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«Vendo todo, me voy a la mierda»

Cada vez hay más gente que renuncia a sus trabajos porque no los llena; otras personas que construyen una pequeña casa rodante para salir a vivir de otra manera; o que desean experimentar con sus hijos otra forma de ver el mundo. Lo que tienen en común muchos de ellos es que decidieron ir tras sus sueños.

Ésta es la historia de Gonzalo Velázquez, un joven sanfrancisqueño que vivía en Córdoba, trabajaba en una empresa automotriz luego de recibirse como Ingeniero Electrónico aunque no estaba a gusto, no se sentía feliz.

Un día, tras dos años en esta importante compañía, Gonzalo compró un boleto a Filipinas. Se decidió a tomar un descanso del trabajo y de su entorno y se aventuró a un viaje con un voluntariado de por medio.


En Mati junto a niños filipinos


«Me recibí en el año 2017 de Ingeniero Electrónico y conseguí un trabajo muy bueno en una automotriz de la capital provincial donde trabajé durante 2 años pero me aburrí. Me dí cuenta que no estaba siendo feliz dentro de un galpón» comienza Velázquez.

Ante esta situación, encontró un voluntariado en Filipinas para enseñar español, «me iba por un año pero con el paso de los primeros meses me fui quedando sin dinero, así que a los 6 meses tomé la decisión de irme hacia Australia».

«Viví muchas experiencias, cosas nuevas, raras. Todo eso lo fui escribiendo y compartiendo en mi cuenta de Instagram con imágenes» cuenta Gonza.

A medida que avanzaba su estadía en oceanía, escribía sensaciones en su cuenta de Instagram acompañado de imágenes que iba tomando en su día a día, «iba teniendo más repercusión de lo que escribía y me decían por que no hacer un libro», acota el joven sanfrancisqueño.

Para renovar su estadía en Australia debió realizar un trabajo regional, «88 días de granja para tener una visa de trabajo entonces al estar solo empecé a escribir y se materializó el libro que hoy está a la venta: ‘Vendo todo, me voy a la mierda'».

«En el libro se refleja todo mí crecimiento personal y hoy no me encuentro cerca del titulo que tengo de ingeniero. Al haber estado fuera y lejos de mí casa hizo que cambie».

Asimismo indica «terminó siendo algo que me gusta mucho. Ya vendí unos 15 ejemplares en muy poco tiempo aunque la verdad no pensaba en que se puedan vender. Hice una tirada de 150 porque es el mínimo que me pedía la imprenta».

En este momento está en Byron Bay, un pueblito de casi 5000 habitantes cerca de la frontera del estado de Queensland. Es una localidad denominada surfer. «Estuve trabajando en los últimos 4 meses muy fuerte así que estoy disfrutando unas vacaciones donde disfruto del surf y de la playa».


Gonzalo en Sidney, Australia


¿Qué consejo le daría al que lo está analizando?

Se conocen muchas experiencias de jóvenes que lo dejan todo pero Gonzalo, en primera persona les habla a esos adolescentes que todavía no dieron ese paso: «que lo hagan. Es increíble aunque da muchísimo miedo arrancar».  Además comentó «más si nunca viajaste o lo máximo fue 15 días con tu familia».

«Irse mucho tiempo sin saber que va a pasar, de qué vas a trabajar pero siempre todo se resuelve y cuando comenzás a viajar te das cuenta lo fácil que es» añade el sanfrancisqueño.

«Antes de irme, como a todos nos pasa de hacernos la cabeza: planear, pensar, pero llegas y hay miles de personas en la misma situación. Todos tratan de ayudarte, los locales como los extranjeros».


El sanfrancisqueño buceando


Asimismo cuenta «se conoce mucha gente y piola porque se animó a salir de lo normal que está dispuesta a cosas nuevas. Los mejores amigos mes los hice acá, viajando, que siento que ya son mí familia sin olvidarme de mis amigos de toda la vida de San Francisco. Viajando es todo mas intenso».

Por último dijo «no lo duden y den ese paso para disfrutar de la vida».


Descripción del libro

Estudiar una carrera, conseguir un buen trabajo, escalar posiciones, adquirir más y más responsabilidades, endeudarse para comprar una casa, tener un auto moderno, dedicarle casi todo el tiempo de nuestra vida a una rutina gris para poder darnos el “lujo” de escaparnos de ella durante quince días al año.

Intenté seguir esta receta de vida, de verdad que sí, pero algo no funcionaba. Y es que simplemente no era feliz.

Este libro trata sobre eso, sobre la persecución de aquello que nos haga sentir vivos, sobre una persona que dejó toda la seguridad que su vida aburrida le otorgaba y se fue en busca de una aventura.

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