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Ley de emergencia: Diputados aprobó en general el megapaquete

La Cámara de Diputados aprobó en general con 134 votos contra 110 el proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, en la emergencia pública, que otorga facultades al presidente Alberto Fernández.

El jefe del interbloque de Juntos para el Cambio, Mario Negri, hizo una encendida defensa de la gestión de Mauricio Macri y trazó comparaciones con el gobierno de Cristina Kirchner.

«No hay un mundo igual al 2015, no hay tolerancia social para juntar tanta discrecionalidad como en 2015», afirmó. Su discurso fue muy aplaudido.

El cierre, después de más de 15 horas de debate, estuvo a cargo del jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien repasó los principales logros de gestión del kirchnerismo y cuestionó a la administración de Mauricio Macri.

«Encontramos un panorama parecido al del 25 de mayo de 2003», afirmó.

La Cámara de Diputados aprobó hoy, en general, el proyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en la emergencia pública, que otorga facultades al gobierno para instrumentar las medidas para superar la crisis económica.

Tras la votación en general, los diputados votaban en particular distintos artículos del proyecto que será girado hoy mismo al Senado, que tiene previsto comenzar a sesionar a partir de las 14.

Acalorado debate

Durante el debate expusieron más de 130 oradores y la discusión entre el oficialismo y la oposición estuvo centrada en la delegación de facultades, la suspensión de la movidad jubilatoria, y los alcances que tendrán el aumento de las retenciones agropecuarias.

La sesión especial, comenzó a las 15 cuando el oficialismo junto al Interbloque Federal y de Unidad Federal para el Desarrollo lograron juntar quórum, ante la negativa de Juntos por el Cambio de colaborar para reunir el número para habilitar el debate sobre el proyecto promovido por el gobierno.

Previo al inicio del tratamiento del proyecto de Solidaridad Social, el plenario aprobó y giró al Senado un proyecto que autoriza al Presidente de la Nación a entrar y salir del país sin tener que pedir permiso al Congreso Nacional.

El proyecto establece la creación de un impuesto a la compra de dólares para turismo o atesoramiento, aumento de alícuotas del impuesto a los bienes personales, moratoria para las pymes, congelamiento y revisión de las tarifas, suba en las retenciones y la suspensión de la movilidad jubilatoria.

En la primera sesión extraordinaria conducida por el bonaerense Sergio Massa, el Frente de Todos se encaminaba esta mañana a lograr su objetivo de sancionar esta ley clave para el gobierno ya que logró cosechar el respaldo de los interbloques Federal -integrado por Consenso Federal y diputados cordobeses- y de Unidad Federal para el Desarrollo, que conduce el mendocino José Luis Ramón.

En las últimas horas los diputados del Frente de Todos y bloques provinciales buscaban acuerdos sobre retenciones agropecuarias para establecer compensaciones para las pymes agrepecuarias, tras consensos en otros puntos como eliminar de la suspensión de la movilidad a docentes y científicos.

Los cruces en el recinto

Como era de esperarse, los diputados del Frente de Todos justificaron la emergencia en el desastre en que, a su criterio, dejó el país la gestión de Mauricio Macri, y sus colegas de Juntos por el Cambio cuestionaron las facultades delegadas que le otorga a Alberto Fernández el megaproyecto en debate, porque a su juicio significa la entrega de la suma del poder público.

Acaso el único discurso de cierta sensatez lo pronunció el albertista Eduardo Valdés, que dijo que no era pertinente repartir culpas a uno u otro gobierno por la situación socioeconómica que sufre país desde hace décadas.

«Algo nos pasa, algo no hacemos bien, no es los unos contra los otros. Los números hoy de la micro y de la macroeconomía son de emergencia. Y no lo hago cargo de esto solo al Gobierno anterior», dijo el diputado del FDT y agregó: «Que la pobreza esté en el 40 por ciento les juro que duele y mucho, pero nosotros la dejamos en el 30 por ciento, y dolía y mucho. Y no da para enrrostrarle la pobreza uno al otro (gobierno). La democracia argentina se debe un acuerdo político para luchar contra la desigualdad social».

Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, ensayó un discurso moderado, destacando el llamado a la unidad de los argentinos que el Fernández hizo en asunción y criticando a «los fanáticos de uno y del otro lado de la grieta», pero indicó que no esperaba que después de ese discurso presidencial «se animara a un proyecto de este tipo», al que criticó de cabo a rabo.

«Acá no hay ni tierra arrasada ni tampoco es que dejamos las bases para empezar a crecer. Ni lo uno, ni lo otro. No tenemos ningún derecho los dirigentes de este país para atribuirnos ese carácter fundacional», dijo después el exgobernador de Mendoza, en una crítica abierta a Macri.

El resto de los discursos, en general, fueron de un tenor bastante más beligerante. Temprano, Maximiliano Ferraro, presidente del bloque de la Coalición Cívica-ARI, había anunciado formalmente que no acompañarían el proyecto para «no permitir que se instale desde lo semiótico que esto es una ley de solidaridad para sacar a la Argentina adelante», cuando en realidad es «una clara ley de plenos poderes para que el Ejecutivo haga lo que quiera».

El macrista Luciano Laspina dijo que el impuesto del 30 por ciento sobre los consumos con tarjeta en el exterior y moneda extranjera es «oneroso» y es un «impuestazo a la clase media». «¿O vamos a creer que el que compra por internet es Paolo Rocca?», se preguntó, en alusión al CEO del Grupo Techint, y señaló que las emergencias pretendidas son «la suma del poder público».

El mendocino Omar de Marchi calificó al proyecto de «ley de arrebato institucional», sin que haya un plan económico que lo justifique.

El santafesino Luis Contigiani, que integra el interbloque Federal con el socialismo y el lavagnismo, dijo que «los pequeños y medianos productores no tienen nada que ver con los 10 mil que producen el 80% de la soja en la Argentina» y que «no son ni oligarcas ni terratenientes». «Vayan a las provincias y lo van a entender», lanzó.

En el oficialismo, Fernanda Vallejos reprochó las críticas a las emergencias pedidas por el Poder Ejecutivo al dirigirse a JPC y señalar que «durante cuatro años un presidente», por Mauricio Macri, «gobernó prácticamente por decreto», porque «hasta jueces de la Corte se pretendió imponer por decreto», y sostuvo que «el Congreso permaneció virtualmente cerrado».

La diputada por la Provincia de Buenos Aires también defendió la suspensión de la fórmula de movilidad jubilatoria al señalar que «en diciembre de 2017 se aprobó una reforma previsional que les ha costado a los jubilados que los haberes caigan un 13% en los últimos dos años y 20% en los cuatro años de gobierno de Macri».

El camporista Marcos Cleri también justificó las emergencias declaradas en el proyecto cuestionando cifras del gobierno de Macri: «De 2015 a 2019 cayó un 5 por ciento el PBI y un 8 por ciento, el PBI per cápita; hubo un 500 por ciento de devaluación; nos dejaron un 40 por ciento de pobreza y un 11 por ciento de desempleo, y el 90 por ciento del PBI está comprometido con un endeudamiento brutal que tomaron sin pasar por el Congreso», dijo el santafesino.

Uno de los más vehementes del FDT fue el radical Leopoldo Moreau, que hace cuatro años se pasó al kirchnerismo: «¡Dejen gobernar, dejen que pongamos en marcha las medidas que nosotros creemos, equivocados o no, que son las necesarias para recuperar la Argentina!», clamó a los gritos.

Moreau dijo que «recibir 5.000 pesos en diciembre y 5.000 pesos en enero», que son los bonos que el Gobierno proponer entregarles a los jubilados que cobran la mínima, de 14.068 pesos en este momento, «son cifras importantes», aunque admitió que «no es justicia social».

«Los votantes de ustedes (Juntos por el Cambio) también quieren que la Argentina se recupere aunque hayan votado por odio contra nuestra fórmula. Porque también están en la pobreza», dijo el diputado del FDT y agregó después: «Terminamos hundidos porque ustedes nos llevaron a este abismo».

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior