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Covid-19: desafíos de la campaña de vacunación en Córdoba

Todos los años se aplican en Córdoba más de tres millones de dosis de las 20 vacunas que figuran en el calendario nacional. La cifra es alta, pero la mayoría de esas inmunizaciones las reciben niños menores de 2 años y en muchos casos se administran hasta cuatro juntas.

De allí que la campaña para vacunar contra el Covid-19 sea un desafío sanitario histórico. La apuesta de la provincia es inmunizar a 2,7 millones de personas (todos los cordobeses mayores de 18 años), sin descuidar a la población, sobre todo infantil, que seguirá recibiendo el resto de las inmunizaciones.

La prioridad es alcanzar a 1,1 millón de personas en enero y febrero, enfocado en personal de salud, mayores de 60 años y pacientes con problemas de hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Son los grupos más propensos a generar cuadros graves o fallecer por coronavirus.

La provincia ya cuenta con una red de 786 vacunatorios. Sandra Belfiore, coordinadora del Programa de Inmunización del Ministerio de Salud de Córdoba, asegura que deberá ampliarse esa capacidad no sólo para afrontar la intensa campaña contra el coronavirus, sino también para seguir garantizando el acceso a las otras 20 vacunas del calendario.

“Estamos trabajando en la planificación y logística según las vacunas que recibamos. Quizás sumemos más vacunatorios, en especial, en las ciudades grandes, y también ampliemos los horarios para asegurar el distanciamiento social y que no se sature, en el medio de la pandemia”, explica.

Belfiore también asegura que se sumarán más vacunadores a los 1.300 que hay habilitados en la provincia. “No hay que descuidar las otras 20 vacunas y hay que fortalecer la red de vacunatorios del interior”, insiste.

En este sentido, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba confirmó que 4.500 universitarios participarán de la campaña de vacunación.

“Los voluntarios ya están trabajando y participaron en la vacunación antigripal. Pero no todos se concentrarán en la ciudad de Córdoba ya que tenemos alumnos de todo el país”, explica Rogelio Pizzi, decano de Ciencias Médicas de la UNC.

Y agrega: “Ya se está trabajando en una capacitación sobre los cuidados que hay que tener con cada tipo de vacuna que recibamos”.

Cronograma

Argentina tiene negociaciones abiertas con cinco fabricantes de vacunas. La que llegaría más rápido, a fin de año, es la Sputnik V, del Instituto Gamaleya de Rusia. Serían unas 10 millones de dosis (se negocian 25 millones), de las cuales Córdoba recibiría entre 800 mil y un millón.

También hubo promesas de que Pfizer entregue un millón de dosis a Argentina para diciembre. Por su parte, la vacuna de la AstraZeneca, cuyo principio activo se fabrica en el país, estaría disponible recién en marzo. En este caso el acuerdo, ya firmado entre la empresa y el Gobierno nacional, es por 22 millones de dosis.

Las otras vacunas en carpeta son la china Sinopharm y la de Janssen-Johnson&Johnson. Argentina alberga ensayos clínicos de ambos proyectos, aunque la asiática está más avanzada e incluso ya se está aplicando en su país de origen.

Además, Argentina pagó para acceder al mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un sistema solidario de acceso global a las inmunizaciones.

Según el ministro de Salud, Ginés González García, nuestro país podrá acceder a nueve millones de dosis por esta vía y puede optar por alguna de las vacunas de un portfolio de seis. Se sumarían en la segunda mitad de 2021.

Logística aceitada

Todo indica que la primera vacuna que llegará será la Sputnik V, que debe almacenarse a menos de 18 grados bajo cero. Hugo Pizzi, experto en salud pública y profesor plenario de la UNC, entiende que la vacuna debería llegar a Buenos Aires en un avión refrigerado desde el país en que se haya fabricado y de allí distribuirse por vía aérea y terrestre siempre a menos 18 grados.

Si no hay gran capacidad para almacenar a esa temperatura, Pizzi entiende que habría que aceitar la logística. “Los camiones refrigerados deben llegar al lugar de vacunación y recién allí se descongela. Por eso se debe tener preparadas a las brigadas de vacunadores en los puntos sanitarios y a la gente que se va a vacunar. Si la vacuna pierde su cadena de frío, se neutraliza y pierde su efecto”, explica.

