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Remedios: pese a la baja del 8%, se dificulta el acceso

Pese a la medida del Gobierno nacional de reducir en un ocho por ciento el precio de los medicamentos, estos productos continúan resultando inaccesibles para buena parte de la población. En lo que va del año, aumentaron un 64 por ciento, muy por encima de la inflación.

Especialistas advierten que muchos pacientes reducen las dosis o, directamente, cortan el tratamiento porque no lo pueden pagar. En consecuencia, aumentan las internaciones y las recaídas.

Un sondeo realizado por el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba detectó que los medicamentos crecieron todos los meses entre 25 y 26 puntos porcentuales por encima de la inflación. El relevamiento tuvo en cuenta las seis drogas de mayor comercialización. Y en cada caso, se promediaron los precios de tres laboratorios distintos tomados al azar.

“La reducción del ocho por ciento es un buen gesto de los laboratorios, para intentar hacer más accesibles los medicamentos. Pero los farmacéuticos no fuimos consultados y, en la mayoría de los casos, la medida implicó una descapitalización de los profesionales que compraron los remedios con el precio caro y lo tuvieron que vender a un costo menor”, explicó Georgina Giraldi, vicepresidenta de la institución.

El relevamiento detectó que los principios activos que más se encarecieron son los utilizados para tratar el hipotiroidismo, el colesterol y la artrosis. Antes de la medida –que se hizo efectiva el martes 17 y que rige hasta finales de febrero–, las drogas levotiroxina, rosuvastatina y glucosamina habían aumentado 92, 87 y 72 por ciento, respectivamente.

Antes de la decisión del presidente Alberto Fernández, la variación acumulada en el año fue del 72 por ciento, según el sondeo propio. Una cifra equivalente a la registrada desde enero hasta noviembre por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia.

En el rubro “productos farmacéuticos”, el IPC registró picos de aumentos en septiembre y en noviembre, con el 10 y el ocho por ciento, respectivamente. A su vez, el relevamiento efectuado por este medio detectó que la mayoría de los laboratorios aplicaron importantes incrementos en diciembre, días antes de que la reducción se hiciera efectiva por decisión oficial.

“Las clínicas y los sanatorios manifiestan que sufren aumentos importantes en medicamentos e insumos. Por más que se fabriquen en el país, muchos llevan componentes importados. Y, además, en consultorio se advierte que muchos pacientes abandonan el tratamiento porque no lo pueden pagar”, explicó Andrés de León, presidente del Consejo de Médicos de Córdoba.

En la misma línea, Néstor Viale –especialista en medicina interna y geriatría– indicó: “La reducción del ocho por ciento impactará poco en la gente. Hasta ahora, no hemos notado que haya cambiado la situación con la falta de acceso a los medicamentos”.

Viale, quien además es miembro de la Comisión de Especialidades del Consejo de Médicos, agregó: “Muchos pacientes refieren que suspenden la medicación porque les sale muy cara. Y entonces se les sube la presión o sufren las consecuencias de no poder controlar enfermedades”.

El especialista consultado por este medio explicó que el impacto sanitario más grave se da entre los adultos mayores y los enfermos crónicos, porque necesitan remedios con asiduidad. Viale –quien también es auditor de una obra social– informó que había asistido a pacientes hipertensos que sufrieron descompensaciones y tuvieron que ser internados después.

Se corta antes

La crisis se percibe en todos los segmentos etarios. En el caso de los diabéticos, si bien la insulina se entrega en forma gratuita como parte de programas sanitarios, sí se redujo la provisión de tiras reactivas para los controles de glucemia.

La falta de acceso también está impactando en pacientes que sufren enfermedades agudas, como cuadros respiratorios.

“Cuando indicamos antibióticos, lo hacemos por una determinada cantidad de días, para que el tratamiento tenga su efecto terapéutico. Pero, muchas veces, el paciente los suspende antes, cuando le pasó la fiebre o cuando se le terminó el primer frasco de medicina”, agregó Viale.

“Hoy existen avances farmacológicos que permiten prevenir enfermedades y bajar el colesterol, la glucemia y la hipertensión. Si el paciente corta el tratamiento, existen riesgos de que aumente la tasa de mortalidad o la morbilidad asociada a esa patología”, explicó De León.

El director del Consejo de Médicos advirtió que los tratamientos que más se suspenden son aquellos “menos visibles” y que mejoran la calidad de vida de la persona. En cambio, aquellos que tratan el dolor o se usan para bajar la fiebre no se cortan, porque su efecto es más inmediato.

Por su parte, Ricardo Pieckenstainer, director médico del hospital Privado, también alertó acerca de que este año bajaron las coberturas de algunas vacunas indicadas en adultos mayores, como la que previene el neumococo. Aunque aclaró que la realidad del sector privado es diferente a la de los hospitales públicos.

“Muchos pacientes preguntan si podemos cambiar el medicamento por una marca más barata. En algunos casos, recurrimos al genérico si sabemos que tiene un buen efecto terapéutico. Pero, en general, en pacientes de más de 70 años tratamos de evitar la polifarmacia”, agregó.

La ley 25.649 de genéricos obliga a los profesionales a indicar los medicamentos por el nombre de la droga y sugerir el comercial. La norma fue promovida durante la primera gestión del actual ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.

Alternativa

Giraldi explicó que los genéricos son una buena alternativa para paliar la crisis. Y recordó que el farmacéutico tiene la potestad de aconsejar al paciente por la alternativa más económica, para evitar así que deba interrumpir la cura para alguna dolencia.

“Celebramos las políticas públicas que se tomen para hacer más accesibles los medicamentos porque estos forman parte del derecho a la salud. Pero los farmacéuticos necesitamos ser parte de las discusiones para que esas decisiones no atenten con la situación delicada que viven muchos profesionales”, agregó la vicepresidenta del Colegio.

Los especialistas apoyaron la decisión del ministro González García de retomar el plan Remediar. El programa de entrega gratuita de medicamentos en centros públicos resuelve –en parte– la falta de acceso a los remedios para la población más vulnerable, aseguraron.

Una actividad que continúa creciendo

La facturación también fue superior a la inflación.

Según informó el Indec, en el tercer trimestre de 2019, la facturación total de la industria farmacéutica en la Argentina registró 59.764,2 millones de pesos, lo que representa un incremento de 70,7 por ciento en relación con igual trimestre de 2018. La cifra es superior también a la inflación. Esta variación surge por los aumentos de 66,4 por ciento en la facturación de producción nacional y de 82,4 por ciento en la reventa local de importados, señaló el Instituto. La facturación al mercado interno, que incluye la de la producción nacional al mercado interno más la reventa de importados, alcanzó 92,3 por ciento de la facturación total. En los ingresos por producción nacional, el 89,2 por ciento correspondió a ventas al mercado interno, mientras que 10,8 por ciento, a ventas al exterior.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior