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Ahora Guzmán va por el FMI y el canje local

El presidente Alberto Fernández le pidió al ministro de Economía, Martín Guzmán, que lance cuanto antes el canje de deuda en dólares emitida bajo ley local y que hable con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar también el pasivo que el país tiene con el organismo.

El objetivo del Presidente es llegar a fin de año con el frente financiero normalizado después de que ayer, en plena madrugada, terminara junto a Guzmán de sellar el acuerdo desde la quinta de Olivos en una llamada tripartita con Jennifer O’Neill, directora gerenta de BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo.

Para sumarlos, el Gobierno concedió mejoras legales y movió fechas. “No se ofreció nada más en término de intereses ni del capital. No cambios en los cupones. Lo que se hizo fue modificar fechas de una manera que se aumenta el Valor Presente Neto (VPN) a los acreedores. En vez de pagar en marzo y septiembre, se paga en enero y julio”, dijo Guzmán.

En una conferencia de prensa, confirmó que esto aumentó el VPN de los nuevos bonos a 54,80 dólares, pero sin que la Argentina tenga que hacer un mayor esfuerzo. Y precisó: si se consideran los primeros cinco años, el alivio en el flujo de caja será de 42.500 millones de dólares. Si se mira la década, será de 37.700 millones.

Fue una disputa de ocho meses. ¿Quién cedió más? El Gobierno. ¿Para quien habrá un alivio mayor? Para el fisco local. BlackRock exigía un valor presente neto (VPN) de 68,5 dólares por lámina de 100 en abril. El Gobierno ofrecía 39. Se cerró en 54,8.

Ayer al mediodía, Fernández agradeció a los bonistas por buscar una solución junto al Gobierno. “Se recupera la autonomía de decisión”, afirmó el Presidente.

El Gobierno llegó así a un entendimiento con el Grupo Ad Hoc (que lidera BlackRock), el Comité de Acreedores, el Grupo de Bonistas del Canje y otros tenedores. El umbral de aceptación sería del 80%, por lo que la reestructuración será completa.

El mercado lo celebró, aunque no hubo sobreactuación (porque la situación ya estaba descontada) e incluso algunos activos cayeron por tomas de ganancias. Los bonos en dólares subieron hasta 6,3% y el riesgo país apenas bajó 0,5%, a 2.109 puntos básicos.

Voces y consensos

Entre los economistas de Juntos por el Cambio hubo opiniones dispares. Luis Caputo y Hernán Lacunza destacaron el acuerdo. Para Alfonso Prat Gay, se podría haber alcanzado algo mejor.

En la otra vereda, la de propios y aliados del Frente de Todos, hubo alivio. Los gobernadores salieron a celebrar con mensajes en las redes sociales. Sergio Massa, que ayudó hablando con Wall Street, señaló que fue “un gran paso”. Y Cristina Fernández de Kirchner no se pronunció.

Roberto Lavagna, un economista muy escuchado por el Presidente, aplaudió pero dio una advertencia: “Contribuye a que se generen mejores condiciones para la recuperación, las que deben ser aprovechadas con políticas acertadas”.

Economistas de distintas bibliotecas como Daniel Artana (Fiel), Miguel Kiguel (Econviews), Emmanuel Álvarez Agis (PxQ) y Marina Dal Poggetto (EcoGo) coincidieron en que este acuerdo es una condición necesaria para que el país pueda pensar en un desarrollo económico.

Hay un consenso en que se evitó un empeoramiento de la crisis. Pero ahora dependerá del país la recuperación, con un camino lleno de obstáculos: inflación, recesión, déficit fiscal récord, emisión monetaria sin precedentes y muy baja inversión privada.

Siga, siga…

Envalentonado por el acuerdo que anunció ayer con los duros fondos de inversión y bonistas de Wall Street, Fernández quiere llegar a fin de año con la deuda normalizada. Y entre el mercado local y el Fondo hay unos 89 mil millones de dólares.

Para el canje local, las condiciones serán las mismas que las presentadas por Guzmán a quienes tienen bonos en dólares emitidos en legislación extranjera. Una quita de capital del 1,9% y un interés promedio del 3,07%, más un estiramiento significativo de plazos.

Con el Fondo otra será la historia. Ahí no hay margen para quitas. Las tasas con las que presta el organismo ya son bajas y está integrado por países que no están dispuestos a perder dinero. Por ello, se apuntará a un refinanciamiento y a pagar recién desde 2024.

El Gobierno cuenta con una carta: el FMI publicó en marzo un análisis de sostenibilidad en el que dijo que el país necesitaba cinco años de gracia y una condonación de entre 55 mil y 85 mil millones de dólares o una combinación de ambos factores. Aunque exigirá un plan fiscal y revisar la economía local en forma permanente.

Ayer, Kristalina Giorgieva, titular del Fondo, envió sus halagos y consideró al acuerdo “un paso muy significativo” para la Argentina. Además, destacó que hubo una “conclusión exitosa en interés de todos”.

Guzmán confirmó que el objetivo no es romper con el FMI, sino “tener un programa distinto”. Por ello no se descarta que pueda haber más crédito para el país.

Y se viene el canje local. Para el Centro de Economía Política (Cepa), si se logra éxito allí, Argentina terminará pagando entre 2020 y 2024 unos 6.116 millones de dólares, es decir, el 9,6% de lo que debería.

El impacto del acuerdo con los bonistas

El canje comprende a la deuda bajo legislación extranjera.

U$S 42.500 M. Es el monto de deuda que Argentina no tendrá que pagar en los próximos cinco años. En un plazo de 10 años, son 37. 700 millones.

De U$S 7 a 3.Es la baja de los intereses que Argentina les pagará a estos bonistas por cada 100 dólares que el país adeuda.

1,9%. Es la baja del capital adeudado lograda con bonistas bajo jurisdicción extranjera. Se ofrecerá el mismo acuerdo a nivel nacional.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior