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La trama de la corrupción K, al desnudo en 8 cuadernos

Cualquier argentino podría haber creído que ya había demasiadas historias negras con bolsos y valijas de la corrupción. Pero todavía quedaba lugar para otra más. Los políticos locales siguen trabajando para los guionistas de Netflix, arrojándoles las mejores historias de arreglos espurios, coimas millonarias y robos que puedan imaginar.

La investigación periodística (del diario La Nación) y judicial que explotó ayer desde Buenos Aires habla de un auto Toyota Corolla en el que se trasladaron unos 200 millones de dólares (según fuentes judiciales, podrían ser más) a lo largo de 10 años de gobierno kirchnerista.

¿No es una historia fabulosa? Cientos de viajes clandestinos entre cuartos de hoteles, despachos estatales, restaurantes de cinco tenedores y estacionamientos oscuros, realizados en un clima de película de espionaje, que fueron además registrados en ocho cuadernos de un chofer meticuloso, expuesto –supuestamente– por una exesposa enojada debido a una declaración de bienes incompleta.

Detenidos y buscados

Hasta ayer, en estas primeras horas, el caso ya tenía presos a 12 personas: seis exfuncionarios nacionales y seis empresarios favorecidos por contratos millonarios durante la década pasada.

Cuando la más famosa historia de bolsos con dinero de la corrupción argentina saltó a las pantallas del mundo en 2016, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner respondió desafiante: si el exsecretario de Obras Públicas José López pudo arrojar a un convento bolsos con nueve millones de dólares fue porque hubo empresarios que se los dieron. Y pidió que se investigara a los empresarios.

Esta nueva investigación viene a cumplirle el deseo: el juez federal Claudio Bonadio emitió órdenes de detención para una veintena de personas en las que brillan los directivos de firmas privadas. Por supuesto que también en esa lista aparece el elenco estable del que fue el Ministerio de Planificación dirigido por Julio De Vido, el funcionario íntimo de Néstor Kirchner, desaforado de la Cámara de Diputados el año pasado y luego detenido, acusado de desviar 270 millones de pesos que correspondían a la central carbonífera de Río Turbio.

El chofer con ínfulas literarias trasladaba al segundo de De Vido en el ministerio, Roberto Baratta, un exquinielero que inició un frenético ascenso en los mandados de la política luego de ser tocado por la varita mágica del kirchnerismo.

Pero, los que resaltan en esta lista de detenciones son los empresarios, que casualmente ganaron contratos millonarios durante las presidencias de Néstor y de Cristina. Allí figuran Gerardo Ferreyra y Jorge Neira, ambos de la firma cordobesa Electroingeniería; Carlos Mundín, de BTU; Armando Loson, presidente del grupo Albanesi Constructora; Walter Fagyas, expresidente de Enarsa; Javier Sánchez Caballero, exgerente general de Iecsa, el grupo vinculado a la familia del presidente Mauricio Macri, que también hizo muy buenos negocios durante el kirchnerismo, y Claudio Glazman, director de la Sociedad Latinoamericana de Inversiones.

Hasta anoche todavía no habían sido detenidos los empresarios Francisco Valenti, de Industrias Pescarmona; ni el expresidente de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner, ni el abogado cordobés Juan Carlos de Goycoechea, quien trabajó en la constructora española Isolux, que desarrolló numerosas obras públicas en Argentina con dineros provenientes de la península Ibérica.

Valijas y candidaturas

Así es como todos estos nombres de personajes poderosos quedan expuestos a partir de una nueva historia con bolsos y valijas. Claro que la misma Cristina Fernández ahora será una de las personas indagadas, ya que se sospecha que conocía y que se beneficiaba de esta calesita valijera por las calles de Buenos Aires.

Es imposible dejar de observar que esta denuncia golpea a la expresidenta en momentos en que las encuestas parecían comenzar a sonreírle. En el peor momento de la administración de Macri, en plena crisis económica, la imagen de la abogada platense había empezado a repuntar ayudada –decían los encuestadores– por su silencio y por su retirada de la escena.

Si el sueño macrista es competir en las presidenciales del año próximo contra la expresidenta, no cabe duda de que esta nueva acusación, que se suma a otra media docena de causas judiciales que la involucran, le arroja un nuevo tintero sobre el guardapolvo. Su campaña presidencial podría ser una sucesión de indagatorias y asistencias a juicios en calidad de imputada.

Además de los bolsos con los que López despertó a unas monjas en un convento del conurbano bonaerense, no se pueden olvidar las valijas del invitado a la Casa Rosada, el venezolano Antonini Wilson, ni los bolsos llenos de dólares que entraban al despacho del presidente Néstor Kirchner según el testimonio que dio su supuesta amante Miriam Quiroga, ni los bolsos que la dirigente Milagro Sala le entregaba llenos de dinero a Máximo Kirchner, según denunció la diputada jujeña Mabel Balconte.

Queda también abierta la pregunta sobre las esquirlas que puede arrojar este escándalo sobre provincias como Córdoba: varios de los acusados son protagonistas principales en la obra pública provincial.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior