Policiales

Bolsonaro prometió reducir el Estado y fustigó la ideología de género

El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que el país “comenzó a liberarse del socialismo”, prometió reducir el tamaño del Estado, anunció reformas económicas y convocó a la población a “recuperar valores familiares” al despreciar la “ideología de género”.

Al tomar posesión como 38° presidente de la historia de Brasil, el excapitán del Ejército garantizó que respetará “los principios del Estado democrático de derecho y la Constitución”.

También defendió darle prioridad a la cultura “judeo-cristiana”, y su primera acción como presidente fue agradecer el apoyo a su colega de Estados Unidos, Donald Trump, a quien dice que admira.

Lágrimas

El hombre que promete dar un viraje hacia la extrema derecha con nuevas prioridades en la composición de los intereses de Brasil, lloró durante toda la ceremonia de asunción al lado de su esposa, Michele, traductora de lenguaje de señas, y del vicepresidente, general retirado Hamilton Mourao.

Como lo había hecho durante la campaña y sus 28 años de parlamentario, Bolsonaro mantuvo su tono anticomunista al hablar ante sus seguidores en el Palacio del Planalto, tras recibir la banda de su antecesor, Michel Temer.

“Hoy comenzó Brasil a liberarse del socialismo, del gigantismo estatal y de lo políticamente correcto; las elecciones les dieron voz a personas que no eran escuchadas”, dijo Bolsonaro ante la multitud que coreaba “Mito” y “El capitán llegó”.

Bolsonaro también le dio un mensaje al derrotado Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción: “Nuestra bandera jamás será roja, sólo será roja si es necesario defenderla con nuestra sangre”, dijo.

En tanto, en una carta de Año Nuevo divulgada por el Partido de los Trabajadores, Lula afirmó: “No vamos a bajar la cabeza ni dejar que nos saquen la alegría de vivir, siempre tuvimos coraje de luchar y tenemos coraje para recomenzar”.

Círculo virtuoso

Sin grandes definiciones económicas, Bolsonaro trazó el rumbo que preparó durante la transición con su superministro, el financista neoliberal Paulo Guedes, que busca aprobar en el Congreso una reforma del sistema jubilatorio.

Bolsonaro ofreció dos discursos. El primero, en el Congreso, adonde llegó emocionado a bordo de un Rolls Royce de 1952 vivado por sus seguidores en la Explanada de los Ministerios.

En ninguno de los dos nombró al Mercosur, por lo que es el primer presidente que omite al bloque sudamericano desde 1994.

En el ámbito económico, dijo que promoverá “reformas estructurales que serán importantes para la sustentabilidad de las cuentas públicas”. Afirmó que el ajuste fiscal para sanear las cuentas públicas es necesario para estabilizar la economía e impulsar su crecimiento.

“Necesitamos crear un círculo virtuoso en economía que genere confianza y estimule no sólo nuestro mercado sino también el comercio internacional con todos los países y sin amarras ideológicas”, añadió.

También sostuvo que el sector agropecuario, responsable de la mayoría de las exportaciones brasileñas, tendrá un papel decisivo en su gobierno.

En el plano social, el nuevo mandatario, que tuvo un fuerte respaldo de las iglesias evangélicas y posturas muy conservadoras sobre temas como aborto, entre otros, dijo, tras jurar, que en su gobierno se respetarán todas las religiones “pero se mantendrá la tradición judeo-cristiana”.

Antifeminista

Y, en un párrafo destinado a la polémica con los sectores feministas, aseguró que luchará “contra la ideología de género”.

Su gobierno, agregó, pondrá fin a “prácticas nefastas” que condujeron a Brasil a la mayor crisis ética y moral de su historia.

“Esa irresponsabilidad nos condujo a la mayor crisis ética, moral y política de nuestra historia”, afirmó Bolsonaro al ratificar su compromiso con el combate a la corrupción, que fue uno de los ejes de su campaña presidencial.

Por ello uno de sus ministros estrella es Sergio Moro, el juez que condenó a Lula en la Operación Lava Jato y que estará a cargo de Justicia y Seguridad.

Saludo de Macri

El presidente Mauricio Macri envió ayer un mensaje de salutación al nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y confió en que ambos gobiernos “seguirán colaborando para la prosperidad” de los dos países. El canciller Jorge Faurie asistió a la ceremonia en representación de Macri, quien viajará el 16 de enero a Brasilia para reunirse con Bolsonaro.

Claves del discurso presidencial

Bolsonaro marcó cuáles serán las líneas de su gestión.

Combatir la criminalidad. Se comprometió a fortalecer las Fuerzas Armadas y honrar “a quienes sacrifican sus vidas en nombre de la seguridad”. Reiteró su deseo de flexibilizar la portación de armas para que los ciudadanos tengan medios para defenderse.

Reformas del Estado. Para Bolsonaro, es urgente emprender reformas estructurales para la “sustentabilidad de las cuentas públicas”. También aludió a la necesidad de abrir los mercados para el comercio internacional, estimulando la competencia, la productividad y la eficacia sin tinte ideológico.

Corrupción. El nuevo presidente se comprometió a poner fin a las “prácticas nefastas” que condujeron a Brasil a la mayor “crisis ética, moral y política” de su historia.

Tradiciones judeo-cristianas. Católico practicante y cercano a las iglesias evangélicas, Bolsonaro prometió respetar todas las religiones, y especialmente las “tradiciones judeo-cristianas”. Al final de su discurso, volvió a usar su lema de campaña: “Dios por encima de todo”.

Contradictorio. Pese a que reafirmó “el compromiso de construir una sociedad sin discriminación o división”, Bolsonaro dijo que luchará contra la ideología de género.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior