Policiales

Una mujer hace historia: Analía Ludueña, primera jefa de la URD San Justo

La hasta ahora subdirectora, asumirá oficialmente en los próximos días la jefatura de la Departamental San Justo. Será la primera mujer en hacerlo en la historia de la institución.


Por primera vez en la historia, la Unidad Regional Departamental San Justo tendrá una mujer al mando. Se trata de la comisaria inspectora Analía Ludueña, quien desde finales del año pasado encabezaba la zona de Inspección N°1, abarcando San Francisco, Devoto, Freyre y otras localidades de la región.

La historia de Ludueña no sólo marca un antes y un después en la vida institucional de San Francisco, sino que también se inscribe en un cambio de época que atraviesa a toda la Policía de Córdoba. Espacios históricamente reservados para los hombres hoy comienzan a abrirse para las mujeres que, con compromiso y vocación, se ganan su lugar.

Nacida en Villa del Rosario hace 51 años, Ludueña lleva más de 27 años de servicio en la Policía de Córdoba. Su recorrido comenzó en el barrio Chateau Carreras, en la capital, y continuó por Villa María y la Departamental Río Segundo, hasta asumir en 2014 un rol de liderazgo en la Dirección General Departamentales Sur.

Su trayectoria fue reconocida en 2019, cuando un proyecto suyo de capacitación conjunta entre Córdoba y La Pampa la llevó a realizar un curso en China sobre crimen organizado, experiencia que fortaleció aún más su formación profesional.

Analía no proviene de una familia ligada a las fuerzas de seguridad: su padre trabajó en la cooperativa eléctrica de su pueblo y su madre fue ama de casa. Su elección de vida nació de una convicción profunda, impulsada por su deseo de servicio y su firmeza para abrirse camino en un mundo que, durante mucho tiempo, le dio la espalda a las mujeres.

En una institución que aún carga con tradiciones machistas, Ludueña representa un símbolo de transformación. Su presencia al frente de la Departamental San Justo es una conquista que no sólo pertenece a ella, sino a todas aquellas mujeres que día a día demuestran que el género no define la capacidad de liderar, proteger y servir.

«Este lugar es el fruto de años de trabajo, perseverancia y amor por la profesión», asegura Ludueña, consciente del peso y la responsabilidad que conlleva su rol. Su nombre ya forma parte de la historia de San Francisco, y su ejemplo abrirá puertas para las generaciones que siguen.

Hoy, la URD San Justo no sólo tiene una nueva jefa: tiene un nuevo motivo de orgullo.