de la mitad de las importaciones fueron observadas por haber pasado a licencias no automáticas o por el giro de divisas. A la problemática de las automotrices, se suman cada vez más sectores Pyme. El caso de la industria de la bicicleta.


¿Cuántas industrias tienen trabadas las importaciones?

–Todas. Esto es querer trabajar y no poder.

A la pregunta la responde así el presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Marcelo Uribarren, quien este lunes traspasará el cargo a las nuevas autoridades de la entidad.

El comercio internacional, específicamente las importaciones, está completamente trabado desde que se puso en marcha el ahora llamado Sira, un nuevo mecanismo estatal para administrarlas en el marco de la escasez de divisas. El circuito de trabas se terminó de cerrar al prohibir el Banco Central el pago anticipado al exterior.

Las más complicadas, aunque prefieren no reconocerlo abiertamente por el trato directo que mantienen con los funcionarios del Gobierno nacional, son las grandes compañías. Las terminales automotrices cordobesas, por ejemplo, atraviesan un desgastante día a día.

En el cordón automotriz cordobés existen versiones de todo tipo. La más extrema: una terminal habría tenido en su puerta 150 camiones sin poder bajar los insumos importados a la planta porque las Sira no le salían aprobadas en el sistema o los pagos no podían efectuarse.

Arranques y paradas cada vez más caóticos impactan en los niveles de producción cuyos números de octubre se verán la semana próxima con los datos de Adefa. Ahí no habrá cómo disimular.

En la industria de electrodomésticos, faltan elementos para terminar de armar los motores eléctricos que van, por ejemplo, en lavarropas. Y en sectores estratégicos, como el energético, están parado el ingreso de grandes equipos, afirman los despachantes.

Pero a las Pyme, con menos espalda y paciencia, las problemáticas las sacude y amenaza con detenerlas por completo en plazos que van de una semana a un mes, según el caso, el insumo y sobre todo el stock que tengan.

“Tenemos problemas muy serios para conseguir repuestos adecuados en las máquinas que no son de origen nacional, costos altísimos cuando uno consigue algo, y una restricción enorme (de insumos) que no solo le cabe a Fiat sino a todos con lo cual trabajamos muy por debajo de lo que podríamos”, subraya Uribarren, al redondear el panorama.

En las comunidades pequeñas, donde las relaciones son más cercanas, este cuadro se visualiza con más fuerza que en los grandes conglomerados industriales. La semana pasada, la Cámara de Comercio Exterior de San Francisco y la Región expresó su “profunda preocupación” a raíz de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno nacional, contenidas en la resolución 5271/22 y la comunicación del BCRA 7622.

Acompañada por la Asociación de Industriales Metalúrgicos, la Municipalidad de San Francisco y el Parque Industrial local, es una de las pocas cámaras que lo dice abiertamente. La resolución puso en marcha el Sistema de Importaciones de la República Argentina (Sira) y la decisión de la autoridad monetaria terminó con los pagos anticipados y ya es difícil girar divisas al exterior bajo cualquier formato.

DATOS DUROS

Según un informe de la consultora HLF que circulaba en la Unión Industrial Argentina (UIA), hasta el jueves casi el 52% de las Sira presentadas fueron observadas y quedaron trabadas, sólo el 15% tuvieron luz verde, un 28% está en la dulce espera y el 5% fueron anuladas por el mismo importador.

De las aprobadas, dos tercios corresponden a mercadería con licencia automática, es decir, estratégicas por motivos de salud o alimentarios, aun cuando este sector también encuentra múltiples problemas, por ejemplo, en insumos para chacinados y envases.

Otro dato, de las Sira autorizadas, al 93% se les dispusieron plazos de pago muy diferentes a los solicitados por el importador.

Y, aquí viene lo más alarmante, el 61% de los pagos fue “pateado” para plazos que van de los 121 a los 210 días, con una concentración de 30% en 181 a 210 días. “¿Quién te va a querer vender así”, se preguntó un empresario de la industria plástica de Córdoba.

Siempre según el trabajo de HLF, el 43% de las Sira aprobadas corresponde a montos que van de los 10 mil a los 50 mil dólares FOB. Casi el 25% está por debajo de los 10 mil dólares y el 20% entre 50 mil y 100 mil. El resto son las grandes cifras.

Otro elemento, de las solicitudes observadas, el 60% de ellas está en manos de la Secretaría de Comercio y responde al cambio de 2.700 referencias de automáticas a no automáticas, y el 40% son objetadas por la Afip o el Central.

CASOS EN LAS PYME

“Sobre 22 Sira oficializadas, hoy solo tenemos 3 aprobadas pero con plazos de pago al exterior arbitrarios que no contemplan las condiciones de facturación del proveedor. En dos de ellas se autorizan los pagos para abril o mayo, cuando el plazo es de 90 días y la tercera a fines de mayo con vencimiento al 20 de enero de 2023″, relató el ejecutivo de una fábrica de packaging para alimentos.

Como sector, los fabricantes de bicicletas de Córdoba, que preparan sus ventas de cara a la temporada principal, son de los primeros en poner el grito en el cielo por las restricciones. “Hay materia prima parada en zona franca que queremos nacionalizar, pero no aprueban las Sira. No hay ninguna posibilidad de retirar mercadería”, reconoció Enrique Españon, de Enrique.

El fabricante dice que la Pyme, donde trabajan 51 personas, tiene stock de determinados elementos para una semana. “Si no puedo sacar la mercadería, tengo que parar. Son insumos ya pagados a los proveedores. Si tengo pedales pero no asientos, o si tengo cadenas pero no frenos, no puedo terminar el producto”, señala.

“Estamos preparando mercadería para fin de año, tenemos licitaciones ganadas y si no entregamos nos empiezan a correr multas, o sea, se desencadena otra serie de problemas y no tenemos ingresos ni nosotros, ni la zona franca, ni el despachante ni el fisco que se pierde todos los impuestos”, graficó.

CÓMO SIGUE LA PELÍCULA

También Carlos Karabitian, de la fábrica Venzo, admitió la problemática. “Tenemos mercadería embarcada, pero no podemos mandar los pagos porque no aprueban las SIRA, y después tenemos un gran signo de interrogación acerca de qué va a pasar con los pagos futuros”, comentó.

El empresario hizo notar que la fábrica cuenta con la capacidad económica (CEF) que demanda el Banco Central para el giro de divisas. “Desde el 17 de octubre, no me han aprobado ninguna, pero también si salieran, no sabemos cuándo las podríamos pagar porque el sistema fija la fecha de pago”. Explicarle al proveedor es cada vez más complejo.

En este caso, la Pyme tiene 95 empleados y cuenta con stock para unas semanas. “Pero eso es totalmente aleatorio porque con que falte un solo artículo, no se puede entregar la mercadería al cliente”, recalca Karabitian.

La mayor parte de los reclamos, terminan en el despacho del subsecretario de Política y Gestión Comercial, Germán Cervantes, quien es el que arma el cronograma de los pagos al exterior con la frazada ultra corta de las reservas disponibles y para cuatro categorías diferentes de empresas.

Para la semana próxima, la industria metalúrgica nucleada en Adimra prevé una reunión con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, con la esperanza de obtener alguna certeza, otro bien escaso, como los dólares.