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El petróleo se recupera de la crisis: mala noticia para la nafta

La semana pasada fue el round de estudio entre las petroleras (en especial YPF) y el Gobierno de Alberto Fernández por un potencial (algunos hablan de “inminente”) aumento de los combustibles líquidos, cuyos precios están congelados desde hace ocho meses.

Si bien no se han producido definiciones respecto de cuánto ni cuándo van a subir, quedó muy claro que las petroleras consideran que ya “apoyaron” lo suficiente al haber transitado sin incrementos todo el primer tramo del nuevo gobierno y la etapa más cerrada de la crisis pandémica.

Del otro lado del mostrador, en el Ministerio de Economía saben que si sueltan el precio de los combustibles es casi inevitable que se pueda llegar a diciembre con el 40 por ciento de inflación interanual.

Esa meta no es formal, pero fue mencionada en una de las entrevistas que dio el ministro Martín Guzmán tras el acuerdo con los tenedores de deuda bajo ley extranjera.

Demasiada presión

Las razones para que el proceso desemboque en una suba son varias y concurrentes.

Por un lado, la crisis que generó el derrumbe del valor del petróleo comienza a despejarse.

En efecto, el Brent, que sirve de referencia en la región, cotiza a 44,40 dólares por barril, esto es más del doble que en abril, cuando en pleno aislamiento mundial por la pandemia de coronavirus tocó el piso de los 18,38 dólares.

Y lo más importante, está a un paso de los 45 dólares, el valor fijado para el “barril criollo”.

¿Qué es esto? El 19 de mayo, cuando el precio del crudo oscilaba entre 30 y 35 dólares, el Gobierno oficializó el regreso del denominado “barril criollo” con el objetivo de apuntalar la producción local. El sistema había regido durante buena parte del kirchnerismo y fue dejado de lado en septiembre de 2017 por el entonces ministro de Energía del expresidente Mauricio Macri, Juan José Aranguren.

Desde mayo y hasta el 31 de diciembre, las entregas de petróleo en el mercado local deben ser facturadas por las compañía productoras y pagadas por las refinadoras y comercializadores tomando como referencia el crudo tipo Medanito, que fue fijado por el Estado en los 45 dólares.

Pero el decreto aclara que en caso de que “la cotización del barril Brent que opera en el mercado electrónico de Londres supere los 45 dólares durante 10 días consecutivos en el mercado de futuros”, la norma quedará sin efecto. Esto está ocurriendo ahora, e inyectará presión en el valor de los combustibles en los meses que quedan de 2020.

Por otra parte, está la inflación local, que golpea a las puertas de todo el sistema de extracción, distribución y venta de nafta y gasoil: desde el 1º de diciembre hasta el 31 de julio, el índice de precios al consumidor dio un salto del 16 por ciento. Y los combustibles no se movieron.

Asimismo, la depresión de consumo por la cuarentena, la otra gran causa que propició el estancamiento de los precios, ya no está en los niveles del final de marzo y abril, cuando se llegaron a registrar caídas de ventas de nafta en las estaciones de más del 71 por ciento, de acuerdo con datos de la Federación de Expendedores de Combustibles (Fecac).

Según Gabriel Bornoroni, presidente de Fecac, los precios en el surtidor acumulan “un atraso de alrededor del 12 por ciento”. Así, de concretarse en estos términos, el valor de la nafta súper debería elevarse hasta los 67 pesos en Córdoba.

El aumento de la nafta y del gasoil impacta de dos maneras igualmente perjudiciales en los bolsillos. Por un lado, de forma directa, afecta en la canasta básica de los hogares por la llamada movilidad: el costo de traslado de los integrantes de las familias.

El otro impacto es indirecto y no se advierte al cargar combustible en los surtidores. Es el costo de traslado de los bienes, que se encarece y que, tarde o temprano, impacta en los precios de la gran mayoría de los productos o servicios.

Diferencias entre Córdoba y Buenos Aires

Pasó durante todo el kirchnerismo, continuó en los cuatro años de macrismo y sigue ahora, desde que gobierna Alberto Fernández: los combustibles se venden notablemente más baratos en Buenos Aires.

El litro de nafta súper cuesta $ 53,47 hoy en Caba y buena parte del Gran Buenos Aires, mientras que en Córdoba cotiza a $ 59,49, un 11,25% más. Con la premium pasa igual: es 7,6% más cara en Córdoba.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior