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Nace el primer hotel con eje en la integración de gente con discapacidad

Lucía Torres casi no lo puede creer, pero su sueño se hizo realidad. Como mamá de Bruno, un niño con síndrome de Down de Villa Carlos Paz, le tocó lidiar con muchas adversidades por lo que ayer, la buena noticia de poder concretar la apertura de un hostel atendido y gestionado por jóvenes con esa discapacidad, le cae como un enorme sueño cumplido.

“Sí, claro, los sueños se cumplen”, se apura a decir en medio del alboroto que se escucha entre los que terminaban de dejar todo listo ayer para la inauguración, en Villa Carlos Paz, para la apertura del primer hostel de Albergo Ético en la Argentina y en América latina.

La fecha elegida no fue casual: ayer fue el Día Mundial del Síndrome de Down.

El proyecto de que jóvenes con esa capacidad diferente puedan atender y hasta gestionar establecimientos turísticos surgió en Italia. Desde ese país llegó Mauro Dagna, quien tomó la posta como un desafío para extender en otros puntos del planeta. Lucía se contactó con Dagna y empezaron a pergeñar, años atrás, esta idea que ahora mutó en realidad, en la principal ciudad turística cordobesa.

Durante todo un año, tuvieron su prueba de fuego en el hotel El Cid, donde trabajaron a la par de los mozos, cocineros, mucamas y recepcionistas, y aprendieron el oficio. Esa capacitación representó el salto hacia una fuente laboral, materia siempre esquiva para personas con discapacidades.

Ahora tendrán su propio hostel que será gestionado plenamente por los 12 chicos que se formaron a lo largo de un año de preparación.

Apostar

“Cuando uno se propone algo y se mantiene con firmeza en su propósito, sin dudas el universo conspira para lograrlo”, expresó Laura en las horas previas al corte de cinta. “Desde el primer día en que Mauro llegó, siempre tuve la idea de hacer nuestro propio Albergo. El camino duró un año y confié desde el primer día en que íbamos a llegar a este punto”, dijo. “También confío en que esto se va a replicar en otros lugares del país y que nuestros chicos van a seguir creciendo”, agregó.

El desafío de los cinco primeros jóvenes que ingresaron al proyecto el año pasado será mayor ahora que pasarán a convertirse en tutores de los otros siete que vengan a aprender todo lo que tiene que ver con el manejo de un hotel.

Los verdaderos protagonistas de esta historia, de entre 20 y 40 años, son Natalia Robledo, Daniel Regueiro, Sonia Genesio, Gabriel Panero y Lautaro Andrada. Durante los últimos días no pararon de trabajar en los preparativos y ayer, en la inauguración formal, no podían ocultar su alegría y ansiedad.

Dónde y cómo

El hostel Albergo Ético está ubicado en Avenida Bach 540, de barrio Costa Azul. La Fundación Unidos por la Inclusión Social (Upis), que dirige Lucía Torres, promovió el proyecto local y obtuvo las donaciones para darle forma al emprendimiento. La sede se logró mediante un comodato.

Los trabajadores integrados al proyecto son de Villa Carlos Paz, Córdoba, Cosquín, Alta Gracia y Malagueño.

Faltando minutos para la inauguración, Gabriel Panero se sienta con pose de cansancio en un cómodo sillón de la recepción del flamante hostel. “Es una responsabilidad muy grande la que tenemos ahora”, advierte. Él integra el grupo de cinco y será tutor de los siete que vienen a aprender.

Su compañera Sonia Genesio se ocupa de observar cada detalle en la indumentaria y el aspecto de cada uno y enfatiza en cómo tratar a los pasajeros que llegarán.

Todo está prolijo y limpio en el primer día. El establecimiento podrá alojar hasta 12 personas por día, sobre la avenida que antecede al “camino de las 100 curvas”, por el que se llega al dique San Roque.

El italiano Dagna recuerda, cuando todo está listo, que llegó por primera vez a Carlos Paz en 2017 a dar charlas sobre esta experiencia que nació en su país. Con la modalidad de hostel (similar a hospedaje) plantea que “este es un escalón intermedio” y que podría ya imaginarse un salto futuro hacia un hotel mayor. “El objetivo final es un hotel, que además funcione como una academia de independencia en la que los chicos puedan quedarse a vivir en el lugar mientras dure la pasantía en la que aprenden estos oficios”, apuesta.

La idea de Dagna es que este hostel que desde hoy recibe huéspedes en Villa Carlos Paz sea también una especie de escuela a la que lleguen jóvenes similares del país, e incluso de Sudamérica, para tener su primera experiencia laboral. Y soñar su propio camino.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior