El sector de la carne mantiene los precios de finales de 2016
La carne es, dentro de la canasta de alimentos y productos de higiene y limpieza, lo único que no sube, por ahora. Por el contrario, si se comparan los precios actuales con los de diciembre del año pasado, el rubro está 0,3 por ciento más barato.
La razón se encuentra en la misma ley de la oferta y la demanda: por un lado, el consumo está planchado y, por otro, la producción crece por la mayor faena de hembras.
En abril –último dato disponible–, la faena total registró en el país un alza 5,3 por ciento interanual, lo que implica que se sacrificaron 48 mil cabezas más que en abril de 2016.
En el período que va de enero a abril, la producción de carne vacuna subió a 897 mil toneladas. Es decir, fue 3,9 por ciento mayor a la de igual cuatrimestre del año pasado.
Pero, en lo que respecta al consumo, el comportamiento es inverso. Si se toma el promedio móvil de los últimos 12 meses, la ingesta de carne por habitante por año fue de 57,4 kilos en abril, y quedó 1,5 por ciento por debajo del nivel registrado en abril de 2016.
En mayo, una familia de dos grandes y dos chicos gastó 2.034,03 pesos sólo en la carne que necesitó en los 31 días, según el relevamiento que realiza La Voz el último miércoles de cada mes en cuatro supermercados.
En abril pasado, la misma mercadería sumaba 2.043,61 pesos. En tanto, que en diciembre del año pasado, el gasto en la carne estaba en 2.040,03 pesos.
Si bien se trata del rubro que menos aumentó en el último tiempo –la variación interanual es de apenas 3,3 por ciento–, es el que más dinero se lleva. Eso explica por qué ahora se comen más otros alimentos.
Los productos de almacén le pisan los talones. Allí se van 1.897,98 pesos por mes. La variación respecto de diciembre en este rubro es del 5,7 por ciento, bastante por encima de la de la carne.
La suba en un mes
La canasta del supermercado alcanzó los 6.827,21 pesos después de un incremento de 0,4 por ciento durante mayo.
Los productos de almacén, carnes y lácteos permanecieron quietos, mientras que las frutas y las verduras bajaron, ayudadas por la cebolla, la naranja y el tomate que están muy baratos.
Pero el sector de tocador y limpieza se disparó un 8,4 por ciento. Allí aumentaron los pañales, el jabón para la ropa, las afeitadoras y el desodorante entre 10,6 y 18,4 por ciento. Es, lejos, el rubro de mayor incremento en el año, con un 15,1 por ciento.
Una familia con un bebé gasta solamente en tres paquetes de pañales de 36 unidades cada uno 437,24 pesos por mes. En jabón para la ropa, también se va mucho dinero: 135,49 pesos promedio.
Verduras y frutas. En el sector, hubo fuertes aumentos y también importantes caídas. El rubro quedó 2,6 por ciento más bajo que el mes pasado.
Están más baratos el tomate perita, la cebolla y la naranja (entre 23 y 31,7 por ciento). En cambio, aumentaron la manzana, el anco y se esperan más subas en las verduras de hoja, a raíz de las últimas inclemencias climáticas en la zona de producción.
Hay que aclarar que la realidad de las verdulerías de barrio es distinta a la de los supermercados. Las grandes superficies no se abastecen necesariamente de la producción local.
Lácteos. La leche está 4,1 por ciento más cara que el mes anterior; y el queso rallado, 5,4.
En cambio, bajaron el queso cremoso y la manteca.
El rubro quedó 0,5 por ciento abajo con relación a abril, aunque está 8,5 por ciento arriba respecto de diciembre del año pasado. Cuesta encontrar productos Sancor y los reemplazos a veces tienen precios elevados.
Almacén. La caída en un mes fue de 0,5 por ciento en el sector. Hay muchas ofertas del tipo “llevá dos o tres al precio de uno o dos”.
Bajaron por promociones especiales el puré de tomate, los fideos, el café y el arroz.
En cambio, subieron el azúcar, la harina y la yerba, entre cuatro y nueve por ciento de acuerdo con el relevamiento de este diario.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior