Política

Alberto Fernández, solo, fané y descangayado

«El peronismo se balcaniza a los pies de Alberto y él apenas da acuse de recibo. Más allá del 25 porciento de Cristina, asociado a una imagen que suscita tantas divisiones, no hay líder claro para el partido que logre la unidad que les valió la elección del 2019».


OPINIÓN: Por Eduardo Reina – Twitter: @ossoreina – Especial para DSF

Solo, fané, descangayado, hoy en la más temida soledad del poder, el presidente no para de caer día a día y degradarse meme tras meme. Hoy ya pocos lo acompañan, la crueldad de Cristina Kirchner hace su parte, arrepentida tal vez por su famosa “jugada electoral” se dedica a exponer las divisiones de la coalición. Aunque en el fondo sus únicas preocupaciones son no quedar pegada ni ella (ni Máximo Kirchner) al posible descalabro del gobierno y poder seguir sorteando las causas judiciales desde algún cargo.

El otro Fernandez da órdenes que pocos cumplen, sencillamente porque nada de lo que diga resulta muy relevante ni parece muy conducente. Cuando Cristina lo pensó como candidato, su principal función debía ser mantener unido al peronismo para poder elegir un único candidato de la provincia de Buenos Aires en el que apoyarse para que arrastre y potencie los votos que no lograría traccionar nunca Alberto. El candidato debía ser alguien que lograra no solo negociar las grietas internas para reemplazar o sumar lo perdido sino también ser una figura que no provocara el rechazo de los gobernadores para poder negociar con ellos que las elecciones de sus territorios se adelanten o se provincialicen. Esta figura también debía ser capaz de generar mediante una campaña proactiva que las empresas ganen confianza y así junto a los trabajadores recuperar la actividad.

Lejos de los deseos de unidad, el peronismo se balcaniza a los pies de Alberto y él apenas da acuse de recibo. Para ser justos, en otros aspectos que son más urgentes para el pueblo argentino, como la pobreza, inflación y etc. no actúa de una manera más proactiva. Los movimientos sociales le coparon la calle y a la par que el gobierno deja que se apoderen del espacio público libremente y sin sanción pidiendo más de lo mismo, el ministro de desarrollo Zabaleta, declara que lo que están haciendo impide a otros argentinos usufructuar el derecho a la libre circulación y sostiene que no se darán más planes, pero no hace nada para solucionar la situación en concreto.

La respuesta del gobierno es describir la situación con cara compungida mientras ya se prevé una inflación peor a las últimas cifras del INDEC que pese a lo escandaloso de los guarismos, hay que recordar que aún no se habían visto afectadas por la guerra en Ucrania.

En alimentos se prevé 5,8% y 6,3% promedio de aumento para este mes y, según el promedio de las consultoras, en las últimas cuatro semanas ya se registraron aumentos del 7,7% de punta a punta en el mismo período. El precio del trigo afecta el aumento de cereales y pastas que salta al 10,1%, pero la guerra no es la única culpable pues lácteos y huevos ascienden a un 7,2%; carnes a 6,7%; y verduras a 5,5%.

Esta es la sucesión de cosas que debía evitarse, pero nada de eso sucedió y lo único que logra obtener como legado el presidente es una montaña de memes que se alimentan de la caída de su imagen personal tanto en la opinión pública como en la realidad donde se lo ve cada día más gordo y desganado, utilizando frases místicas, conjurando demonios de la economía vernácula con una sonrisa forzada y un cúmulo de observaciones casuales en sus intervenciones más dignas de una charla de ascensor que de un discurso presidencial.

El peronismo está en crisis y más allá del 25 porciento de Cristina, asociado a una imagen que suscita tantas divisiones, no hay líder claro para el partido que logre la unidad que les valió la elección del 2019.

¿Hacia dónde vamos con los «marcianos disruptivos» en marcha como Milei, Espert o Manes?

Milei encabeza una nueva generación de liberales con inteligencia y formación , además dice lo que los jóvenes quieren escuchar y cómo lo quieren escuchar, con decisión, con autoridad y sin vueltas. Espert encara la política con un ideal parecido aunque con modos e ideas más moderadas, sin tanta disrupción pero con vehemencia y convicción.

Por su parte Manes parece se rige por el ideal de paz y amor y propone una vía más terrenal con ancla en el conocimiento y la revolución educativa. Tiene como gran contra la pertenencia a una UCR repartida en sectores que no parecen nunca terminar de definirse y eso le cuesta horrores porque están siempre gastando energías en la interna y entregándose a la indefinición.

El PRO salió decididamente a buscar aliados que puedan sacarle a las otras fuerzas políticas mayoritarias, tanto del peronismo como de fuerzas provinciales que han hecho una buena gestión pero por diversos motivos se han quedado sin referentes por eso los viajes a Cordoba, Misiones, San Juan y la Patagonia, como incrementan las visitas a algunos dirigentes de la provincia de Buenos Aires.

Perdida la esperanza de unidad puesta en Alberto, la potencia electoral del Frente de Todos se diluye día a día porque muchos peronistas se siente más cómodos hablando con el PRO antes que arreglando de nuevo con Cristina y Máximo de quien los distancian viejos rencores que pueden más que la simbología del escudo y la marchita.

En un escenario gris como el de nuestra vida pública, cualquier cosa que se presente como una novedad aunque no convenza tanto por otras cosas, representa una formidable arma de persuasión.

«Cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable», Stanislaw Lem.

Nota publicada en Perfil