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El acuerdo de la deuda de Córdoba agita la relación con la Nación

En abril del año pasado, cuando la pandemia golpeaba con más fuerza la economía local y la reestructuración de la deuda nacional parecía aún una utopía, el Ministerio de Economía nacional creó una unidad especial para apoyar y unificar la estrategia de reestructuración de las deudas subnacionales.

La Unidad de Apoyo de Sostenibilidad de la Deuda Pública de las provincias buscó, y sigue buscando, coordinar acciones en el proceso de renegociación que llevan adelante las provincias.

En esa mesa participó, y sigue participando, Córdoba, representada por las más altas autoridades de Finanzas.

Sin embargo, el acuerdo al que arribó la Provincia con los bonistas, que fue anunciado por el gobernador Juan Schiaretti el lunes, pareciera que ha agitado las relaciones en ese escenario. Horizontalmente, dentro de la Unidad, y hacia arriba, con el propio ministerio que conduce Martín Guzmán.

Las críticas apuntan a que el norte al que siempre apuntó la reestructuración de la Nación era no sólo resolver la coyuntura de los pagos más próximos, sino generar un horizonte de sostenibilidad a largo plazo. “Una deuda que se pueda pagar”, dijo una y otra vez Guzmán.

Para la vertiente más kirchnerista del Gobierno nacional (y también para algunas otras voces dentro del Ejecutivo), esto no ha sido logrado por el acuerdo cordobés.

La tasa del 6,08 por ciento promedio acordada está algo más de un punto por debajo de la de los tres bonos reestructurados, pero es superior a la que consiguió la Nación y a la que lograron provincias que ya refinanciaron, como Mendoza o Neuquén, por ejemplo.

En el Centro Cívico no coinciden y aseguran que Economía avaló el acuerdo, y especialmente la tasa.

Y dicen que, si bien la Unidad de Apoyo es una mesa para aunar ciertos criterios y establecer estrategias conjuntas respecto de las deudas, el pasivo de cada provincia tiene particularidades únicas, lo mismo que sus finanzas.

Algo de esto dejaba entrever el grupo más duro de tenedores de deuda de Córdoba cuando rechazó una por una las cinco primeras propuestas de Córdoba: “Las discusiones deben basarse en las realidades de la situación financiera y las perspectivas de la Provincia”. Traducido: Córdoba no está en una situación tan grave, puede pagar más.

Ningún funcionario nacional se pronunció públicamente en estos días respecto del anuncio de Schiaretti, pero por lo bajo han dejado trascender su disconformismo porque entienden que las concesiones de la última propuesta complican los acuerdos de las provincias que aún no han arreglado.

La más relevante, por lejos, Buenos Aires, que está en default desde el año pasado.

El cuestionamiento apunta a la escasez de dólares que Economía prevé que tendrá el Banco Central, situación que no se resolverá en el corto plazo. Para materializar cada pago, las provincias les compran billetes verdes a la autoridad monetaria al precio del dólar oficial mayorista. Esta es una canilla que Guzmán quiere estrechar al mínimo.

Por otra parte, los más críticos apuntan al futuro: dicen que Córdoba ya está pidiendo avales para seguir endeudándose para obras nuevas, y que no piensa en los otros distritos que aún no han podido despejar sus horizontes de deuda.

“Si el resto de las provincias toman el mismo caminos y acuerdan en términos similares, complican la situación financiera nacional, no es una isla, no cabe el cordobesismo, compromete el futuro de todo el país”, analizan los sectores del Gobierno nacional que vieron con poco agrado el detalle del acuerdo al que arribó Córdoba.

Refinanciación. Después de cinco propuestas rechazadas por el grupo más duro de acreedores, el equipo de negociadores de la Provincia arribó a un principio de entendimiento por 1.685 millones de dólares. El Estado provincial canjeará los tres bonos emitidos originalmente (PDCAR 2021, 2024 y 2027) por otros nuevos con un plazo mayor y una tasa de interés del 6,08% promedio. Menor que la que paga en la actualidad (7,23%). El costo del dinero por devolver quedó encima de las pretensiones originales.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior