Economía

Sin subsidios, la luz de Epec llega con 100% de aumento a comercios y Pymes

La Nación aumentó el costo de la energía y retiró totalmente la ayuda estatal para el segmento de comercio y servicios, gobierno y alumbrado público. En días, llegarán las boletas con lecturas de febrero y se notará el impacto.


Desde el 1° de febrero y, en principio, sólo hasta abril, los hogares residenciales conocidos como N2 y N3 serán los únicos subsidiados del sistema energético. Todos los demás, residenciales (N1), comerciales, industrias y alumbrado público tendrán aumentos superiores al 100%.

Las subas se explican por dos razones. Por un lado, la energía aumentó. El precio estabilizado de la energía que programa Cammesa para el Mercado Eléctrico Mayorista subió en febrero el 125%. Así, el MW que estaba en $ 20.466 hasta el 31 de enero, pasó (para todo el país) a $ 46.018. Además, el precio de referencia de la potencia aumentó de $ 80 mil a $ 2.682.088 mW/mes.

Por otro lado, la Secretaría de Energía bajó a cero todos los subsidios de los que gozaba aún el sector comercial y de servicios, conocido como T2, el segmento de organismos de gobierno, educación, salud y alumbrado público. Entonces, desde febrero, empezarán a pagar el precio pleno de algo que está más caro.

AUMENTOS EN NÚMEROS

Hay registrados en la provincia 101.098 comercios y pequeñas industrias que tienen una demanda que va de 300 a 800 kW al mes. Hasta ahora este grupo estaba dividido en dos: por un lado, los comercios de hasta 10 kW con una demanda menor a 800 kWh al mes pagaban 8.841 de un mW que costaba, hasta el 31 de enero, $ 20.466. Eso significaba que cubrían con tarifa el 43% del costo.

En tanto, los que demandaban 10 kW con consumos por encima de los 800 kWh y los que demandaban entre 10 kW y 300 kW pagaban $ 15.644, es decir, el 76% del costo de la energía.

La diferencia era cubierta por el Estado en una maniobra que también voló por los aires en enero, en el afán del ministro Luis Caputo de forzar el déficit cero: no le pagó a Cammesa y por ende, ésta no giró los fondos a los que producen la energía.

Sin auxilio del Estado vía Cammesa, a partir de febrero, todo este segmento deberá abonar $ 46.018 el mW, lo que representa una suba del 420% en ese tramo de la boleta de Epec, donde además la empresa provincial factura su Valor Agregado de Distribución (VAD) y tienen incidencia los impuestos.

En la boleta final, el aumento de la tarifa para un mes con idéntico consumo será del 100% al 113%. Están empezando a llegar boletas con los días de febrero facturados y en el Gobierno provincial temen que sea el golpe de gracia para una situación que ya luce muy complicada, con caída en la venta de unidades y por supuesto, por debajo de la inflación.

En la EPE de Santa Fe comparten la misma preocupación. Hay un agravante, poco cuantificado: el atraso en materia de eficiencia energética que presenta el equipamiento de los comercios locales: heladeras, enfriadores y cámaras de alto consumo, muy alejadas de otras opciones más eficientes que existen en el mercado.

Veamos el caso de una despensa que consume 500 kW/h al mes. En enero, por ese consumo, ese comercio abonó $ 38.340, de los cuales $ 20.526 correspondían al VAD de Epec, $ 5.485 al costo en sí de la energía y $ 12.329 por impuestos.

En febrero, el mismo comercio con idéntico consumo deberá pagar $ 81.839, es decir, 113% más. En esa factura, a Epec le corresponden $ 26.028, la energía nacional pasa a $ 29.494 y los impuestos, a $ 26.317.

Una carnicería, por ejemplo, de 1.500 kW/h de consumo en enero, pagó $ 122.754, de los cuales $ 61.443 correspondían a Epec, $ 21.836 al MEM de Nación y $ 39.475 a impuestos. En febrero, la misma boleta pasará a $ 245.272: 100% más.

De eso, $ 77.915 corresponden al VAD de Epec, $ 88.484 a la energía en sí que cobra Nación y $ 78.873 a impuestos.

