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Nueva jornada con largas filas para testearse en la ciudad

Filas de más de tres cuadras con una espera de casi tres horas se registraban este martes frente a los centros de testeos de la ciudad, donde en las últimas 24 horas se notificaron 175 nuevos casos de coronavirus, una cifra que se mantiene en ascenso en las últimos días, en medio de una nueva ola de la enfermedad.

Decenas de personas esperaban su turno desde temprano tanto en los centros de testeos como en los diferentes laboratorios privados, que realizan pruebas de antígenos a quienes tienen algún síntoma de Covid-19, o a quienes acuden de manera preventiva quienes no tienen sintomatología pero fueron contacto estrecho de algún caso confirmado de la enfermedad.

San Francisco cuenta con dos grandes centros de testeo (SUM Barrio Parque y la Sociedad Rural) más los distintos laboratorios privados. Este miércoles, por decisión de la Municipalidad de San Francisco, se anexará un centro de testeo móvil en la Plaza Vélez Sársfield de 19 hs. a 21 hs. en donde los vecinos podrán acercarse.

En la Sociedad Rural como en el SUM de Barrio Parque, las personas mantenían la distancia en una fila que superaba las tres cuadras, algunas sentadas en la vereda, otros en el cordón y otras apoyadas en las rejas que bordean el predio ruralista, entretenidas con sus teléfonos celulares, abanicándose o hidratándose con agua por las altas temperaturas.

«Estoy esperando hace una hora», dijo a DSF José, quien con dolor de cabeza aguardaba para hacerse el test porque mantuvo contacto días atrás con un amigo en un festejo por la navidad en un boliche que resultó positivo para coronavirus.

Virginia, quien llegó a las 8:30 hs. a la Rural, cree que pudo contagiarse en el baile que se llevó a cabo en Bomberos el sábado por la noche porque no reconoce un contacto estrecho, pero siente dolor de garganta y tiene tos. «Tendré que esperar y realizarme el hisopado».


La fila en la Rural alcanzaba los 300 metros fuera del predio

Asimismo, Juan contó minutos antes de ingresar al SUM para testearse que, a pesar de tener las dos dosis de la vacuna, tiene miedo a contagiarse y fue a realizar un hisopado por prevención.

Valentina, que tenía tos y dolor de garganta, era la primera en la fila luego de tres horas de espera. «Está todo colapsado y no podemos esperar tanto tiempo», se lamentó.

A pesar del aumento sostenido de casos de coronavirus, la ocupación de camas en el Hospital Iturraspe es muy bajo con 5 camas y ningún paciente necesita asistencia respiratoria.

Al aguardo de los números de este martes, la ciudad vive días de muchos contagios y largas colas en sus centros de testeos.