Política

La massa seca de Sergio

OPINIÓN – Por Eduardo Reina – Twitter: @ossoreina –

A principios del XX, con las oleadas inmigratorias más importantes, el país recibió variedad de inmigrantes que traían consigo no solo sus ilusiones, sino también su cultura e ideales.


Entre los españoles, italianos, franceses, alemanes, irlandeses, etc que llegaron, se produjo una mezcla de culturas que fue la base para una sociedad sin ningún rasgo racista ni político, ni religioso.

Ellos traían sus baúles llenos de ilusión, ganas y necesidades. Muchos eran anarquistas , socialistas o vaya a saber de qué ideología; pero lo que era más común entre ellos era el sentimiento de desarraigo de familia que vivieron. La mejor forma de sobrevivir a la nostalgia por la pérdida fue materializar un pedacito de esa tierra añorada en sus cocinas.

Estas masas de inmigrantes trajeron consigo las masas de sus tierras natales. No solo en las tradicionales pastas del domingo o la pizza con amigos, sino también, en las panaderías y la marca histórica del anarquismo dejada en los nombres de las facturas.

Además de la mezcla de culturas en nuestro origen y la de agua y harina en su legado culinario, en la Argentina, también la economía se caracteriza, desde hace mucho tiempo, también por la fusión. Fusión imperfecta, mezcla de amigos y enemigos, mixtura de ideología y poder en un limbo participativo.

Estas masas han motorizado grandes cambios políticos y fueron conducidas, cooptadas o engañadas por diversos líderes a lo largo de la historia. Sergio Massa, desde que se separó del kirchnerismo, sueña hace largo tiempo, con ser el nuevo líder de masas que quede al frente del peronismo. Pero la masa de Sergio parece transformarse de a poco en masa reseca que ya pronto nos va a querer vender como “masitas secas”.

Hoy aproximadamente el 45 por ciento de la población cree que la situación es muy mala y casi el 30 piensa que es mala. En los temas de preocupación priman los económicos y la gente piensa que el aumento de precios le ha ganado a todos los problemas, incluida la corrupción y la inseguridad que también resultan temas acuciantes.

El problema entonces no es solamente cómo estamos, sino cómo nos vemos. Nadie ve con optimismo las cosas pensando en qué puede cambiar y casi el 80% de la gente piensa que todo va a empeorar, alimentando el pesimismo y la incertidumbre natural en esta situación. Sergio Massa, otrora el tónico secreto para revivir el frente, hoy empieza a tener peor imagen que Alberto Fernández.

Es verdad que muchos datos económicos apoyan la angustia de la gente: 484 millones de déficit comercial, La caída de las exportaciones agropecuarias por un rango entre los u$s5.500 millones y u$s8.500 millones este año con respecto al 2022. Esto viene a formar parte de la caída del 11,7% de los valores exportados. Sin ir más lejos, en enero, la exportación de combustibles y energía cayó 5,2% y las cantidades importadas de bienes de consumo e intermedios se contrajeron más de un diez por ciento.


La situación requiere mucho optimismo porque hay miles de personas viviendo en las calles de la capital, y el 43% de la población del país vive en la pobreza. Esto es un reflejo de una crisis económica implacable y una inflación altísima que aplastan al país. Esto sumado a la falta de expectativas hace que la economía entre en un espiral inflacionario cuyo límite ya no podemos imaginar. Este combo incluye: aumento en la nominalidad , caída de la actividad y pérdida sistemática de las reservas.

Este pesimismo igualmente no es producto de la imaginación del pueblo argentino, sino que hay una historia de decepciones detrás. Solo en los últimos 50 años, el país ha experimentado tres hiperinflaciones (1975, 1989 y 1990) y además de una serie de crisis de deudas importantes (como las del 2001 y 2018).

Por su parte también, los inversores parecen evaluar que en un cambio de gobierno no podrá sumar más déficit y seguir evitando incurrir en más déficit y evitar aún más el crecimiento comercial. Los impuestos están en niveles récord, la economía argentina no tolera más gasto público.

Recordemos que cuando Macri fracasó fue por el manejo negativo de 2018 y 2019. A su vez, entonces, las acciones se desplomaron imaginando que las políticas populistas regresarían, hoy los inversores están atentos ante un probable cambio positivo.

Por supuesto que el futuro es imposible de predecir. Pero a la luz de los crecientes niveles de pobreza, los elementos más radicales de la coalición peronista pueden prosperar sobre la base de mantenerla y ponerse en contra de las empresas.

La impotencia de Cristina es tan evidente que comenzó el año parlamentario con una ruptura de su frente interno dentro del congreso y no pareció preocuparse mucho. Esto nos muestra que va a hacer lo imposible para quedar bien parada aunque tenga que mandar al frente a todo el mundo.Viene a defender a todo o nada de su prestigio y gestión.

Todos los caminos indican que el peronismo se quiere hacer fuerte en la provincia de Buenos Aires con el plan de mantener ese poderoso bastión para rearmarse para las siguientes presidenciales.

Cristina Kirchner, aunque en declive, todavía posee un núcleo duro que le permitiría postularse como candidata a presidenta pero sabe que eso es es jugar a todo o nada y como sabe que es riesgoso, juega el papel de proscrita aunque no lo esté y pueda ser un candidata competitiva para estas elecciones aunque sea solamente para arañar un puesto en el senado que le asegure fueros para evitar las sentencias judiciales. Pero largarse a una candidatura ahora es saltar sin paracaídas: Cristina lo sabe y por eso espera y desespera haciendo todo tipo de declaraciones en contra la justicia diciendo que no la va a poder frenar, contra Macri, contra la deuda, contra su propio gobierno y en contra de todo el mundo.

La ira de Cristina contra Alberto es cada día peor. No pude entender cómo este señor (“el gordo” como le dicen en el entorno de Cristina ) no entiende lo básico en política que es que le debe obedecer y bajarse de la candidatura. No puede aceptar que el engendro que creó se le haya vuelto en contra.

Todos se disputan el liderazgo del peronismo, pero parece que al peronismo solo le quedan la marchita y los bares temáticos por fuera de la lucha desesperada por mantenerse. Esta ira se convertirá en ataque de de nervios cuando vea la cartelería de Alberto Candidato por espacio A23 que hay previstos para que salgan mañana con el lema: ¨por todo lo que hicimos y por lo que falta hacer”.

La única esperanza de Cristina podría haber sido Massa pero además de que no le cree, tienen un historial de traiciones detrás y sabe que no va a ser tan dócil como Alberto; parece estar desinflándose como candidato a la par que la inflación retoma su carrera.

Siempre dispuesto, apareció Scioli porque “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Juega con su lanzamiento para presidenta pensando en que por ahí se lleva alguna candidatura para volver a estar en escena. En su entorno ya levantan la bandera de la esperanza señalando que tan mal no le fue en las elecciones con Macri y que eso tiene un valor. Pichichi se está instalando, aparece en los programas, los humoristas lo tienen en su cartera, y ante cualquier llamado está disponible. También se asoma servicial Capitanich que también dio muestras durante su carrera política de chupamedismo extremo.

Todo irá tomando volumen y veremos con la presentación en la asamblea legislativa que se dispara ya que se prevén las merecidas críticas al senado y a diputados por la poca laboriosidad y poco tratamiento de las leyes que según dice el ejecutivo (y pocos le creen) le impiden desplegar más su crecimiento .

“Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.”
SIMÓN BOLÍVAR

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Eduardo Reina

Consultor especializado en Comunicación Institucional y Politica, Asuntos Públicos y Gubernamentales, Manejo de crisis y Relaciones con los Medios. Magister en Comunicación y Marketing Político. Universidad del Salvador, USAL, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004. Postgraduate Business and Management. Universidad de California Ext. Berkeley, EEUU. Actual Presidente Tres Cuartos Comunicación y es Docente Universitario. Anteriormente fue Vicepresidente de Estudio de Comunicacion, multinacional española que figura entre las 10 empresas del ranking de Merger Market de empresas Europeas. www.eduardoreina.com