Inclusión laboral con corazón: un taller que abre caminos en San Francisco
En San Francisco, Sentidos Centro Educativo Terapéutico abrió un taller socio-ocupacional que ya transformó vidas: jóvenes y adultos con discapacidad encontraron un espacio de trabajo, aprendizaje y sueños compartidos, demostrando que la inclusión laboral es posible.
En San Francisco, Sentidos CET demuestra que la inclusión laboral es posible cuando hay compromiso, empatía y oportunidades. Desde marzo de este año funciona un taller socio-ocupacional que ya cambió la vida de muchos jóvenes y adultos con discapacidad.
Un 25 de febrero de 2013 nació Sentidos CET, y rápidamente se incorporó para cumplir un rol social en San Francisco y la región para pacientes con discapacidad. Su primera ubicación fue en Bv. 9 de Julio 1215 y desde el 2022 amplió sus servicios a modernas instalaciones en Iturraspe esquina San Juan. En constante crecimiento y con nuevas propuestas, ya tiene más de 12 años de vida.
“Arrancamos siendo pocos y fuimos creciendo con el paso de los años. Desde 2018 anexamos el Centro de Día. Y desde hace seis meses, decidimos dar un paso más: abrir un espacio de inserción laboral”, relató la directora de Sentidos, Carolina Tórtolo, en diálogo con DIARIO SAN FRANCISCO.

El taller funciona en Iturraspe 1155 y tiene un objetivo claro: brindar una oportunidad real de trabajo y desarrollo personal. Allí, los participantes elaboran bolsas de residuos de diferentes tamaños, en un circuito productivo que aprendieron a realizar desde cero.
“Este no es solo un lugar donde se fabrican bolsas, es un espacio de aprestamiento para la vida adulta. Aquí se generan habilidades, herramientas y, sobre todo, proyectos de vida”, explicó Tórtolo con emoción.

Un equipo que acompaña
El taller cuenta con un equipo interdisciplinario conformado por un coordinador, una trabajadora social, un psicólogo y una terapista ocupacional. Todos trabajan a la par de los jóvenes para guiarlos no solo en lo laboral, sino también en lo personal y social.
“El acompañamiento psicológico es fundamental —señaló Gerardo Cagnotti—. Ellos llegan con inquietudes propias de la adultez: independencia, autonomía, recreación, hasta formalización de pareja. Nuestro rol es acompañar esa transición y también brindar alivio a las familias”.
Por su parte, el coordinador del taller, Nicolás Millano, destacó el esfuerzo compartido: “Todo lo construimos desde cero con el equipo y con los chicos. Desde la producción hasta el plan de ventas. Hoy ya fabrican y comercializan alrededor de 600 paquetes de cada medida de bolsas”.

Más allá del trabajo: vínculos y sueños
El taller no es sólo un espacio de producción. También es un lugar donde florecen amistades, donde se comparten asados, partidos de fútbol y sueños de futuro. “Han formado un vínculo muy lindo, incluso fuera del taller. Eso también es inclusión”, remarcó Millano.
La trabajadora social Anabella Rosetti subrayó la importancia de tender puentes con la comunidad: “Todavía hay muchos estereotipos y desconocimiento sobre la inclusión laboral. Nuestro rol es acompañar y mostrar que la adaptación no es un obstáculo, sino una oportunidad para crecer como sociedad”.

La voz de los protagonistas
Los verdaderos protagonistas de esta historia son los jóvenes que cada día se ponen el delantal de trabajo con orgullo.
Cristian Bitti, de 28 años, contó su experiencia: “Soy operario del taller y me encargo de cortar y separar bolsas, además de colaborar en las ventas. Me siento bien, tranquilo y orgulloso de que la gente use lo que producimos con tanto esfuerzo”.
Valentín Aimar, de 23, dio un paso aún más grande: “Esta semana comencé a trabajar también en Macoser. Me voy en bici, ordeno piezas de plástico y acá sigo con el corte de bolsas. Mi familia está feliz de que ya estoy en el mundo laboral. Yo me siento de maravillas”.

Un mensaje a la sociedad
En apenas seis meses, el taller ocupacional de Sentidos logró lo que parecía un sueño: transformar la discapacidad en capacidad productiva, en inclusión real, en dignidad laboral.
Cada bolsa que sale de esas máquinas lleva más que polietileno: lleva el esfuerzo, la esperanza y el derecho de sus operarios a ser parte activa de la sociedad.
Porque como dijo Tórtolo, este taller no solo produce, también enseña a creer que un futuro inclusivo es posible.
Para adquirir las bolsas de residuos pueden acercarse a Iturraspe 1155 de 14 hs. a 17 hs. o enviar su pedido al WhatsApp 3564-207809.