Educación

Ingeniería Industrial, una carrera que brinda formación versátil y con un amplio campo de acción

Ana Gómez Primucci es ingeniera industrial, graduada de la UTN San Nicolás y especialista en Ingeniería Gerencial, posgraduada de la Facultad Regional, donde además es docente desde 2016. Actualmente trabaja de manera remota para Accenture, una empresa global de consultoría, tecnología y outsourcing, pero a lo largo de su trayectoria laboral tuvo otros grandes desafíos que su formación le permitió enfrentar de la mejor manera.


Su experiencia laboral da cuenta de la versatilidad de la Ingeniería Industrial, una carrera que está más vigente que nunca y que tiene un amplio campo para desarrollarse.

Oriunda de San Nicolás, una ciudad con fuente perfil industrial, su primer trabajo fue en Gentec Mecatrónica, donde se desempeñó como responsable del Sistema de Gestión de Calidad, y tomó dimensión de la gama de posibilidades que su título le daba.

«Tuve una entrevista con una ingeniera industrial que trabajaba en Recursos Humanos. Y ahí me comentó sobre el abanico que abre la Ingeniería Industrial. Esta entrevista me sirvió para darme cuenta que era bastante amplia la gama de posibilidades de trabajo. No era solamente trabajar en una industria, sino que también existía una parte ‘más blanda’ como la de esta profesional, que trabajaba en Recursos Humanos, en la optimización del proceso de reclutamiento», detalló.

Seguidamente, agregó: «Después ya en la carrera uno va teniendo una idea más clara de lo que se trataba. A mí me convenció la gran posibilidad de trabajar en cualquier tipo de industria o fuera de ella».

Versatilidad laboral

Gómez Primucci comenzó a trabajar en una empresa local dedicada a la mecatrónica cuando aún cursaba el quinto año de su carrera. Allí se desempeñó en el área de Calidad, en donde estaba encargada del sistema de calidad de la empresa. Allí tenía que llevar la gestión de todas las no conformidades de la empresa y plantear controles de calidad para la producción y la postventa.

En ese sentido, reconoció: «En las primeras experiencias todo era nuevo. Y esa fue mi primera experiencia muy relacionada a la Ingeniería Industrial. Esta carrera tiene mucho que ver con la mejora continua y con proponer planes de acción para lograrlas», aseguró.

A posterior, se anotó en el Programa Jóvenes Profesionales de Monsanto y, tras radicarse en Capital Federal, trabajó en Compras. Para ello fueron fundamentales sus conocimientos en inglés.

«No tenía nada que ver con lo que estaba haciendo. Era una parte ‘más blanda’, era la vacante que había. Hacía compras corporativas, de administración, utilitarios. Estuve un año y medio y pedí el pase para estar en Compras de Ingeniería, y me mudé a Zárate», contó.

En ello, destacó: «En esa área estaba más involucrada, yo quería ir probando, porque Compras es gestión, números, presupuestos, licitaciones, no estás metiendo los pies en la planta, no tenés trabajo de planta. Pero la experiencia estaba buenísima porque estaba bastante relacionada a los proyectos de inversión, a los que Industrial hace foco».

En esos puestos, de Calidad y Compras, tuvo de compañeros a varios ingenieros  industriales. «Como Ingeniería industrial tiene esa rama más blanda, de los números, el costo, la economía, la calidad, es el perfil que buscan», reveló.

En San Francisco

Cuestiones personales la trajeron a San Francisco, en donde empezó a trabajar en la firma Codini. En un primer momento, se desempeñó como analista de compras, pero al poco tiempo decidió comenzar a desempeñarse como coordinadora general de proyectos de inversión.

Así fue como tuvo el desafío de crear una línea de montaje nueva para lavarropas automáticos. «Hicimos la línea de cero. Ahí hacen ensambles, entonces yo tenía que idear el proyecto de inicio a fin. Desde cómo traer los materiales hasta diseñar la línea de producción», detalló.

Sin embargo, una oferta más atractiva la llevó a Lear, en donde su trabajo estaba más relacionado a la mejora continua de procesos:  «Estuve de lleno en Procesos, desde recibir un plano e interpretarlo hasta diseñar la línea de producción».

Para ello, debió capacitarse en Brasil durante seis meses en temáticas muy particulares que hacían a la producción de mazos de cables. «Aprendimos el proceso, porque es muy específico. Siempre les digo a los estudiantes que no van a salir conociendo todos los procesos, porque son casi infinitos, lo específico lo enseña la empresa, pero sí van a aprender las técnicas y las herramientas de mejora de procesos».

«Cuando vinimos a San Francisco tuvimos que diseñar de cero las líneas de producción. Éramos tres ingenieros y los tres éramos ingenieros industriales, porque ese sí que es un puesto muy particular del ingeniero industrial. La ingeniería de procesos es para un ingeniero de método. Desde diseñar una línea hasta idear los métodos, es decir, le tenemos que enseñar a la persona qué hacer, cómo hacerlo y en qué tiempo. Y hacer todo el seguimiento para que esa línea trabaje con la eficiencia con la que tiene que trabajar», detalló la profesional.

Seguidamente, sumó: «Desde que nace el producto, hasta que se despacha y sale al cliente, todo ese proceso, es tarea de un ingeniero industrial. Y cumplir con los estándares que pide la empresa en tiempo, calidad y forma. Lo que tiene un ingeniero es que está relacionado con todas las áreas, producción, calidad, logística. Ingeniería industrial tiene un poquito de cada una de esas áreas y se puede trabajar en equipo».  

Trabajo remoto

Poco tiempo después, al convertirse en mamá, decidió comenzar a trabajar desde su casa, en forma remota.

«Yo pensé al principio que solamente los ingenieros en Sistemas tenían la posibilidad de adquirir puestos para trabajar de forma remota. Pero entré en Accenture, que es una empresa de tecnología que también hace consultoría a nivel comercial. Hace contratos comerciales y si bien la ejecución final sí es un software, en el medio, en todo ese proceso comercial o financiero, hay ingenieros industriales entre otros profesionales», explicó.

En lo que respecta a su trabajo, Gómez Primucci está dedicada a la realización de proyectos desde sus inicios: «Desde que sale una oportunidad hasta que se ejecuta, y el seguimiento financiero. Todo es a través de herramientas de software, pero yo me desempeño en la parte de presupuesto, previsión de gastos, contratos y gestión de proyectos a nivel comercial». Sus clientes se encuentran en el exterior y uno muy importante es, por ejemplo, el Gobierno de Canadá.

Sin dudas, la posibilidad de poder trabajar tanto en el campo de la gestión organizativa como de la productiva es lo que más le apasiona. Pero también el trabajo en equipo.

«En ingeniería industrial nunca trabajas solo, necesitas soporte de todas las áreas. En todas las experiencias tuve ese factor común, el trabajo en equipo en donde cada uno aporta su granito de arena. El trabajo en equipo creo que es lo que más me gusta», cerró.

Inscripciones abiertas

La UTN San Francisco tiene abiertas las inscripciones al Seminario Universitario Intensivo 2023 de seis carreras de grado: Ingeniería Electromecánica, Ingeniería en Sistemas en Información, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Química, Licenciatura en Administración Rural y la Ingeniería Industrial, carrera que se dicta en convenio con el Centro Regional de Estudios Superiores (CRES) San Francisco.

El Seminario Universitario 2023, en su modalidad intensiva para Ingenierías y Licenciatura en Administración Rural, comenzará el lunes 30 de enero de 2023, y concluirá el viernes 24 de febrero. Las clases se dictarán de manera presencial, de lunes a viernes en el horario de 17.30 a 22.30, en nuestra UTN San Francisco (Av. de la Universidad 501), excepto para quienes deseen comenzar Ingeniería Industrial, cuyo Seminario se dictará en el CRES San Francisco (Trigueros 151).

Las inscripciones se realizan vía online en el banner de la web www.sanfrancisco.utn.edu.ar.