Además, hay 14.168 cuentas que corresponden a Gobierno y 6.065 a alumbrado público, que también dejan de tener

En tanto, hay 3.487 grandes clientes (en baja, media y alta tensión) que ya pagaban el 100% del costo. De todos modos, ese precio de la energía ahora es 125% más alto.

“La verdad es que estamos preocupados, el aumento irá del 90 a 113%, depende de si es cliente de Epec o de una cooperativa”, dice Fausto Brandolín, titular de Fedecom.

Reconoce que todavía no se está viendo el impacto, porque las boletas que están llegando ahora tienen lecturas de diciembre y enero, eventualmente algunos pocos días de febrero, por lo que no se nota con elocuencia el aumento. De todos modos, ya abrieron el paraguas: “Le planteamos algunas alternativas al presidente de Epec para ver cómo paliar la situación, nuestra caída de ventas en febrero fue de 21% y esperamos que marzo sea peor”, dice. Calculan que un local chico deberá abonar $ 500 mil de alquiler y un millón de pesos de energía.

RESIDENCIALES

En tanto, los usuarios residenciales N1 también tendrán subas significativas, no por quita de subsidio (porque ya pagaban precio pleno) sino por el aumento del precio de la energía. En Córdoba, el 42% de los usuarios está en el Nivel: son 619.469 hogares.

El aumento final en la boleta para este segmento será del 101%.

En tanto, los N2 en Córdoba son casi 600 mil hogares y los N3, casi 280 mil familias. Por ahora, siguen abonando por la energía lo mismo que en enero: $ 3.129 y $ 3.943 respectivamente. Con esto, pasan a cubrir con tarifa el 9% de lo que cuesta generar la energía.

Esta semana se realizaron las audiencias públicas en las que la Secretaría de Energía detalló cómo proyecta proceder en abril: se armará una canasta básica de energía (CBE) que, según el consumo asignado, tendrá un costo determinado.

Se mostró como ejemplo un hogar que consume entre 150 y 200 kWh por mes y un consumo de gas de entre 30 y 40 m3 por mes. Por la luz, el gasto va entre $ 15.400 y 20.600 mensuales y por el gas, entre $ 13.800 y 18.400. Eso implica que el gasto necesario para cubrir la CBE estará entre $ 30.000 y 40.000, aunque dependerá de la región en la que viva el hogar la cantidad de miembros que tenga.

El hogar deberá pagar una porción de ese costo y el resto, será subsidiado por el Estado, con transferencia de dinero o descuento en la factura. A más vulnerabilidad del hogar, menor porción deberá pagar. El decil 1 de ingresos asumiría el 2% y el decil 2, el 4%; el decir 3, el 6%; el decil 4 el 8% y desde el decil 5 en adelante, el 10%. El desafío será definir los ingresos reales del hogar, dado que abunda la subdeclaración.

En los casos en los que se presuma que hay ingresos mayores a los declarados, se harán otros cruces, como el haber viajado al exterior, comprado dólares, tener un plan de telefonía móvil superior a $ 50 mil o contar con una prepaga.

“ESTAMOS CRUZANDO LOS DEDOS”

Claudia Ahumada no recibió todavía la boleta ni en su taller de costura y bordado ni en su comercio. Hace 10 años que se dedica a la fabricación de uniformes escolares y hace seis que apostó a la venta directa al público, con un local en la avenida Colón casi Zípoli de la ciudad de Córdoba.

Pagó en enero $ 21 mil en el local y otro tanto en el taller.

“Estamos cruzando los dedos con los alquileres, porque no sólo es la luz lo que aumenta: estamos con contrato viejo de los locales, uno se va a $ 240 mil y otro a $ 200 mil, así que no sé qué haremos”, cuenta.

Hay prendas que fabrica ella, otras da a hacer a terceros. Si bien su temporada fuerte es inicio de año, cuando empieza el ciclo lectivo, es indisimulable la cautela y restricción de los hogares a la hora de comprar uniforme o renovar el del año pasado.

“Todos los meses me dicen que el alquiler va a subir alrededor del 15%, no voy a poder pagar los dos locales, capaz me convenga quedarme con el local de la Colón y ver cómo puedo hacer con el taller”, dice.

“Estoy pensando en si renuevo o no el alquiler, capaz que me convenga invertir en hacer arriba de la casa de mi suegra e instalar ahí un pequeño taller”, analiza.