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“Ese domingo en nuestra ciudad fue algo especial”

Bienedell, destacado periodista e historiador sanfrancisqueño, es uno de los responsables del Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco, además de poseer una memoria privilegiada. En diálogo con Diario San Francisco brindó un pantallazo histórico sobre este acontecimiento y se refirió a lo sucedido puntualmente en nuestra ciudad.

En cuanto a las cuestiones contextuales del momento expresó que “hay que tener en cuenta las cuestiones políticas de aquel entonces. Estados Unidos y la Unión Soviética tenían al mundo dividido en cuestiones políticas. Ambas luchaban por ser el imperio más grande y uno de esos enfrentamientos se da en la carrera espacial”.

Agregó que “la carrera espacial arrancó en los años 50 y eran muy parejos, aunque siempre estaba un pasito adelante la Unión Soviética. Es por eso que en el año 1962 el presidente Kennedy anuncia que Estados Unidos ponía en marcha el proyecto para poner un hombre en la luna”.

Sobre el momento de la llegada del hombre a la luna argumenta que “en la Argentina hacía poco tiempo se habían instalado antenas para recibir transmisiones de televisión vía satelital. En el mundo todavía no estaba desarrollada la comunicación satelital, tal es así que únicamente 33 países, entre ellos Argentina vieron en directo el descenso a la luna”.

Lo que pasó en la ciudad

En nuestro país y también en San Francisco en particular, desde el día del lanzamiento el 16 de julio se seguía por los distintos medios de comunicación. “El diario era lo que la gente en aquel momento elegía para informarse más que la televisión. Tal es así que el lanzamiento no se transmitió para el mundo. En cambio los diarios sacaban ediciones especiales de cada día”.

El domingo 20 de julio de 1969 alrededor de las 22:30 horas de nuestro país se produjo la llegada del hombre a la luna. “Ese domingo en nuestra ciudad fue algo especial. No todos tenían televisión en San Francisco y es por eso que la gente lo vio en casas de amigos o en bares que poseían el aparato”.

Bienedell recuerda que “yo fui a la casa de un amigo. La verdad es que no se veía muy bien y la calidad de las imágenes eran pésimas en nuestra ciudad. Recibíamos televisión por aire desde el canal de Santa Fe que era lo más cercano que teníamos. Ya de por sí lo que recibíamos no era bueno y más en ese momento. Cabe destacar que la transmisión tampoco era la mejor”.

Si bien fue algo esperado y que emocionó a todos el historiador alude a que “todos estaban esperando el momento, con mucha expectativa, pero la gente no se preparaba como ahora lo hacen para por ejemplo un partido de la selección. La única preparación fue decidir donde verlo pero con tranquilidad”.

El día después fue un día más para la vida de San Francisco. “El comentario más grande del día después era si lo viste o no lo viste, no hubo una cuestión muy loca de fanatismo. Si hubo gente que lo siguió e incluso recortó de los diarios las noticias del momento”.

Una anécdota post aterrizaje

En días posteriores al viaje a la luna en San Francisco ya había una persona que descreía de dicho evento. “Yo conocí a un albañil santiagueño de unos 50 años en nuestra ciudad que le apostaba al que quería que el hombre no había ido a la luna, que no habían bajado y que era una puesta en escena para engañar a la gente”.

Agregó a esto que “la gente se le reía en el momento y le decían que era un ignorante. Da la casualidad que veinte años después empezaron a salir las versiones que decían que el viaje a la luna no se había hecho. Algo que coincidía con lo que había dicho el albañil en el año 69”.