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VIH: probarán en Argentina una vacuna preventiva

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tiene hoy tratamientos que permiten controlarla y mantener una buena calidad de vida. Sin embargo, el objetivo es llegar a evitarla y por eso laboratorios y organismos especializados mantienen los esfuerzos para desarrollar una vacuna preventiva.

Es el caso de Janssen, la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, que este año encarará la tercera (de un total de cuatro) fase de prueba de una vacuna. El estudio se realizará en Estados Unidos, Europa y algunos países de América latina, incluida Argentina.

En el país, se seleccionaron ocho posibles centros para la realización de ensayos clínicos. Los criterios para la selección de las instituciones es que tengan contacto con personas con condiciones de riesgo, con el fin de reclutar 600 voluntarios (a nivel mundial, serán 3.800).

De los ocho centros preseleccionados, se comenzará con dos, en Buenos Aires –Janssen prefirió no dar los nombres, porque todavía el estudio debe ser aprobado por Anmat–, y en caso de que en el período de entre uno o dos meses en esos dos no puedan reunir a 600 voluntarios, sumarán otros de los seis restantes.

Luis Pliego, director médico y regulatorio de Janssen Latinoamérica Sur, confirmó que uno de los centros está en Córdoba. En el ámbito médico se menciona al hospital Rawson, desde donde reconocieron a La Voz el interés por participar.

“El desarrollo comenzó hace tres años”, señaló a este medio Pliego. “En 2017 comenzó la etapa de pruebas clínicas en humanos, en voluntarios. A partir de los resultados, que vienen siendo prometedores, es que se avanzó de las etapas de fase uno y fase dos, y lo que comenzará ahora es la fase tres”, añadió.

El director médico de Janssen destacó que, además de precisar autorización de Anmat, el estudio tiene una complejidad adicional. “Para el desarrollo, Janssen actúa en acuerdo con otras instituciones ajenas a la compañía, socios científicos externos, como universidades o el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. Entonces, para la elección de centros se requirió la validación mundial”, explicó Pliego.

Desde 1987, hubo cientos de intentos de llegar a una vacuna; sin embargo, sólo seis completaron ensayos de eficacia.

Un ensayo clínico es un estudio de investigación en el que un producto elaborado por un laboratorio, bajo estándares controlados, es probado por personas que acceden a recibirlo.

Pliego aclaró que no se trata de la inoculación de virus, como en otras pruebas de vacunas. “Es una tecnología diferente. Lo que inocula la vacuna es una estructura que ataca el virus de VIH, pero no es VIH”, apuntó.

El ejecutivo coincidió en que la vacuna preventiva es todavía “muy esperada, por la trayectoria de la pandemia”. “Pese a la evolución de los tratamientos, la incidencia, es decir, los casos nuevos, es alta”, señaló.

El VIH en Argentina

En el período 2014-2016 hubo 5.800 notificaciones de casos nuevos por año en el país, según datos de la Secretaría de Salud de la Nación. De ese número, poco más del 8,6 por ciento se registraron en Córdoba. En la provincia, la tasa de diagnóstico es de 12 casos cada 100 mil habitantes.

Entre las provincias, la tasa de diagnóstico más alta se verifica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (31 casos cada 100 mil habitantes), seguida de Tierra del Fuego (26,6 casos cada 100 mil habitantes).

En 2017, se estimaba que había 129 mil personas que vivían con VIH en la Argentina, el 20 por ciento de los cuales desconocía su diagnóstico. De las personas que conocían su diagnóstico, el 83,5 por ciento estaba ya en pleno tratamiento.

De acuerdo con el Boletín Epidemiológico sobre VIH, sida e infecciones de transmisión sexual (ITS) de Argentina, correspondiente a diciembre pasado, mientras que en el último tercio del siglo 20 hubo una tendencia a la baja en la transmisión de algunas ITS, por las medidas preventivas que se generalizaron por la epidemia de VIH a partir de la década de 1980, en los últimos años ese movimiento se ha revertido. Eso, interpreta, se debe a un relajamiento que puede asociarse a la efectividad del tratamiento del VIH con antirretrovirales para el control de la infección.

Diferencias entre preventiva y terapéutica

A nivel mundial, se exploran dos tipos de vacunas.
Una vacuna preventiva contra el VIH se administra a las personas seronegativas, con el fin de prevenir dicha infección en el futuro, según explica el Departamento de Salud y Derechos Humanos de Estados Unidos. En cambio, la vacuna terapéutica se administra a las personas que ya tienen la infección para, entre otros objetivos, desacelerar su progreso.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior