Policiales

Pedro Kuczynski aventaja a Fujimori en unas reñidas elecciones de Perú

Los peruanos contenían esta noche la respiración y el “final de infarto” del que se hablaba en días previos parecía confirmarse. Pero todo indicaba que el Perú lo hizo otra vez y le habría cerrado el paso al regreso del fujimorismo: el tecnócrata liberal Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, conocido por sus iniciales “PPK”, se convertiría en el próximo presidente de este país de más de 30 millones de habitantes para los próximos cinco años, según un escrutinio oficial parcial y dos “conteos rápidos”.

Con todo, y ante la falta de resultados oficiales suficientes para marcar una tendencia definitiva, los peruanos se fueron a dormir con un margen de dudas, pese a que entre los seguidores de PPK todo era festejos y alegría.

Con el escrutinio oficial del 79,49% de votos, PPK obtenía el 50,82% contra 49,17% para Keiko Fujimori. Sin embargo, ese dato no bastaba para dar una tendencia firme. Los “conteos rápidos” difundidos horas antes confirmaban esos números: según uno de la consultora GFK, que dio con precisión los resultados de la primera vuelta, PPK obtendría un 50,9% de los votos contra el 49,1 % de Keiko, la hija del ex jefe de Estado preso por delitos de lesa humanidad, Alberto Fujimori. Esto representaría unos 300.000 votos de diferencia que, a juicio de Hernán Chaparro, titular de GFK, serían irremontables para la aspirante presidencial de Fuerza Popular. Pero para evitar triunfalismos, sobre todo en las calles tras una campaña muy polarizada entre fujimorismo y antifujimorismo, llamó a esperar los resultados oficiales. Otro conteo rápido de la firma Ipsos le agregó suspenso a la noche. Según esta firma, la diferencia era de apenas un punto a favor de Kuczynski: 50,5% a 49,5%.

Unas tres horas y media después del cierre de las mesas y apenas 30 minutos de conocidos los conteos rápidos, PPK llegó al local central de Peruanos por el Kambio, en el elegante barrio de Miraflores, para saludar a sus seguidores. En un balcón de esa casona colonial se animó hasta bailar al ritmo de la música andina. “Sí se pudo, sí se pudo”, gritaban abajo sus seguidores. “No hemos ganado todavía. Hay que esperar los resultados oficiales. Tenemos que ser vigilantes para que no nos roben los votos en las mesas, pero yo estoy seguro de que la autoridad electoral saldrá mañana con su veredicto favorable a la democracia y a PPK”, dijo el virtual presidente del Perú.

Al finalizar su discurso, le envió un mensaje a Keikoi, ya que el partido de PPK apenas tendrá 18 congresistas en el Parlamento unicameral y el fujimorismo contará con la aplastante mayoría absoluta de 73 miembros. “Queremos un país democrático y dialogante. Por eso, tomamos estos datos con optimismo pero con modestia”, agregó.

Keiko, en tanto, salió a saludar desde la terraza de su búnker, un hotel de San Isidro al filo de la noche. Se la veía con buen ánimo y resaltó que la “llenaba de orgullo saber que tenía el respaldo del 50% de la población”. “Las cifras que vemos nos muestran un empate técnico. Sin embargo, vamos a esperar con prudencia porque toda la noche llegarán los votos de las regiones, el extranjero y el voto rural profundo. Por eso somos optimistas”, dijo la hija del ex presidente.

Finalmente, a los peruanos parece haberlos unido más el espanto por el apellido Fujimori y la indiferencia de Keiko ante los casos de corrupción en su partido y en su familia, que el entusiasmo por PPK, un candidato sin mucho carisma que hace apenas una semana estaba fuera de juego.

Si a ese escenario se le suma la reacción y la agresividad demostrada en el último debate de televisión más las movilizaciones de la izquierda, liderada por Verónika Mendoza, se explica ese resurgir y la victoria que debe confirmar ahora la justicia electoral, seguramente en el transcurso de hoy lunes.

“El recuerdo del autoritarismo pudo más que el temor al neoliberalismo y los peruanos prefirieron votar por la democracia. Aquí fue clave el voto de la izquierda, sobre todo en el sur, que antepuso los valores democráticos a las enormes diferencias que tienen con PPK”, dijo a Clarín Carlos Novoa Shuña, analista internacional y profesor de la Universidad de Lima.

Fue clave, además, la ofensiva de los medios de comunicación y de casi toda la clase política que se encolumnó detrás de un hombre que, para ellos, representaba la “democracia” contra el “narcoestado”.

Bajo un cielo plomizo y cargado de humedad, la populista Fujimori votó temprano en el distrito de Santiago de Surco y se retiró sin hacer declaraciones, mientras Kuczynski lo hizo en el distrito San Isidro, con un deseo: “Que la democracia, la unidad y el diálogo ganen hoy”. Al parecer, todo indica que así será. En su prisión, Alberto Fujimori no ha de pensar lo mismo.

Fuente: Clarín. http://www.clarin.com/mundo/liberal-presidencia-Keiko-Fujimori-Peru_0_1589841163.html

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