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En la escuela 2 de Abril se arman robots

Después del almuerzo, desaparecen las carpetas, cartucheras, lápices y hojas. En su lugar, en los bancos del aula empiezan a asomarse cables, rollos de cinta aislante, pequeños motores, pilas y botellas plásticas. La escena transcurre en el sexto grado de la escuela primaria 2 de Abril, de la ciudad de San Francisco. En el horario de las “jornadas extendidas”, los chicos se dedican –entre otros proyectos– al armado de robots con componentes en desuso que ellos mismos se han encargado de reciclar.

La iniciativa surgió después de que las maestras participaron de un taller de robótica que se llevó a cabo el año pasado en la Facultad Regional San Francisco de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

Jaquelina Brandolin, maestra a cargo del proyecto, explicó que comenzaron con la aplicación de una robótica muy simple para llevar al aula y usando recursos accesibles a todos. La escuela pública se encuentra ubicada en barrio Roque Sáenz Peña, en uno de los sectores más postergados de esta ciudad del este cordobés.

“La idea fue reutilizar objetos que otros habían desechado y que nos permitieran fabricar los robots sin generar costos porque muchas de las familias no podrían afrontar esos gastos”, apuntó la docente.

La maestra contó que para conseguir las diferentes componentes usaron computadoras que encontraron tiradas, algunas impresoras que les donaron y hasta un DVD que los alumnos encontraron en un minibasural que hay en las vías, cerca de la escuela.

“Los chicos fueron descubriendo que todas esas cosas podían volver a servir y recuperaron motores, engranajes, arandelas y hasta los tornillos”, explicó. Eso también fue una enseñanza. “La idea fue comprar solamente la pila y la llave de corte para que se puedan prender y apagar”, agregó.

Interdisciplinario

Brandolin indicó que el proyecto es interdisciplinario y que se trabaja desde los distintos espacios curriculares. “La profesora de Plástica realiza aportes en la parte estética y artística del aparato, la colega de Lengua está encargada de que los chicos tomen nota y registren los diferentes pasos y la de Matemáticas ayudó en las operaciones, cálculos y mediciones”, precisó la docente.

Para esta primera etapa, se apuntó a aprender y a conocer un poco más acerca de los circuitos electrónicos y cómo es su funcionamiento. “El próximo paso será automatizarlo y eso se hace con la colocación de una placa al robot, que a través de un programa de computadora se les envía datos para que éste cumpla diferentes funciones como moverse, doblar, seguir una línea blanca, entre otras acciones”, aseguró Brandolin a La Voz.

Buena convivencia

La docente destacó los excelentes resultados que arrojó trabajar el proyecto, como que permitió mejorar la convivencia en el aula. “El entusiasmo que tienen los chicos es notable. Mejoró el trabajo en grupo y entre todos se ayudan. Algunos tienen más idea de tecnología y otros en el armado, pero siempre colaboran entre ellos”, remarcó.

También Brandolin resaltó otros valores que fueron apareciendo a medida que se desarrollaba el trabajo. “Se agudizó la imaginación respecto de cómo aprovechar los objetos. También el compañerismo y la solidaridad floreció entre ellos. Hay un grupo que tenía dos motores y prestó uno a otro que no tenía, para que sus compañeros no tuvieran que gastar dinero”, indicó.

El proyecto será presentado en un congreso de robótica, que se llevará a cabo en octubre próximo en la UTN de San Francisco.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior

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