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La industria cordobesa mejora algo pero sigue en un piso de actividad

Tres de cada cinco microempresas tuvo caídas de hasta un 50% en su nivel de actividad en el último año, la mayor parte de las Pyme, en tanto, recuperó algo de trabajo en julio, la mitad de las medianas operan a un 70% y la mayoría de las grandes compañías mantienen un significativo porcentaje de capacidad instalada sin usar, algunas ni si quiera llegan a la mitad.

Estas son las principales conclusiones del relevamiento industrial “Impacto del Covid-19” efectuado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC), entidad que informó, en colaboración con el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) sobre cinco situaciones bien marcadas por las que atraviesa el sector fabril.

«Esta claro que los sectores que traccionan, como el campo, inciden positivamente en algunos sectores. Otros, no están en un pozo. Pero son pocos los sectores que muestren una situación de mejora, con especial incidencia negativa en las micro y pequeñas industrias», dijo a La Voz Marcelo Uribarren, titular de la UIC.

La industria de la maquinaria agrícola, situada en el interior provincial, está “creciendo” con producción y sin inconvenientes en la cadena de pagos, con una ocupación del 80 al 100 por ciento de la capacidad instalada y cumpliendo con sus obligaciones, incluso tributarias.

En un nivel de estabilidad aparecen la industria alimenticia y el software, también con buen ritmo, pero con algunas dificultades en el pago de obligaciones e impuestos. Trabaja entre el 60 y la totalidad de su capacidad instalada.

El relevamiento detectó un lote que frenó la caída. Son las industrias de papel, cartón, automotrices, autopartistas, impresión y edición. Mayoritariamente están situada en el departamento Capital. De todas maneras, tienen problemas en los pagos y cobranzas, demoras en el pago a proveedores y casi sin poder pagar impuestos.

El cuarto grupo está en plena “contracción”. Se trata de las manufactureras de plástico y caucho, no atraviesan problemas de cobranzas y en general tampoco de pagos, pero sí están impedidas de pagar la totalidad de los servicios y los impuestos. Son pesimistas con relación a la demanda interna y externa.

Finalmente, las más críticas, son la industria metalúrgica, las de fabricación de equipos y maquinarias. Se trata sobre todo de microempresas, pero también hay grandes. Las afecta fuertemente el corte de la cadena de pagos, la mitad pudo pagar salarios y tarifas, un tercio a proveedores y un cuarto impuestos. Más de la mitad no alcanza a utilizar el 50% de la capacidad instalada.

Sin chances de reducir sus planteles de personal (la ley lo prohíbe taxativamente) las industrias optan mayoritariamente (52%) por no tomar decisiones de fondo. Un 12% cortará horas extras y un ocho suspensiones.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior