Historia

Un día como hoy moría Leopoldo Lugones: Su vida en San Francisco

Leopoldo Lugones había nacido en 1874 en Villa de María del Río Seco, provincia de Córdoba. El 18 de Febrero de 1938, a los 64 años, se suicidaba al tomarse una extraña mezcla de wisky y cianuro mientras se encontraba hospedado en el hotel El Tropezón de Tigre, en la provincia de Buenos Aires.

Desde pequeño había aprendido las primeras letras de la mano de su madre doña Custodia Arguello, de quien recibió una educación católica estricta.

Cursó el bachillerato en el Colegio Nacional de la ciudad de Córdoba, en donde destacó tanto por su aplicación como por su rebeldía. En esa ciudad provinciana se inicia a los dieciocho años en el periodismo y en la literatura.

Ideas políticas

Tuvo contacto con el socialismo (fue uno de sus pioneros en Argentina), el liberalismo, el conservadurismo y desde 1924, el fascismo. Realizó viajes por Europa y residió en París antes de la I Guerra Mundial. De regreso a la Argentina, fue el director del suplemento literario de La Nación y bibliotecario del Consejo de Educación.

Su obra

Como poeta, se inicia en 1897 con Las montañas del oro, con versos medidos y libres, y prosa poética, en plena eclosión del modernismo. Esta atmósfera decadente se prolonga en Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909), siempre influenciado por Rubén Darío. Su registro poético cambia luego con las Odas seculares (1910), exaltación de las riquezas argentinas inspirada en Virgilio. Su poesía se vuelve intimista y cotidiana en El libro fiel (1912), El libro de los paisajes (1917) y Las horas doradas (1922). En su poesía narrativa aparecen títulos como Poemas solariegos (1927) y el póstumo Romances del Río Seco. Como cuentista escribe Las fuerzas extrañas (1906) y Cuentos fatales (1926), que desarrollan la literatura fantástica que se liga con Horacio Quiroga y anuncia a Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

Vida en San Francisco

El reconocido escritor sanfrancisqueño Fernando Lopez, autor de la novela «Lugones, entre coles y lechugas» editada por el sello «Raíz de Dos» relataba hace un par de años en una entrevista a Telam las características del paso de Lugones por nuestra ciudad: «Había conseguido un empleo como tinterillo de un escribano, pero siempre fue consciente de que su paso por San Francisco era transitorio. Su enorme ego le decía que estaba para instancias superiores. Volvió a Córdoba deseando recalar en Buenos Aires y con el tiempo instalarse en París donde vivía Rubén Darío, pero los rumores de la primera guerra mundial lo persuadieron de volver a Buenos Aires. Algo que lo frustró más luego de ser consagrado por Darío y el diario La Nación.»

Según el relato de López, Lugones vivió en San Francisco siendo un ventiañero que se ufanaba de su anarquismo: «Se le atribuye haber participado en tres atentados contra trenes ingleses, que pasaban por la colonia sin guardapolvos matachispas e incendiaban los campos sembrados.»

A la hora de describir la personalidad del poeta, Fernado Lopez sostiene «Se sentía superior a esos inmigrantes semianalfabetos, que apenas hablaban castellano y a quienes, según él, sólo interesaba «la altura del rastrojo». Lamentaba no haber tenido con quien hablar de Parménides, a pesar de que, junto a los chacareros, vinieron maestros, músicos y artesanos, y los anarquistas que fundaron las primeras bibliotecas mucho antes de que llegara la luz artificial.»

En ese entonces la ciudad de San Francisco tenía alrededor de mil quinientos habitantes, la mayoría piamonteses, algunos alemanes y franceses, y estaba azotada por una epidemia de cólera. Lugones vivió esa etapa como un exilio interno, una especie de castigo que lo obligó a vivir entre coles y lechugas, en un lugar acosado por la enfermedad donde, según López, “no había encontrado en esos seis meses una sola alma dispuesta a conversar sobre La Ilíada, Anacreonte o del mismísimo Rubén Darío, que se paseaba por Buenos Aires mientras él renegaba a 600 kilómetros de distancia.»

El 18 de febrero de 1938 los dueños del hospedaje “El Tropezón” encontraron muerto a Leopoldo Lugones. El señor que ingresó al cuarto y descubrió el cadáver no sabía que se trataba en ese momento del escritor más importante de la Argentina, el más controvertido y, tal vez, el más comprometido con la derecha extrema. El acontecimiento fue tapa de todos los diarios que se editaban en Buenos Aires.

Fuentes:
http://www.telam.com.ar/notas/201411/87187-fernando-lopez-leopoldo-lugones.html
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2011/02/23/opinion/OPIN-03.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *