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Angelelli será beato, el Papa aprobó el decreto

Monseñor Angelelli será beato. En las últimas horas, el Papa Francisco aprobó el decreto con el cual reconoce su martirio “en odio a la fe”. Así, dio luz verde para su elevación al honor de los altares junto a sus compañeros en la diócesis de La Rioja: los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville, el laico Wenceslao Pedernera. Todos ellos asesinados en un tiempo oscuro de la historia argentina: la última dictadura militar (1976-1983). Aún no está definida la fecha de beatificación, pero existe la propuesta del mes de noviembre.

La noticia se la comunicó el propio pontífice a Marcelo Colombo, todavía obispo de La Rioja, con una llamada telefónica. “En sus palabras cálidas y paternales, al comunicarme esta hermosa novedad, el santo padre Francisco me animó a comenzar cuanto antes los trabajos preparatorios para la oportuna beatificación”, reveló el clérigo, en una carta dirigida a todos los fieles de su diócesis este mismo 8 de junio.

El Papa estaba contento, emocionado. De ahí el gesto de la comunicación directa, cuando este tipo de noticias corren por cuenta de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano. Pero Jorge Mario Bergoglio tiene especial aprecio por Enrique Angelelli (1923-1976), a quien conoció como jesuita y con quien tuvo varios contactos hasta su muerte, el 4 de agosto de 1976, en el paraje Punta de Llanos, en la ruta nacional 38 a la salida de la localidad riojana de Chamical.

Ese día, junto al padre Arturo Pinto, el obispo regresaba tras haber celebrado una misa en homenaje, justamente, de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados poco tiempo antes, en el mes de julio, en la misma zona. Por eso, desde hace muchos años, los lugareños los conocen como los “mártires de Chamical”. De ahí la decisión del propio obispo Colombo de pedir al Vaticano procesar todos los expedientes como una única causa.

Paradójicamente, las primeras causas de beatificación iniciadas formalmente de ese grupo fueron las de Murias y Longueville. Después vino la de Angelelli, y la de Pedernera, un líder obrero y activo laico católico, asesinado de 20 balazos por cuatro encapuchados en la madrugada del 25 de julio de 1976. Coca, su mujer, y sus hijas María Rosa, Susana y Estela fueron testigos presenciales del homicidio.

Aquellos cuatro homicidios se inscribieron en un mismo contexto histórico y político, fueron parte de un plan para desarticular una Iglesia en salida, capaz de colocarse del lado de los jornaleros explotados en esas tierras. Con un obispo de voz profética, que cuestionaba sin temor las injusticias y los excesos del régimen. Por eso, tras su muerte, Angelelli se convirtió en una figura emblemática para el pueblo, pero también incómoda para cierto establishment argentino.

El próximo 4 de agosto se cumplirán 42 años de la muerte del obispo. Para esa fecha ya se tiene lista una ceremonia especial dedicada a los mártires, para “para celebrar la vida que nos viene del señor y que en Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao fue entregada por amor a Dios y a los hombres”, según señaló el obispo Colombo. En su carta recordó también que el 24 de agosto se cumplirán 50 años del inicio del ministerio pastoral de Angelelli en La Rioja, en 1968.

“Muy conmovido de poder darles este anuncio tan esperado, agradezco a Dios que nos ha permitido como diócesis y junto a los Frailes Franciscanos Conventuales, acompañar este proceso canónico que puso de relieve la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios”, indicó.

Y agregó: “En las próximas semanas podré comunicarles más detalles de la ceremonia de beatificación que compromete desde ya nuestra oración. ¡Dios bendiga a La Rioja y a su Iglesia! ¡Dios bendiga al pueblo riojano! Los abrazo y bendigo en Jesús, nuestro niño alcalde y buen pastor”.

Después de esta primera noticia, recibida desde Roma, se debe avanzar en la ceremonia de beatificación. Todavía el Vaticano no tiene una decisión tomada, pero desde La Rioja quieren proponer el próximo mes de noviembre. Las posibilidades se deben dialogar, también considerando que, para esas fechas, ya habrá asumido su cargo el nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos: Giovanni Angelo Becciu. Esta podría ser, quizás, su primera ceremonia de beatificación y si se mantiene el protocolo, resultaría natural que él fuese enviado como representante del Papa para encabezar la ceremonia.

Otro aspecto que no se debe desdeñar es el lugar y la logística, porque ya se piensa en un sitio con capacidad para acoger a una multitud venida, incluso, de diócesis vecinas. De Córdoba especialmente, donde Angelelli transcurrió buena parte de su vida sacerdotal. La ciudad de La Rioja se presenta como la alternativa viable, por accesos y desarrollo.

Todos estos aspectos desvelarán al obispo Colombo, justo al final de su servicio en esa provincia ya que, el 9 de agosto, se trasladará a Mendoza para asumir allí una arquidiócesis por voluntad del Papa Francisco.

Fuente: Vatican Insider