Policiales

Fernández impulsa el aborto legal y una fuerte reforma en la Justicia

Anuncios, promesas, agradecimientos y críticas rotundas al legado del gobierno de Mauricio Macri. Así fue la casi hora y media del conciso y moderado discurso de Alberto Fernández ante los diputados y senadores para inaugurar el 138º período de sesiones ordinarias del Congreso.

Escoltado por Cristina Fernández, quien como vicepresidenta se encargó de conducir la sesión, y por Sergio Massa, presidente de la Cámara Baja, además de la presidenta provisional del Senado, Claudia Zamora, Fernández fue recibido con cálidos aplausos, gritos de apoyo y el cantito de hinchada “Alberto presidente” por parte de los diputados del Frente de Todos y de dirigentes y militantes que se ubicaron en los palcos.

En ese contexto, con invitados de todo tipo –como el conductor de TV y empresario Marcelo Tinelli, y Nora Cortiñas y Estela de Carlotto, líderes sindicales y empresarios, todo el gabinete, diplomáticos, gobernadores, intendentes y un par de jueces de la Corte Suprema–, el mandatario pronunció un discurso sin la efusividad de los de su compañera de fórmula, pero con frases contundentes que tuvieron varios destinatarios.

Herencia

En sus primeros minutos en el estrado, el jefe del Estado se preocupó por describir la situación en que, a su criterio, le tocó asumir.

Sin mencionar a Mauricio Macri, que no participó de la ceremonia pese a haber sido invitado como expresidente, Fernández resaltó que encontró la economía con severos problemas y con la deuda pública en un nivel récord.

Además, ante el silencio incómodo de los diputados de Juntos por el Cambio, que con bolígrafo y cuadernos tomaron nota de su discurso para después responderle a través de los medios periodísticos, el Presidente señaló que la desocupación trepó al 9,7% entre 2015 y 2019, con la destrucción de más de 240 mil empleos privados, y que la industria registra una capacidad ociosa que roza el 40%, con 19 meses consecutivos de caída.

Pero no fueron las únicas críticas a la gestión anterior que Fernández pronunció en el recinto de la Cámara Baja: también dijo que la mentada lucha contra el narcotráfico fue “más retórica que efectiva”, en alusión a la gestión ministerial de Patricia Bullrich, flamante presidenta del PRO.

Aludiendo a la reestructuración de la deuda pública que encaró su gobierno, les agradeció a los opositores por haber apoyado la ley marco para la renegociación y la de Solidaridad Social, y al papa Francisco, “quien de modo singular, y ante los líderes de las finanzas internacionales, volvió a enfatizar su llamamiento a construir una economía con alma”, según expresó.

Aborto legal y contrapeso

“Dentro de los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar”, dijo Fernández, y provocó aplausos de pie y ovación.

Claro que no de todo el recinto, porque una parte importante de los legisladores nacionales está muy en contra de la legalización del aborto, entre ellos, nada menos que el jefe del bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans.

El anuncio ya había sido anticipado por el propio Fernández en varias oportunidades. Sin embargo, no se sabía a ciencia cierta si el proyecto era únicamente de despenalización del aborto o de legalización, lo que supone principalmente que el Estado deberá habilitar esta práctica en los hospitales.

Sin embargo, Fernández también anunció el lanzamiento de “un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado” y el envío de otro proyecto de ley que instaure “el plan de los mil días”, para garantizar la atención y el cuidado de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida. Ahí sí fue aplaudido por los legisladores que en 2018 votaron en contra del aborto legal.

“Lawfare” no

Fernández también logró conquistar aplausos de Juntos por el Cambio, que tiene un 45% de las bancas de diputados y un 20% de las del Senado, cuando anunció su proyecto de reforma judicial.

“Venimos a ponerles fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza”, dijo.

A diferencia del video que publicó en sus redes sociales, esta vez Fernández no aludió al lawfare, o guerra jurídica, concepto que irritó a los radicales y a los macristas. Para ganarse su aprobación en el recinto, dijo que “los problemas de la Argentina no se resuelven con menos Justicia, sino con una mejor Justicia”.

Fernández anunció la reforma de la Justicia federal y destacó el proyecto de ley que modifica el régimen jubilatorio de jueces sin que estuvieran presentes los vocales de la Corte Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. En cambio, sí estuvieron sus colegas Carlos Rosenkrantz y Helena Highton de Nolasco.

“Fernández ya había sido aplaudido por diputados de la oposición cuando anunció que esta semana dictará un decreto para modificar la Ley de Inteligencia y que se desclasificarán los documentos secretos de los agentes de Inteligencia involucrados en los juicios por el encubrimiento del atentado a la Amia”.

Científicos y agricultores

El Presidente prometió “revertir la caída presupuestaria del sector científico y tecnológico”. “Somos un gobierno de científicos, no de CEO”, dijo.

En relación con el campo, que está en pie de guerra por la próxima suba de tres puntos, hasta 33%, en las retenciones a las exportaciones de soja, Fernández dijo que le hizo al sector una “propuesta generosa en materia de derechos de exportación” porque a su criterio “se incrementan sólo para uno de un total de 25 cultivos”.

El jefe del Estado aprovechó para cerrar la polémica con organizaciones de derechos humanos, después de que Cortiñas lo trató de negacionista por haber dicho que había que dar una vuelta de página con respecto a las Fuerzas Armadas porque ahora estaban conformadas totalmente por hombres y mujeres de la democracia.

“Celebramos que por primera vez en la historia tenemos jefes de las Fuerzas Armadas que pertenecen a la generación que ha egresado como oficiales en pleno funcionamiento de la democracia”, afirmó el Presidente. Cortiñas, que días atrás dijo que aceptaba las disculpas públicas de Fernández, estuvo presente en la sesión, en un palco del primer piso, a la izquierda del jefe del Estado.

En ese marco, el mandatario también anunció que mandará varios proyectos de ley: el de creación del consejo económico y social para el desarrollo argentino; el de desarrollo del sector hidrocarburífero y minero; el de ratificación del Convenio N° 190 sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo, y otros tres relacionados con el afianzamiento de la soberanía territorial del país.

Para el final, y tras haber citado dos veces al expresidente Raúl Alfonsín, el mandatario invitó a un trabajo en conjunto a todos los sectores y a la oposición, y subrayó: “Entendamos, de una vez y para siempre, que en las crisis las banderías políticas deben ceder. Que todos los argentinos estamos a bordo de un mismo barco y que en la crisis, como supo decir Perón, para un argentino no pude haber nada mejor que otro argentino”.

Ausencias notorias de miembros de la Corte

Pese a que el Gobierno ya había anunciado que Alberto Fernández se referiría a la reforma judicial, sólo estuvieron presentes ayer el presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, y la vocal Elena Highton de Nolasco.

Es un hecho que no asistió el expresidente del máximo tribunal de Justicia del país, Ricardo Lorenzetti (acusó un cuadro de fiebre alta, tras regresar a Buenos Aires desde Hawái), ni tampoco estuvieron Horacio Rosatti y el cordobés Juan Carlos Maqueda.

Tampoco estuvieron los gobernadores de Mendoza y de Corrientes, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés. En ambos casos, los mandatarios tenían que cumplir con la apertura de sesiones legislativas en sus respectivas provincias. Sí, en cambio, asistieron a la asamblea los otros dos gobernadores opositores, Gerardo Morales (Jujuy) y Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires).

De los expresidentes, estuvo el senador nacional Carlos Menem. Mauricio Macri no concurrió.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior