Policiales

No recomiendan el uso de túneles sanitarios para eliminar el coronavirus

Con la relajación de las medidas de aislamiento el desafío es cómo lograr niveles de higiene y desinfección en comercios e industrias.

Una tecnología que está apareciendo en el mercado son las cámaras o túneles de desinfección que utilizan ozono, rayos ultravioleta o alguna sustancia química desinfectante.

Sin embargo, no existe evidencia científica que avale la eficacia de estas tecnologías como medida preventiva para la transmisión de SARS-CoV-2

Esa es la principal conclusión de un documento del Ministerio de Salud Pública de Uruguay que revisó la literatura científica que hay sobre el tema.

La Asociación Toxicológica Argentina emitió un comunicado en el mismo sentido.

Además, advierte que, en todo caso, estos agentes están indicados para aplicar en superficies inertes, desinfección de aire y de agua, no para el uso en humanos.

El informe también explica que la exposición de un individuo portador del virus a estos sistemas no inactivará el virus dentro del cuerpo, con lo que la persona infectada seguirá siendo un agente de contagio.

“Los túneles de desinfección pueden crear una falsa sensación de protección en las personas, lo que podría desviar su atención de las medidas con eficacia y seguridad comprobadas, como son el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente y el uso de mascarillas o protectores faciales”, concluye el trabajo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y autoridades sanitarias de otros países tampoco los recomiendan.

Túneles con ozono

El ozono es una gas que se encuentra en la atmósfera a dos alturas. La capa de ozono de la estratosfera nos protege de los rayos ultravioletas, mientras que el ozono troposférico, casi a nivel superficial, es consecuencia de la contaminación provocada por la actividad humana.

En cualquier caso, se trata de un gas tóxico para las personas. Por su alto poder oxidante puede destruir cualquier compuesto orgánico: proteínas, lípidos, ARN, ADN.

El ozono se usa en el tratamiento del agua potable porque tiene la misma acción que el cloro. También se usa para desinfectar laboratorios.

El coronavirus está compuesto de proteínas, lípidos y ARN con lo cual puede inactivarlo. Pero también puede afectar nuestro organismo.

Rayos ultravioletas

Existen tres tipos de rayos ultravioletas: A, B y C. Los C son los de mayor energía y tienen la capacidad de arrancar electrones de las moléculas.

“El Sars-Cov-2 puede ser efectivamente inactivado por los rayos ultravioleta C (UV-C) si es expuesto directamente a ese agente en una dosis efectiva”, dice el documento uruguayo.

Pero advierte: “La UV-C no está destinada a la desinfección humana directa ya que la exposición a la radiación UV-C puede causar efectos altamente nocivos para la salud si no se utilizan las medidas de protección para garantizar la seguridad”.

Ocurre que la UV-C puede provocar mutaciones en el ADN de los seres vivos. La capa de ozono nos protege de este tipo de rayos UV.

Esta tecnología también es usada en laboratorios científicos, pero la OMS ha advertido el peligro de utilizarla en el ámbito doméstico o en comercio.

En el mercado existen lámparas domésticas UV que no tienen suficiente potencia ni energía para garantizar la desinfección de coronavirus. Un ejemplo son la que se usan para secar el esmalte de uñas, las cuales generan luz UV-A, de menor energía.

Cámaras desinfectantes

Otra tecnolgía son los túneles que pueden rociar con una sustancia desinfectante a su paso.

La efectividad depende tanto de la superficie a desinfectar como el agente desinfectante, el cual puede ser amonio cuaternario, isopropanol, etanol, peróxido de hidrógeno, compuestos fenólicos, hipoclorito de sodio y acido hipocloroso, entre otros.

Pero también depende del tiempo de exposición. Las recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. hablan de un rango de cinco a 10 minutos. Según el análisis del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, los túneles de desinfección no garantizan un tiempo de exposición suficiente ya que solo expone al producto por 30 segundos.

Además, muchos de los agentes utilizados presentan efectos nocivos para la salud humana.

No hay secretos

El hipoclorito de sodio o lavandina (diluida en agua en una proporción del 0,1 por ciento) sigue siendo la sustancia más efectiva para matar al virus de las superficies, una de las principales vías de contagio.

En los dispositivos electrónicos la mejor opción es el alcohol al 60 por ciento.

Para las personas, la mejor medida de protección es el distanciamiento físico de por lo menos dos metros y la higiene de manos con agua y jabón cada vez que tocamos objetos de alto contacto (picaportes, canilla, etc.) que previamente pueden haber sido usadas por personas con el virus.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior