Policiales

Las cuentas cerraron, pero con la caída del 40% en obra pública

Luego de las rectificaciones del caso, la Provincia ejecutó el 99,9 por ciento de la recaudación que esperaba, con 240.987 millones de pesos, 37,8 por ciento más que en 2018, lo que en términos reales representa una caída del 9,4 por ciento. Con la recaudación nacional le fue algo mejor que con la propia: 43,7 por ciento creció la coparticipación (5,5 por ciento de caída real), en tanto que los recursos propios aumentaron 32,6 por ciento, con una caída del 12,8 por ciento frente a la inflación del 53,83.

Se destaca la suba de la participación de los ingresos patrimoniales en la recaudación total: pasaron de representar el 13,6 en 2018 al 15,4 por ciento en 2019.

De hecho, el Consenso Fiscal de 2017 establecía que el cronograma de rebaja de impuestos distorsivos a la actividad económica debía compensarse con la suba de los tributos patrimoniales. El año pasado ya se había suspendido la reducción de Sellos, pero sí se avanzó con la rebaja de Ingresos Brutos, lo que impactó –además de la recesión– en la caída de la recaudación.

El gasto corriente, en tanto, alcanzó los 204.786 millones de pesos, con una suba del 34,9 por ciento en términos nominales, tres puntos por debajo de lo que crecieron los gastos. El ejercicio 2019 de la administración central muestra un ahorro corriente de 36.179 millones.

En la ejecución de septiembre, el ahorro corriente representaba el 14,3 por ciento de los ingresos y la perspectiva era que terminaría el año rozando el 12, pero terminó en el 17,2 por ciento, nada despreciable para un año tan complejo.

La partida de personal, la más significativa (con 107 mil millones de pesos) aumentó 40,4 por ciento, con una caída real del 7,7 por ciento. La suspensión de la “cláusula gatillo” en agosto y unas paritarias más acotadas para el último cuatrimestre del año explican, en buena parte, el ahorro corriente.

De todos modos, cuando se le agregan todos los organismos que dependen del fisco pero están descentralizados, como las agencias y la Caja de Jubilaciones, el gasto crece hasta los 272.774 millones de pesos y los ingresos, a 300.067 millones.

Llama la atención que este año, a diferencia de los anteriores, la Dirección de Presupuesto no desagregó organismos descentralizados y Caja, una de las exigencias que impone la Ley de Responsabilidad Fiscal. Con este criterio, el resultado económico –es decir, el ahorro corriente– baja de 36.179 millones a 27.293 millones.

Intereses

El pago de intereses de la deuda fue uno de los ítems que, lejos de licuarse, creció 28 por ciento en términos reales por efecto de la devaluación. En 2018 este ítem le había llevado 1.130 millones de pesos y, en 2019, fueron 2.194 millones: 94 por ciento más. El crecimiento porcentual asusta, pero en plata aún es muy manejable: el uno por ciento de ingresos. El problema para Córdoba está en 2021.

En tanto, se registran 71.850 millones en transferencias corrientes. De esto, los municipios recibieron 34.694 millones (40% interanual); las escuelas públicas de gestión privada, 12.842 millones, y el resto fue a Paicor, becas, Tarjeta Social, boletos gratuitos y Tarifa Solidaria, entre otros.

Hasta ahí lo que pasó “arriba de la línea”, es decir, todos los compromisos corrientes para el funcionamiento del Estado. Visto en perspectiva, haber anticipado las elecciones a mayo le dio a la Provincia el margen suficiente para, pasados los comicios, ajustar. Y vaya que ajustó: la inversión en obra pública cayó 40 por ciento.

Una vez pagados los gastos con los ingresos corrientes, quedan los gastos de capital: pagar las obras públicas en marcha y la amortización del capital tomado como deuda. Eso se financia con el mismo ahorro corriente y, cuando no alcanza, con la toma de deuda.

La inversión real directa en 2019 fue de 10.591 millones, esto implica una caída nominal interanual del 9,9 por ciento, pero del 40,8 si se descuenta la inflación. En 2018 fueron 11.759 millones. La propia cuenta de inversión reconoce esto, aunque argumenta que la baja se debe a que se terminaron las principales obras en marcha, como los gasoductos y el cierre de la Circunvalación. Eso es cierto, pero también es cierto que se demoraron algunas (Altas Cumbres) y otras no se iniciaron, como la autovía de Punilla. Además, se transfirieron 12.283 millones a la Agencia de Inversión y Financiamiento, que también paga trabajos públicos. Un detalle: la rendición de cuentas de la Acif, que maneja 22.200 millones, se limita a un balance que ocupa media carilla.

En tanto, se pagaron 1.063 millones de amortizaciones de deuda.

En 2019, la Provincia hizo poco uso del crédito: 1.196 millones, casi todo de remanentes pedidos con anterioridad. En 2018, fueron 2.595 millones.

Con el ahorro corriente de 36.179 millones de la administración central, se cubrió la totalidad del gasto de capital del ejercicio, que llegó a los 27.731 millones. Así, el resultado financiero fue de 9.662 millones. Pero si se toma el criterio que exige Nación, consolidando todo el gasto del sector público, el resultado financiero es deficitario en 3.258 millones de pesos. Aunque no está desagregado, en ese número impacta el déficit de la Caja. Esa es la plata que le falta a Córdoba y que desde hace meses reclama.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior