Política

Alberto Fernández se reúne este martes con Lula da Silva en Brasilia

El mandatario de Brasil le propondrá al Presidente crear una línea especial de financiación a empresas brasileñas que le venden a Argentina.


El Presidente Alberto Fernández se reúne este martes con su par de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Alvorada, Brasilia. El encuentro bilateral se realizará a las 17, informaron fuentes de Presidencia.

El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le propondrá este martes al presidente Alberto Fernández la creación de una línea especial de financiación a las empresas brasileñas que le venden a Argentina en monedas locales y así mantener el flujo del comercio bilateral entre los dos principales socios del Mercosur, anunció hoy el viceministro de Economía brasileño, Gabriel Galípolo.

«Estamos proponiendo la creación de una financiación a las empresas brasileñas que venden a la Argentina y son esas empresas que venden servicios y mercaderías de Brasil dadas las restricciones que se verifican en Argentina», dijo Galípolo, coautor del proyecto, con el ministro de Economía, Fernando Haddad, para crear una moneda común de comercio exterior sudamericana llamada «Sur».

El presidente Fernández es esperado en Brasilia para reunirse con Lula este martes y el equipo económico de ambos países, para discutir cómo evitar las restricciones provocadas por el dólar.

Galípolo explicó que 210 empresas brasileñas comercian habitualmente con Argentina.

Según Galípolo, Brasil ha dejado en los gobiernos de Michel Temer y de Jair Bolsonaro de financiar sus exportaciones y mecanismos de compensación con Argentina, lo cual permitió el avance de China como principal vendedor de los argentinos.

«En los últimos cinco años, debido a la falta de mecanismos de Brasil para financiar las exportaciones brasileñas y las importaciones argentinas, hemos perdido aproximadamente 6 mil millones de dólares de espacio en la balanza comercial con Argentina a China, que ha estado proporcionando mecanismos de financiación en medios alternativos de pago, como swap, o dando crédito al exportador», dijo el funcionario a la cadena de noticias GloboNews.

Galípolo destacó que para Brasil es un mercado exportador diferenciado ya que consume productos de valor agregado, que son necesarios para mantener el empleo brasileño.

Según el número dos de Economía de Brasil, la necesidad de esta línea de crédito se agrava este año debido a una sequía en Argentina, que redujo las exportaciones en un 40%, una pérdida de alrededor de u$s 17 mil millones.

«Esto perjudica un poco la situación de Argentina este año. Pero para Brasil tenemos 210 empresas que comercian con el país, principalmente en valores industriales, con más valor agregado», dijo, destacando la importancia de la medida.

El gobierno de Brasil propondrá que estas líneas de financiación a la exportación sea pagada directamente a las empresas brasileñas en pesos para luego convertirlas en reales y así cubrir la deuda de la financiación.

Galípolo apuntó a la desdolarización del comercio bilateral entre los dos principales socios del Mercosur y lo colocó en el marco de cómo las finanzas mundiales vienen cambiando a partir de la crisis de 2008 y la guerra en Ucrania.

«Existe un comercio entre Brasil y Argentina con una tercera moneda de otro país y la política de esta moneda afecta la relación comercial. Entonces, ese deseo del comercio entre Brasil y Argentina queda condicionado a una tercera variable que está afectando esta lógica», explicó.

Según dijo a GloboNews, el Nuevo Banco de Desarrollo, el banco de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) puede ser una alternativa para la financiación argentina.

«Como Brasil y China son los principales socios comerciales de Argentina, habrá mucho interés para que los dos discutan allí la moneda internacional. De ahí la dificultad de crear soluciones que puedan involucrar monedas nacionales», aseguró.

El presidente Lula en su visita reciente a China defendió que el NDB, presidido por Dilma Rousseff, ocupe para los países emergentes el espacio de las instituciones dominadas por las potencias económicas, como el Banco Mundial.