Policiales

La pandemia y la oportunidad de construir empatía social

El contexto económico y político que estamos atravesando, nos pone ante una serie de interrogantes y desafíos para pensar nuevas formas de relacionarnos y construir socialmente.

En primer lugar, destacamos que se ponen en tensión aquellos paradigmas que tienden a pensar a la sociedad desde una lógica individualizante, orientando las resoluciones de las crisis desde lo individual, el mérito y priorizando una dimensión exclusivamente económica.

En virtud de ello, adquiere relevancia concluir, la necesaria intersección entre el mercado, como el que organiza económicamente y la política, como la que articula socialmente.

Como correlato de ello, quiero enfatizar lo primordial del trabajo en conjunto, sin distinción de partidos políticos, entre intendentes, gobernadores y el Gobierno Nacional, a los fines de construir gabinetes, que desde una perspectiva federal, piensen acciones y agendas en común, a los efectos de dar soluciones a la problemática que nos atraviesa.

Destacar por lo tanto, el fortalecimiento del Estado y su rol de intervención y presencia, en sus diferentes niveles.

Sin embargo, este énfasis, no solo destaca la eficacia del trabajo en conjunto, sino también, pone en valor la dimensión de la sociabilidad, la fraternidad y la solidaridad como aspecto a fortalecer para un país y un mundo que decididamente están ante la posibilidad de vincularse de un nuevo modo.

En este contexto, las Universidad Nacionales, entre ellas, la Universidad Nacional de Villa María, decidimos aportar, por un lado, con responsabilidad social, en el acompañamiento a las medidas sanitarias previstas por Presidencia de la Nación.

Por otra parte, en la construcción de redes de trabajadores e investigadores, que desde distintas profesiones, están a disposición de las acciones encaradas por las distintas áreas del gobierno nacional, provincial y municipal, con el convencimiento del rol social sustantivo que deben cumplir las universidades.

Del mismo modo, deseo destacar el trabajo incansable de los trabajadores de la educación, quienes en sus distintos niveles, salieron a construir plataformas virtuales con el objetivo de poder garantizar el acceso a un derecho fundamental, como lo es la educación.

En ese sentido, según explica Freyre, ante estos acontecimientos, emergen posibilidades de afrontar nuevas formas de vida, en las cuales la tarea del docente se vincula con la búsqueda de lo nuevo, lo diferente, a los fines de formar nuevas posibilidades de convivencia, destruyendo el hábito de la repetición y la resignación, que nos habilitan a repensar la lógica de lo pedagógico, desde el encuentro y el diálogo.

Desafíos

Uno de los principales desafíos que se expresan a la hora de las situaciones de crisis, es la reconfiguración de la relación entre lo individual y lo colectivo. La emergencia sanitaria pone en evidencia por lo tanto, la necesidad de pensar la dimensión de lo individual pero fundamentalmente, el cuidado y la responsabilidad hacia el otro/a.

Es de suma importancia encontrarnos en colectivo, responsabilizarnos y cuidarnos en un primer lugar desde lo sanitario, sin descuidar los problemas emergentes que van surgiendo en nuestra sociedad. La clave está en diseñar estrategias integrales para afrontar esta crisis, que incorporen una mirada social amplia, contemplando sus implicancias en lo alimentario, lo afectivo y las no violencias.

Multiplicar la consigna cuidarnos y cuidar al otro, sumando al cuidar el respetar, integrar, colaborar, amar.

A partir de entonces, vemos una oportunidad para aprovechar como sociedad, como introduce Dubet, la posibilidad de construir los espacios y las escenas que permitan decir lo que tenemos en común, a fin de aceptar nuestras diferencias. En definitiva, incorporar y profundizar, a través de la empatía, la lógica colectiva de la solidaridad y el sentido comunitario en nuestro pueblo.

(*) Gabriel Suárez: Decano del Instituto Académico y Pedagógico de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María