En el caso de que haya personas que no pueden llegar al lugar se puede ir a domicilio, como ya se ha hecho en Córdoba con la vacuna de la gripe, asegura Pizzi. “Córdoba está muy bien preparada y sería un orgullo si se logra vacunar a toda la población que propuso el gobernador Juan Schiaretti”, agrega.

En febrero, Córdoba inauguró el Centro de Almacenamiento Masivo de Vacunas con capacidad para conservar 3,5 millones de dosis. Belfiore explica que esta infraestructura se seguirá utilizando para mantener el stock del resto de las vacunas, aunque podría servir para almacenar la vacuna de AstraZeneca, que se conserva a temperatura de heladera (dos a ocho grados).

“No es apto para conservar la vacuna rusa, por eso estamos contactando a empresas cordobesas que trabajan en cadena de frío a temperaturas bajo cero”, dijo.

Y advirtió sobre otro inconveniente: “Una vez que se descongela, sólo hay una ventana de 30 minutos para aplicar la Sputnik V, mientras que si bien la de Pfizer requiere temperaturas más bajas (-70 grados) hay una ventana de cinco días durante la que se puede conservar a entre dos y ocho grados”. Los cerca de 800 vacunatorios provinciales tienen certificada la cadena de frío pero sólo en el rango de dos a ocho grados.

Frío seguro

La cadena de frío no es un problema menor. “El desafío es que no se puede cambiar la temperatura ni siquiera en medio grado, ni siquiera por un minuto o un segundo”, dijo a la agencia Reuters Oleg Baykov, director de Biocard, empresa rusa de logística.

Por este motivo, el Gobierno de Córdoba llamó a una subasta inversa para adquirir 100 freezers especiales. Son 50 equipos de 250 litros de capacidad y otros 50 de 360 litros, ambos con la modalidad dual de enfriador y freezer de hasta 25 grados bajo cero. El precio de referencia por unidad es de 330 mil y 500 mil pesos.

Este alto costo se debe a que tiene características especiales como garantizar una temperatura uniforme en todo el espacio y programación digital de la temperatura.

Se espera que una tanda de 50 equipos esté disponible en un mes y el resto, 20 días después.

¿Heladerías sanitarias?. La vacuna rusa Sputnik V requiere ser conservada a una temperatura de 18 grados bajo cero. La Provincia ya comenzó a hablar con empresas cordobesas que trabajan con cadenas de frío a bajas temperaturas.

Inmunidad recién 40 días después de la primera dosis

Todas las vacunas que estarán disponibles en esta primera etapa requieren dos dosis y en promedio deben pasar unos 40 días desde la primera inyección hasta conseguir una inmunidad efectiva y estable.

El Instituto Gamaleya aclaró que es posible contraer Covid-19 entre la primera y la segunda dosis de la vacuna Sputnik V. Entre la primera y segunda dosis deben pasar 21 días (las de Pfizer y AstraZeneca requieren 28 días) y la inmunidad se estabiliza tres semanas después de la segunda, dijo Alexander Gintsburg, director del instituto.

Rusia ya registró casos positivos de personas que sólo se habían dado una inyección de la vacuna.

“El cuerpo humano comienza a desarrollar inmunidad después de la primera inyección, pero una inmunidad estable contra el nuevo coronavirus emerge unas tres semanas después de la segunda inyección”, indicó Gintsburg.

Y agregó: “Durante el período entre las inyecciones es posible contraer la infección, pero la vacuna Sputnik V propiamente dicha de ninguna manera puede ser una fuente de infección, porque no contiene el coronavirus”.

Las autoridades rusas también indicaron que están preparando una formulación liofilizada de la vacuna que recién estaría disponible en febrero. Se trata de un polvo blanco que debe mantenerse a entre dos y ocho grados y luego se diluye para inyectarse.

Si bien ya se probó que la respuesta inmune de esta formulación es la misma que la de la versión líquida, los ensayos de efectividad sólo se hicieron con esta última, por lo que es posible que se necesiten más pruebas para verificar si la liofilización (muy conveniente para la logística de aplicación) afecta la eficacia de la vacuna.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior