Economía

Deuda externa: sigue abierto el riesgo de nuevas demandas

Lo que hace un mes deslizó, de forma indirecta, el Procurador del Tesoro, Carlos Balbín, ahora es admitido en forma explícita por el Gobierno: el pago a los holdouts no clausura en forma definitiva la posibilidad de que surjan nuevas demandas.

Los funcionarios del Ministerio de Hacienda reconocen que, aunque mínimo, el riesgo sigue vivo. Y eso quedó de manifiesto en los borradores del prospecto para la emisión de los nuevos títulos de deuda que la Argentina pretende colocar la semana próxima para saldar sus compromisos con los principales fondos que accionaron en la Justicia estadounidense.

El texto, que supera las 260 páginas, contiene una descripción del escenario económico actual y de las contingencias que podrían asumir los inversores que compren deuda argentina.

Pese a que ya cuenta con la adhesión de casi el 90 por ciento de los bonistas en default , el Gobierno admitió que no puede garantizar que no sigan apareciendo demandas de acreedores que no participen en esta instancia.

Incluso abrió el paraguas y señaló que, si se genera algún nuevo juicio, hay activos que no son embargables, en referencia a las reservas del Banco Central, depósitos del Banco Nación en Estados Unidos o “propiedades que hacen a la herencia cultural del país”, como la Fragata Libertad.

El Gobierno planea licitar el lunes tres bonos con diferentes plazos: a cinco, 10 y 30 años, con tasas de interés que, según se especula, rondarán entre 7,50 y 8,8 por ciento anual.

Según publicó La Nación , que tuvo acceso a una copia del prospecto preliminar, los nuevos títulos se emitirán con “cláusulas de acción colectiva”. Eso significa que Argentina quedará en condiciones de cambiar las condiciones de un título (por caso, en una reestructuración futura) si adhieren a esa posibilidad el 75 por ciento de los tenedores.

Anticipo

A mediados de marzo, el Procurador del Tesoro, Carlos Balbín, había dado una pista sobre la imposibilidad de garantizar que no habrá nuevas demandas.

Fue cuando evitó opinar sobre la opinión vertida por los abogados del estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, que lo hizo desde su posición como representante de la Argentina.

En un documento dirigido al Gobierno, esa firma sostuvo que, aunque inicien una demanda, los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 no tienen fundamento legal para pedir la misma compensación que quienes aceptaron la nueva oferta a los fondos buitre.

El argumento es la pérdida de vigencia de la cláusula Rufo (caducó el último día de 2014), por lo que los bonistas reestructurados ya no tienen derecho a reclamar un trato igualitario.

Balbín entregó entonces un escrito al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, en el que no respaldó la conclusión del estudio jurídico, aunque tampoco la rechazó. De todos modos, ese formalismo fue leído como una advertencia sobre el riesgo latente de nuevos juicios.

Como es habitual en este tipo de colocaciones, el docu­mento para los inversores abarca hipótesis de los escenarios de corto y mediano plazo para la economía argentina.

La proyección más pesimista concluye que, a pesar de las acciones del Gobierno, la inflación podría seguir subiendo, con un mayor de­terioro del nivel de actividad económica.

También aclara que los datos estadísticos que se muestran está afectados por la emergencia declarada por el Indec.

Y va más allá al advertir que “no hay certeza de que estas reformas (por los cambios en el Indec) vayan a ser suficientes para producir datos oficiales que estén a la altura de los estándares internacionales, dentro de qué plazo tales datos serán recogidos, hasta qué nivel se corregirán datos oficiales de períodos anteriores y qué efecto estas reformas tendrán en la economía argentina”.

Tal como ocurre puertas adentro, los indicadores macroeconómicos se guían con la información que surge de los informes que elaboran los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires y de San Luis.

En ese marco, el Gobierno negó que vaya a ocurrir una revisión para los bonos que pagan atados a la inflación. “Ajustes y pagos de la deuda indexada no están sujetos a reafirmaciones ni revisión”. A fines de febrero, cerca de 14.100 millones de dólares la deuda argentina estaban en títulos de este 
perfil.

“Asombroso”

Alfonso Prat Gay, mtro. Hacienda y Finanzas. En Nueva York, el ministro calificó el interés de los inversores por la nueva emisión de deuda como “asombroso”. El acuerdo es “extremadamente favorable”.

Fuente: La Voz del Interior. http://www.lavoz.com.ar/politica/deuda-externa-sigue-abierto-el-riesgo-de-nuevas-demandas?cx_level=flujo_1

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