Policiales

Ocho de cada 10 médicos tienen más de un empleo

La potente marcha de los médicos, que se manifestó en caravana el feriado del 25 de Mayo, dejó expuestos problemas estructurales del sistema sanitario provincial y nacional. Si bien el detonante fueron las imputaciones de dos médicos del geriátrico Santa Lucía, de Saldán –donde se originó el primer foco de coronavirus en Córdoba–, representantes de entidades profesionales y gremios aseguran que el problema es mayor.

“El deterioro del sistema de salud tiene múltiples causas. Se podría decir que comenzó hace más de 20 años, cuando las gerenciadoras empezaron a administrar los recursos que antes recibían los profesionales en forma directa. Pero también influyó que se hayan cerrado clínicas y que algunas especialidades, como los generalistas e intensivistas, sean recurso humano crítico. La Provincia también cerró camas en este tiempo, aunque incorporó tecnología”, resume Andrés de León, presidente del Colegio de Médicos de Córdoba.

La convocatoria del feriado fue organizada a través de redes sociales, no bien se conoció que el fiscal Andrés Godoy –a cargo de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria– había imputado a Lucas Figueroa y a Marcelo Lázaro por el delito de “propagación de una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.

Al día siguiente, se conformó una “mesa de entidades médicas” con representantes de distintos gremios, de clínicas privadas (Aclisa) y el Consejo de Médicos. La organización elevó una serie de reclamos al Ministerio de Salud provincial, algunos estructurales –y antiguos– y otros relacionados con la pandemia.

“Hoy el humor colectivo entre todos los equipos de salud es la desprotección. Los profesionales se sienten abandonados. Por un lado, reciben la presión de una sociedad que teme contagiarse. Por el otro, una Justicia que los criminaliza”, expresa Carlos Amidei, integrante del Centro de Estudios de Recursos en Salud (Cersa) del Consejo de Médicos de Córdoba.

El pluriempleo –cuando un agente desarrolla más de una actividad profesional a la vez o el mismo trabajo en lugares distintos– fue uno de los reclamos planteados en el ministerio.

El fenómeno no es nuevo, pero quedó expuesto en la pandemia. Al ser un virus altamente transmisible y que puede manifestarse sin síntomas, el riesgo de propagación aumenta cuando el agente se desempeña en más de un lugar. Para referentes del sector, esta modalidad está relacionada con los bajos salarios y con la inestabilidad en el empleo.

“Nosotros no elegimos andar a las corridas o cruzar como locos de una ciudad a otra. Somos víctimas del pluriempleo porque necesitamos trabajar en cuatro o seis lugares a la vez para cubrir nuestras necesidades básicas y familiares”, agrega Rubén Cantero, vocero de la agrupación Médicos Unidos.

Según datos del Consejo de Médicos, el 80 por ciento de los matriculados en Córdoba tiene más de un empleo. Son 15.270 profesionales (sobre un total de 19.032) que están inscriptos con “matrícula A”, es decir, se desempeñan como autónomos en el sector privado, aunque también puedan llegar a tener un trabajo estable en un hospital o clínica.

Este grupo está integrado, en su mayoría, por monotributistas. “Si no trabajamos, no cobramos. Olvidate de tener vacaciones”, expresó un médico del hospital San Roque, que además trabaja en otros cinco lugares. En menor medida, este grupo está conformado por responsables inscriptos. Son alrededor de mil especialistas que pueden llegar a facturar más como cirujanos plásticos y oftalmólogos, que cuentan con infraestructura para operar.

“Los médicos no pueden negociar aranceles con los financiadores. En los ’80 se impuso un nomenclador nacional y la consulta médica quedó desvalorizada. Entonces se creó lo que se conoció como ‘enchufología’. Aquel que tenía un aparato podía sobrevivir”, agrega Amidei.

El 10 por ciento restante (3.762 matriculados) está inscripto con “matrícula C”, esto es, trabajan únicamente en relación de dependencia: un hospital, clínica o ambulancia. Este grupo lo integran también los residentes y concurrentes, con lo cual el universo de médicos con empleo único y estable se reduce a la mínima expresión.

Otras disciplinas

Esta modalidad laboral se replica en todas las profesiones de la salud. Según datos del Colegio Profesional de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de Córdoba, el 85 por ciento de sus matriculados son monotributistas. Con el agregado de que, hasta mayo, sólo fueron considerados personal esencial aquellos que trabajan en hospitales, en domicilios con terapias respiratorias o en urgencias.

Una encuesta realizada por la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Córdoba (Fepuc) reveló que el 45 por ciento de los graduados que trabajan como monotributistas o responsables inscriptos perdió más del 80 por ciento de sus ingresos a partir de la cuarentena. La muestra abarcó a 6.600 matriculados de las 30 instituciones adheridas a la Fepuc, de las cuales 15 están relacionadas con trabajadores de la salud.

“Durante la cuarentena, las consultas programadas quedaron suspendidas. Y aquellos monotributistas que por su edad o por su patología asociada no pudieron trabajar se quedaron sin ingresos”, agrega Amidei.

Según datos de la Federación, el ingreso promedio de los profesionales cordobeses era de 55.575 pesos antes de la pandemia. La cifra representa un 38 por ciento de aumento, en relación con agosto de 2019.

Reclamos en pandemia

La mesa de entidades médicas también planteó en el Ministerio de Salud provincial que se retomaran los testeos al personal de salud, mediante hisopados para descartar Covid-19. Y cuestionaron tener que firmar una declaración jurada donde conste que no tienen síntomas o estuvieron en contacto con un caso positivo. “Los profesionales de muchos hospitales están trabajando bajo presión. Los jefes de servicio han recibido órdenes de que deben atender a pacientes con sospecha de Covid-19 con elementos de protección o serán sancionados. También deben firmar una declaración jurada que en muchos casos les impide ingresar a algunas localidades”, explica Raúl Audenino, miembro del Foro de Especialidades Médicas.

En una entrevista a La Voz, el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, explicó que el pluriempleo ya existía mucho antes de la pandemia. Ratificó que se están buscando alternativas “para paliar una cuestión compleja que concierne a todos los agentes de la salud”.

El ministro cuestionó a quienes trataron de sacar rédito político de la marcha de los médicos y dijo que evitó hablar antes sobre el tema “por respeto y prudencia”, y para no fomentar una grieta entre los profesionales de la salud y la Justicia, en un contexto actual de sensibilidad.

Sobre la declaración jurada, indicó que sólo tiene un valor epidemiológico. Y negó que haya sido el Ministerio de Salud el que denunció a los médicos del geriátrico de Saldán.

Un sistema en crisis antes de la pandemia

La salud privada ya enfrentaba serias dificultades financieras.

Mario Hornik, integrante de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Córdoba, indicó que la crisis de la salud en Argentina ya lleva varios años, pero quedó de manifiesto con la pandemia.

Para Hornik, en Argentina existen varios subsistemas de salud (obras sociales y sindicales, prepagas, hospitales) que no interactúan entre sí. El médico reconoce que los profesionales están agotados. También recuerda que las clínicas atraviesan desde varios años problemas serios de financiación, en especial en el interior. Esto se debe en parte porque la tecnología médica está atada al dólar y la mayoría de las obras sociales se demora en pagar las prestaciones.

“El sistema ya estaba atado con alambre”, finalizó.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior