Policiales

Epec evalúa intimar a los morosos con capacidad de pago

El deterioro económico de familias y comercios parecería haberse frenado, al menos si se tiene en cuenta un indicador clave: el grado de cumplimiento del pago de la boleta de luz. Al 13 de junio, 391.132 usuarios totales tenían algún grado de atraso con la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (Epec). Esa cifra, al 7 de agosto, era de 296.766 clientes (el 27,5%), que adeudaban 3.227,6 millones de pesos.

Es decir que, en dos meses, hubo 94.366 usuarios que pudieron regularizar su situación.

Sigue habiendo casi 300 mil usuarios a los que Epec les sigue proveyendo el servicio, pese a que no pagaron lo consumido. En normalidad, hubieran sido intimados y luego se les habría cortado el servicio.

Hoy, no ocurre ni lo uno ni lo otro porque Epec adhirió al decreto nacional 311 y dio margen para adeudar hasta tres boletas –entre marzo y agosto– sin cortar el servicio.

Ese período de jubileo se terminó, y ahora Epec se prepara para recuperar parte de lo facturado.

Es que la mora desequilibró las cuentas de la empresa, una de las pocas que en prepandemia no tenía deudas con su gran proveedor, Cammesa, la que vende la energía a todas las distribuidoras del país.

El primer paso apunta a que los deudores se acojan al plan de pagos lanzado el 28 de julio y que, luego de ser prorrogado una vez, vencerá el 11 de septiembre.

Pero eso viene lento: apenas 636 millones, de los 3.227,6 millones atrasados, ingresaron al plan que ofrece 30 cuotas (al 30% anual) a pagar desde octubre. Es un plan dirigido a residenciales y sectores flexibilizados. Mientras que los que aún no pueden trabajar, pueden pagar desde enero, en 30 cuotas y al 24% anual.

Los resultados revelan que sólo el 19,7% aceptó regularizar sus deudas en un programa que la empresa considera muy generoso. Los residenciales vienen adhiriendo. Pero los comercios son mas renuentes: piden, a través de las entidades que los agrupan, financiación a tasa cero o especulan con ayudas adicionales.

“Es un gran esfuerzo para Epec esta refinanciación, que se ha hecho por iniciativa propia y sin respuesta hasta ahora del Estado nacional sobre las definiciones que el mismo decreto 311 prometía”, sostiene Fabián López, ministro de Servicios Públicos de la Provincia.

El dato es que Epec no adhirió al segundo decreto, que extendió hasta diciembre la posibilidad de adeudar boletas (serían otras tres más). Y si bien los funcionarios aseguran que la estrategia sigue siendo “no cortar” el servicio, sí habrá acciones puntuales de avisos de deuda e intimación de pago sobre aquellos usuarios que tienen capacidad de pago.

Una de esas acciones se focalizará en los countries: hay urbanizaciones que tienen hasta 42% de usuarios morosos.

Sólo aquellos que cobran planes sociales, tienen ingresos de hasta dos salarios mínimos (33.750 pesos), o pertenecen a actividades afectadas por la pandemia son excluidos del corte. A todos los demás, se les podrá suspender el servicio.

Problema

El segundo problema que aqueja a la distribuidora es el congelamiento de tarifas. Luis Giovine y Eduardo Gauna, presidente y vice de la entidad, calculan en 3.100 millones el costo anualizado del congelamiento. A esto hay que agregarle unos 550 millones de pesos que se les dejó de cobrar a los usuarios T3 que tenían potencia contratada. A ellos, se les dio el beneficio de pagar sólo lo registrado cuando la facturación interanual hubiera caído 30% o más.

“En abril, el 51% del sector ‘grandes clientes’ había adherido al beneficio; y a agosto, adhirió el 24%”, dice Gauna.

Eso refleja la recuperación de algunos sectores, como el de estaciones de servicio (el 84% tenía caídas mayores al 30% en abril y ahora son el 27%), los comercios (del 44% al 17%) y los bares y restaurantes (del 92 al 50%). Siguen complicados hoteles, el esparcimiento y el transporte.

La cuenta tiene un agregado más, que es la pesificación (y congelamiento) de la remuneración a los generadores eléctricos. Por esa vía, Epec dejará de recibir unos 600 millones de pesos anuales.

¿Y cómo se financia entonces el agujero provocado por el combo de deuda en mora y congelamiento tarifario? El primer financiador es Cammesa: de estar al día en marzo pasó a deberle ahora dos posiciones; es decir, dos meses completos, que acaban de ingresar a un plan de pagos. Son 4800 millones de pesos.

Misiones, Mendoza, Santa Fe y cuatro cooperativas de Chubut eran las principales deudoras antes de la cuarentena, cuando todo el sistema le debía a Cammesa unos 50 mil millones de pesos. Hoy, ese rojo, supera los 100 mil millones.

“Entramos a la cuarentena sanos cuando la mayoría entró muy complicada, con deudas previas”, grafica Giovine. Incluso en febrero, Epec había logrado pagar sin sobresaltos la última cuota de 17,65 millones de dólares del bono de 100 millones lanzado en 2017.

Hoy ya no tiene vencimientos de deuda pendientes.

Salarios

El segundo financiador está en los salarios, que en 2020 no fue sometido a paritarias. La empresa pagó 30 mil pesos no remunerativos en tres cuotas a todo el personal.

En dos años, por efecto de la Pasividad Anticipada, la planta pasó de 4.009 empleados a 3.275 hoy. Del total, hay 1.250 que están asistiendo a trabajar y unos 400 realizan home office, fortaleciendo la asistencia en la web.

Las horas extras a 50% promedian en 2020 las 25.340 al mes, cuando el promedio de 2019 fue de 31.875. En 2017, cuando aún no se había iniciado la reestructuración interna en la empresa, estaban en las 42.793 al mes.

Hay 500 que están dispensados por ser grupo de riesgo o tener niños bajo cuidado y otros 500 que tienen carpeta médica por diferentes razones. No obstante, hay una cuenta que es escandalosa: alrededor de 625 empleados están sin ir a trabajar y sin funciones asignadas, sin que se vea afectado el servicio.

Con tarifa congelada, el Fodep permitió hacer obras

El Fondo para el Desarrollo Energético Provincial (Fodep) implica un cargo específico del 5% de la tarifa, que pagan todos los usuarios, y que en el año lleva recaudados 907 millones de pesos.

Si bien está afectado por la mora y el congelamiento de tarifas, ya que se trata de un porcentaje, permitió el mantenimiento de redes y algunas obras nuevas, como la estación transformadora de Alta Gracia, que demandó 1.078 millones y que permite dar más potencia en la región, lo que promueve el desarrollo.

También se normalizaron líneas de alta tensión entre las estaciones transformadoras de Las Varillas y San Francisco (210 millones) y la de San Francisco-Freyre (41,5 millones), se reparó la línea Levalle-Laboulaye y se construyó la línea de media tensión Chazón-Pascanas (36,6 millones), entre otros. En obras ya se pagaron 1293,7 millones de pesos.

“Cuando se desinvierte se empieza a sentir al año, dos años. No es fácil recuperar la inversión porque no se sale con una bolsa de plata en la mano, hay que ir haciéndolas periódicamente”, sostiene Giovine.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior