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Denuncian que Pfizer escondió información para prevenir el Alzheimer

La búsqueda de métodos de prevención y cura del mal de Alzheimer ha desvelado a investigadores a lo largo de los años. Si bien se conocen factores relacionados a su aparición y a su desarrollo, la realidad es que aún no se tienen información precisa al respecto. Sin embargo, recientemente se conoció una noticia que podría haber cambiado el curso de los estudios sobre prevención de Alzheimer. Pero no lo hizo.

Según un artículo publicado en el Washington Post, un equipo de investigadores dentro de Pfizer hizo un hallazgo sorprendente en 2015: la exitosa terapia para la artritis reumatoide de la compañía Enbrel, un poderoso medicamento antiinflamatorio, pareció reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer en un 6%.

Estos resultados se obtuvieron de un análisis de miles de indicios. No obstante, es necesario aclarar que llegar a comprobar que que el medicamento realmente tendría ese efecto en las personas requeriría un estudio clínico costoso, y luego de varios años de discusión interna, Pfizer optó por no seguir investigando y decidió por no hacer públicos los datos.

Según el periodista que firma la nota, Christopher Rowland, los investigadores de la división de Inflamación e Inmunología de la compañía instaron a Pfizer a realizar un ensayo clínico en miles de pacientes, que estimaron que costaría 80 millones de dólares. El objetivo era comprobar si la señal contenida en los datos era real, de acuerdo a la información de un documento interno de la compañía obtenido por The Washington Post.

El documento -una presentación de diapositivas preparada para ser revisada por un comité interno de Pfizer en febrero de 2018- asegura que «Enbrel podría potencialmente prevenir, tratar y retardar la progresión de la enfermedad de Alzheimer de forma segura».

La compañía aseguró que después de años de revisiones internas probó que Enbrel no se mostró prometedor para la prevención del Alzheimer. El motivo, según explica Pfizer, es que la droga no llega directamente al tejido cerebral. Una sinopsis de sus hallazgos estadísticos preparados para publicación externa, dice, no cumplió con sus «estándares científicos rigurosos».

¿Por qué no comunicaron su hallazgo al mundo?
Pfizer dijo que optó por no publicar esta información por las dudas sobre los resultados. Aseguró que la publicación de los datos obtenidos podría haber llevado a científicos externos hacia una vía no válida.

A pesar del tiempo que pasó entre el primer hallazgo y su actual publicación, lo cierto es que estos datos abren una nueva puerta a la búsqueda de tratamientos para el mal de Alzheimer dentro de una de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo. En este sentido, cabe mencionar que todavía hoy esta enfermedad está muy presente en el mundo y ocupa entre el 60 y el 70% del total de los casos de demencia.

Es importante aclarar, además, que algunos científicos externos no están de acuerdo con la evaluación de Pfizer de que estudiar el potencial de Enbrel en la prevención del Alzheimer es un callejón sin salida científico. Aseguran, por su parte, que podría abrir caminos importantes para combatir la enfermedad y disminuir el deterioro cognitivo en sus primeras etapas.

Cuando las deliberaciones de Enbrel terminaron a principios del año pasado, Pfizer estaba abandonando la investigación de Alzheimer. Anunció en enero de 2018 que cerraría su división de neurología, donde se exploraron los tratamientos de la enfermedad de Alzheimer y despidió a 300 empleados.

El medicamento en cuestión está en camino de desaparición. Las ganancias están disminuyendo a medida que surge la competencia genérica, lo que disminuye los incentivos financieros para futuras investigaciones sobre Enbrel y otros medicamentos de su clase.

«Me siento realmente frustrado por todo esto», señaló Clive Holmes, profesor de psiquiatría biológica de la Universidad de Southampton en Gran Bretaña, quien recibió apoyo de Pfizer para la investigación de Enbrel en la enfermedad de Alzheimer,un ensayo independiente de 2015 en 41 pacientes que no resultaron concluyentes. Además, hizo una afirmación contundente al mencionar que Pfizer y otras compañías no quieren invertir mucho en investigaciones adicionales solo para que sus mercados se vean socavados por la competencia genérica.

Las más amplias fuerzas de mercado, que los críticos dicen que disuadieron a Pfizer de invertir en ensayos clínicos de Alzheimer, se basan en el «ciclo de vida»de Enbrel, el período de 20 años de exclusividad de patentes cuando un fabricante de una marca obtiene los beneficios del monopolio de un medicamento. Un fármaco biológico inyectable, es relativamente antiguo, con aprobación de la FDA para la artritis reumatoide en 1998.

Pfizer obtuvo los derechos para comercializarlo internacionalmente cuando adquirió al fabricante de medicamentos Wyeth en 2009. Pero Enbrel actualmente enfrenta una competencia genérica.

Las compañías farmacéuticas suelen recibir críticas por extender la vida de la patente de una droga y obtener nuevos beneficios simplemente por ajustar la molécula de un medicamento o cambiar el método de administración en el cuerpo. A medida que el ciclo de vida de Enbrel se acaba, Pfizer ha introducido una nueva droga para la artritis reumatoide, Xeljanz, que funciona de manera diferente a Enbrel. Así, mientras que los ingresos de Enbrel se reducen, los ingresos de Xeljanz aumentan. La patente de Xeljanz expira en 2025 en los Estados Unidos y 2028 en Europa, según las declaraciones públicas de Pfizer.

De esta manera, apostar dinero en un ensayo clínico de Enbrel para una enfermedad completamente diferente, especialmente cuando Pfizer tenía dudas sobre la validez de su análisis interno, tenía poco sentido comercial. Así lo aseguró, según se indica en el artículo del Washington Post, un ex ejecutivo de Pfizer que estaba al tanto del debate interno y habló sobre la condición de el anonimato para discutir asuntos internos de Pfizer.

Fuente: La Mañana. La Mañana