Salud

Con el frío, aparecen las intoxicaciones por monóxido de carbono

Este gas inoloro es producto de la mala combustión de braseros, calefones y calefactores. Ya hubo un fallecido este año en Córdoba. En 2021 fueron seis en la provincia. ¿Cuáles son los primeros síntomas? ¿Cómo prevenir?


La mala combustión de los artefactos del hogar puede provocar intoxicaciones y hasta la muerte por inhalación de monóxido de carbono (CO). Los casos recrudecen en invierno, cuando se encienden calefactores y braceros y se dejan de ventilar los hogares.

Con el invierno aún no iniciado en el calendario, en el Hospital San Roque, de Córdoba, ya recibieron a cuatro pacientes con cuadros severos, todos recuperados, según indicó Verónica Goldarecena, jefa del centro de Toxicología de esta institución.

En el Hospital de Niños aún no tuvieron menores afectados. Tampoco recibieron intoxicados por esta causa en el Hospital Municipal de Urgencias.

Sin embargo, Nilda Gait, jefa de Toxicología del Hospital de Niños, indicó que el año pasado tuvieron 22 casos, siete de ellos fueron severos.

Y en la provincia ya se registra al menos un fallecido por intoxicación con CO en lo que va del 2022: una joven de 18 años que vivía en Cruz Alta (departamento Marcos Juárez).

El año pasado hay registros de seis decesos por esta causa en esta provincia.

Todos esos decesos que ocurrieron sin incendio del hogar. Con el frío también se vuelven más frecuentes este tipo de accidentes en los hogares. Muchas veces sus habitantes mueren por intoxicación más que por las llamas. En mayo ya se registraron seis fallecidos en incendios de edificios y casas de Córdoba.

En 2016, el Ministerio de Salud de la Nación estimó que ocurren 40 mil casos de intoxicaciones por CO y unas 200 muertes en el país.

BRASEROS Y CALEFONES, LOS APARATOS DE MÁS RIEGO

Gait indicó que la mayoría de los casos ocurren por dejar un brasero encendido durante la noche o bien por un mal funcionamiento del calefón, la cocina o el horno en una cocina mal ventilada. “Por la crisis económica se está comenzando a usar más el brasero, o dejar hornallas o el horno para calentarse”, indicó Gait.

La especialista advirtió que hay que calentar el ambiente y luego sacar el brasero o apagar el horno. También hay que tener cuidado con los hogares a leña.

“No tiene nada que ver con una pérdida de gas, el cual tiene olor. El CO es inoloro y incoloro. No se siente. La persona se duerme y luego sufre desmayos y problemas metabólicos que pueden paralizarlo”, explicó Gait.

La experta cree que han disminuido las muertes pero no los casos. “Hay más conciencia y la gente está más alerta. De todas maneras, los profesionales de la salud a veces no lo tienen en cuenta a la hora de realizar el diagnóstico”, comentó.

PRIMEROS SÍNTOMAS DE INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO

“En un primer momento la persona se puede poner rubicundo (colorado) y tener un fuerte dolor de cabeza”, indicó Gait. Entre los primeros síntomas también están: disminución de la agilidad mental, estado de somnolencia, mareos y luego puede haber náuseas y vómitos.

“Casi siempre le ocurre a más de una persona. Un primer signo es un fuerte dolor de cabeza. En los niños genera mucha irritación y falta de apetito. La mascota puede ser la primera en sentirse mal”, aseguró la especialista.

En tanto, desde Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas de Buenos Aires detallaron que a veces las intoxicaciones por CO se parecen a intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares.

Las personas de mayor riesgo son los pacientes con problemas cardíacos y respiratorios, embarazadas, niños y adultos mayores. Ante la menor sospecha las personas deben ventilar la habitación, salir del ambiente y concurrir al hospital rápidamente.

POR QUÉ EL MONÓXIDO DE CARBONO ES TAN TÓXICO

La letalidad del CO se debe a que tiene una capacidad para unirse a la hemoglobina de la sangre 250 mayor que el oxígeno. Y la hemoglobina es la responsable de transportar el oxígeno al organismo. Al inhalar CO, la persona deja de respirar y comienzan a morirse células de diferentes órganos.

Una exposición de 90 minutos a un ambiente con una concentración ínfima de 50 parte por millón (ppm) de CO ya puede provocar problemas neurológicos. Normalmente la concentración es de 5 ppm en un ambiente sin artefacto de gas. Un calefactor que funciona mal puede elevar rápidamente esa cifra.

“Si hay sospecha de intoxicación se debe pedir examen de carboxihemoglobina en sangre. Si el valor está alto, hay que darle oxígeno rápido al paciente. El oxímetro no sirve para determinar la intoxicación por monóxido”, aclaró Gait.

Cuando la intoxicación se agrava por un mayor tiempo de inhalación del gas, la visión puede volverse borrosa, hay falta de coordinación y de fuerza, palpitaciones e irritabilidad. En cuadros graves comienzan las convulsiones, hay hipotensión, arritmias e infarto.

Puede dejar secuelas neurológicas que se ven hasta al mes como problemas de memoria y/o de la personalidad.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN CONTRA EL MONÓXIDO DE CARBONO

  • No utilizar braseros, ni las hornallas y el horno para calefaccionarse durante la noche. Siempre dejar algo abierto para ventilar el ambiente.
  • Durante la noche, apagar las estufas que no son de tiro balanceado. No utilizar calefones en los baños.
  • Revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado.
  • Colocar rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para el caso de calefones y calefactores que no son de tiro balanceado.
  • Revisar que la llama de los artefactos sea azul y chequear que los conductos de evacuación de gases no estén rotos ni tengan obstrucciones.
  • Colocar detectores de monóxido.