Policiales

El Central comienza a controlar la salida de dólares al exterior

La posibilidad del retorno de alguna medida que tenga parecidos con el cepo cambiario retumbó en las últimas horas en la city financiera. El marco lo dio la crisis financiera. Y se potenció ayer cuando el Banco Central le prohibió a los bancos girar dividendos al exterior sin previa autorización, una medida que rigió desde 2006 y que el gobierno de Mauricio Macri eliminó en 2018.

Se trata de una decisión similar a la dictada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el 9 de febrero de 2012, cuando aplicó el segundo paso del cepo. El primero había sido el 28 de octubre de 2011, con la restricción para la compra de billetes para quienes no tuvieran pesos en una cuenta bancaria.

La diferencia aquí, dijeron a La Voz fuentes de la autoridad monetaria, está en que la medida no afecta a las empresas dedicadas al comercio exterior. “El objetivo es garantizar que se mantenga la liquidez del sistema”, agregaron, por si los depositantes quieren disponer de sus dólares.

“Esto no es un cepo ni un corralito porque no hay una prohibición a la compra de moneda extranjera ni a que los depositantes puedan sacar sus dólares”, le contestó a este medio un funcionario de la primera línea del Gobierno. Y negó que se esté pensando en instalar un cepo como el del kirchnerismo.

El economista Orlando Ferreres opinó ayer que “todo va hacia el control de cambio más estricto”, a consecuencia del default “selectivo”. Y señaló que si bien “hay un terror de la gente”, no ve posible el regreso del cepo. Según dijo, el problema actual es que “no hay credibilidad en las medidas del Gobierno. No les cree nadie”.

La crítica situación se acentuó con dureza tras las elecciones del 11 de agosto, en las que el peronismo kirchnerista quedó muy bien posicionado para ganar las generales y gobernar hasta 2023. Esto provocó pánico en los inversores financieros por la mala relación que mantuvieron con el modelo intervencionista del kirchnerismo, que además llevó el gasto público a un nivel insostenible.

Medidas

La decisión del Central se sumó ayer al reperfilamiento de deuda de corto plazo anunciada el miércoles, para postergar pagos por unos 13 mil millones de dólares hasta fin de año. El Gobierno está buscando evitar la espiralización de la crisis, pero el mercado no está respondiendo como esperaban en la Casa Rosada.

Ante la falta de resultados que exhiben las últimas medidas económicas, el Banco Central adoptaría desde el lunes una estrategia más agresiva en procura de frenar el alza del dólar.

Se especula, aunque sin confirmación oficial de la autoridad monetaria, que para la apertura del mercado cambiario del lunes el Central podría poner sobre la mesa un monto significativo de dólares para frenar la cotización de la divisa.

Abajo y arriba

Las tres calificadoras de deuda más importantes del mundo le bajaron la nota al país. Primero, fue Standard & Poor’s, al declarar el default “selectivo”. Ayer esta agencia dio marcha atrás tras la publicación del cronograma de pagos que hizo Hacienda, pero le puso a la deuda argentina una calificación más baja.

Se sumó Fitch, que usó el término “default restringido”. Esta firma cree que la Argentina “está en incumplimiento de sus obligaciones soberanas”. Y luego lo hizo Moody’s, que recortó la calificación y cambió la perspectiva a una instancia de “en revisión negativa”. Esto indica que el mercado no tiene previsto una mejora de la situación financiera.

Para evitar una disparada del dólar, el Central vendió ayer 387 millones, por lo que desde las elecciones acumuló una sangría de 2.038 millones de dólares. A eso se suma que ayer la tasa de interés de referencia saltó al 83,26%.

Sólo ayer, las reservas del Central cayeron 1.943 millones de dólares, hasta los 54.098 millones. En la semana anotaron una baja de 4.169 millones y a lo largo de todo agosto descendieron nada menos que 13.810 millones. De ese total mensual, el 88,4% se evaporó tras las elecciones primarias.

El dólar cerró en un promedio de 62,04 pesos. A lo largo de un agosto infernal para los activos argentinos, el precio del billete escaló 17 pesos, un 37,8%. Las acciones de empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York se desplomaron: Edenor, 72%; el Banco Galicia, 70,5%, y Central Puerto, 69,8%, entre otros.

También terminaron agosto en el matadero los bonos de la deuda: el Bonar que vence en octubre de 2020 descendió 57,8% hasta ubicarse ayer en los 39,79 dólares por unidad. El Bonar 2024 perdió el 59,8%; el Discount bajó 54,9%, y el otrora famoso bono a cien años que emitió Luis Caputo se derrumbó 45,3%.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior