Política

Argentina debe combinar el modelo de Perú, Colombia e Italia

OPINIÓN – Por Eduardo Reina – Especial para DSF

Argentina suele mirarse en espejos equivocados o demasiado lejanos. Sin embargo, hay experiencias cercanas que muestran que el camino existe.


Cuando se habla de cómo “vivir mejor” como país y sociedad, no se limita a lo individual; es un proceso colectivo que incluye la interacción social, la participación en la comunidad y la búsqueda de mejorar la política y el bienestar personal, la creación de vínculos, empatía y compromiso con infinidad de problemas sociales.

Argentina suele mirarse en espejos equivocados o demasiado lejanos. Sin embargo, hay experiencias cercanas que muestran que el camino existe. Perú Colombia son dos ejemplos incómodos pero reveladores: sin recursos extraordinarios, sin soja, sin gas y sin Vaca Muerta, lograron algo que acá parece ciencia ficción: estabilidad macroeconómica prolongada, inflación baja, disciplina fiscal, apertura comercial, continuidad institucional con organismos técnicos respetados.

Ser como Perú o Colombia en esos términos sería un salto gigantesco para la Argentina. Diez años de inflación baja, reglas estables y consensos mínimos transformarían la vida cotidiana más que cualquier discurso. La estabilidad salvadora para cualquier familia es lo que permite que las empresas inviertan, que el crédito exista, que el ahorro vuelva y que los jóvenes no piensen en emigrar como primera opción.

Pero la manta es corta y debemos aspirar a algo más ambicioso, porque ordenar la macro es condición necesaria, pero no suficiente para vivir mejor. No se vive solo con estabilidad, Argentina está en condiciones de ofrecer al mundo un modelo productivo de cambios con inclusión y sostenibles donde la clase mediase sea parte del motor del modelo.

Para ello debemos dimensionar la experiencia italiana que puede encajar de buena manera con la identidad productiva del país de pymes.

Italia no se convirtió en potencia industrial gracias a gigantes corporativos, sino gracias a los famosos distritos industriales: clusters de pequeñas y medianas empresas familiares que transformaron oficios en industrias globales. Calzado en Marche, muebles en Friuli, metalmecánica en Emilia-Romagna, moda en Toscana, gastronomía en Parma. Cada territorio encontró su ADN productivo y lo explotó con excelencia, innovación profesionalismo y orgullo.

Pymes fuertes, banca regional cercana, educación técnica sólida, valor agregado y exportación constante sería extraordinario para la Argentina, porque coincide con nuestra mayor fortaleza ¨empresariado creativo, resiliente y competitivo¨, capaz de producir excelencia aun en condiciones de guerra económica permanente.

Si los italianos construyeron prosperidad desde la artesanía elevada a industria, los argentinos hace décadas construyen calidad en medio del caos. Si la Argentina recuperara previsibilidad, el modelo italiano no solo sería replicable: sería un excelente modelo multiplicador natural.

Ser como Perú o Colombia en disciplina macro sería un alivio pero suena a poco; combinar eso con la lógica pyme italiana sería transformador. Los modelos de Perú y Colombia muestran estabilidad, sí, pero también exhiben un límite estructural: la clase media vulnerable, ese segmento que sale de la pobreza pero vive con miedo a caer de nuevo. Una clase media sin movilidad social no sostiene democracias fuertes.

Argentina, con todos sus errores, tuvo durante décadas una clase media-productiva sólida que garantizó instituciones, educación, consumo, innovación y desarrollo. Hoy esa clase media está herida, desordenada, empobrecida y emocionalmente agotada. Argentina necesita estabilidad con ambición social. Necesita el orden de ellos y la capacidad productiva de Italia. Necesita un Estado que no asfixie, una banca que acompañe, educación básica y técnica moderna y un proyecto exportador modelo que multiplique oportunidades.

No se trata solo de vivir mejor, sino de que la mayoría pueda vivir mejor al mismo tiempo.

“Si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no puede salvar a los pocos que son ricos”. John Kennedy

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Eduardo Reina

Consultor especializado en Comunicación Institucional y Politica, Asuntos Públicos y Gubernamentales, Manejo de crisis y Relaciones con los Medios. Magister en Comunicación y Marketing Político. Universidad del Salvador, USAL, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004. Postgraduate Business and Management. Universidad de California Ext. Berkeley, EEUU. Actual Presidente Tres Cuartos Comunicación y es Docente Universitario. Anteriormente fue Vicepresidente de Estudio de Comunicacion, multinacional española que figura entre las 10 empresas del ranking de Merger Market de empresas Europeas. www.eduardoreina.com