Historia

La increíble historia del fiscal Strassera y una frase que nos trasciende: «Señores Jueces: Nunca más»

Desde el 22 de abril al 9 de diciembre de 1985 se desarrolló el histórico juicio a los integrantes de las juntas militares de la última dictadura militar. «Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más», fue el final del alegato del fiscal Julio César Strassera.

«Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria.
Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino.
Señores jueces: «Nunca más».

El fiscal Julio César Strassera culminó su alegato en el Juicio a las Juntas con una frase contundente que expresaba el sentimiento de una sociedad que quería dejar atrás la represión ilegal y el período de reiteración de golpes de Estado que se sucedieron en Argentina desde 1930.

«Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más», señaló el funcionario judicial ante el tribunal que integraban Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Aráoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio.

Esos magistrados, integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones, juzgaron desde el 22 de abril de 1985 hasta diciembre de ese año a los comandantes de las Fuerzas Armadas que durante siete años aplicaron el terrorismo de Estado en el país.

El «Nunca Más» fue el título del informe de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep) que encabezó el escritor Ernesto Sabato, y que durante meses investigó la suerte que corrieron los detenidos por la dictadura en los centros clandestinos de detención ilegal.

«Nuestro trabajo se basó en el informe que confeccionó la Conadep y Julio, en sus palabras finales quiso rendir un homenaje a ese trabajo y todas las personas que lo hicieron posible», afirmó a Télam el ex fiscal Luis Moreno Ocampo, que formó parte, con Strassera, de la acusación a los comandantes de las Juntas en ese histórico proceso.

Para Moreno Ocampo, el Juicio a las Juntas «fue la frutilla de un postre, que mostró que la sociedad argentina quería evolucionar hacia nuevas formas de convivencia«.

«Fue uno de los momentos de mayor unidad en el pueblo argentino. Raúl Alfonsín ganó las elecciones de 1983 con la promesa de juzgar a los militares, el peronismo al principio se opuso pero después apoyó. Nunca hubo tantas coincidencias entre las fuerzas democráticas», apuntó Moreno Ocampo.

Los gobiernos surgidos de los distintos golpes de Estado siempre quebraron el régimen constitucional y en algunas ocasiones, usurpando facultades legislativas, dictaron normas que derogaban layen vigentes, pero que a la vez también los autolimitaban, normas que en términos generales fueron cumplidas o en su defecto fueron nuevamente modificadas», fue otros de los pasajes de las palabras de Strassera ante el tribunal.

«Con aquellas palabras, Julio le quiso decir a la sociedad que se había terminado el ciclo de los golpes de Estado. Además, el Juicio a las Juntas fue un claro mensaje para consolidar la democracia en la región. No nos olvidemos que (Augusto) Pinochet todavía gobernaba en Chile», recordó Moreno Ocampo, ex fiscal de la Corte Penal Internacional.

Contexto histórico

A poco de asumir, el presidente Raúl Alfonsín ordenó mediante la sanción del decreto 158 el procesamiento de las tres primeras juntas militares que gobernaron el país a partir del golpe del 24 de marzo de 1976.

En principio, el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas abrió una investigación que no produjo ningún resultado y, en consecuencia, a mediados de 1984, la Cámara Federal tomó la causa y procesó al general Jorge Rafael Videla, al almirante Emilio Eduardo Massera y al brigadier Orlando Ramón Agosti, quienes conformaron la primera junta militar.

También resultaron acusados Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Omar Domingo Rubens Graffigna, de la segunda; y Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo, responsables de la tercera.

La sentencia se emitió el 9 de diciembre e incluyó las condenas de Videla y Massera, a prisión perpetua, Viola recibió 17 años, Lambruschini ocho y Agosti cuatro, en tanto que el resto de los acusados quedaron absueltos.

«El día de la sentencia viví un gran alivio. Sentí que, a pesar de todos los condicionamientos que hubo, se había logrado algo histórico para el país y el mundo. Tuve la misma sensación cuando Strassera pronunció la frase ‘Nunca más'», acotó Moreno Ocampo.

Su vida pública

Durante la dictadura cívico-militar, Strassera fue de los pocos en aceptar los hábeas corpus solicitados por presos políticos, muchos de ellos denegados en instancias superiores.

En el año 1976, Strassera fue nombrado Secretario de Juzgado y durante la dictadura fue promovido como Fiscal General.

En tres años se recibió de la Facultad de derecho, fue secretario de juzgados federales, fiscal de primera instancia y también juez de sentencia en el fuero ordinario.

Desde 1984 fue fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.

Más adelante, ya durante la década del ’90 y como abogado, Strassera representó al país ante organismos internacionales de derechos humanos y participó de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), organización de la que siguió formando parte hasta hoy desde su Consejo de Presidencia.

En tanto, en 2006, el abogado y ex fiscal defendió al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, en el marco del juicio político que la Legislatura de la ciudad llevó adelante en su contra a raíz de la denominada Masacre de Cromañón, que finalizó con su destitución del cargo.

Su última aparición pública había sido a para participar en el reclamo de justicia por la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Sin embargo, el 16 de Febrero de 2015, a los 81 años, debió ser internado en el Sanatorio San Camilo a raíz de un cuadro intestinal y de hiperglucemia. Tras permanecer en estado de coma, Strassera falleció el 27 de Febrero de ese año.