Policiales

Máxima preocupación por el submarino perdido

La desaparición del submarino ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo, generó una enorme preocupación en la Casa Rosada, aunque al cierre de esta edición no había indicios que permitieran inferir una tragedia y tampoco se había restablecido el contacto con el navío.

Enrique Balbi, vocero de la Armada, llevó tranquilidad a la familia en la tarde de ayer al sostener que “no hay indicios” de que el submarino “se haya hundido”, lo que pondría en riesgo –al menos por ahora– la vida de los oficiales y suboficiales.

Balbi desmintió las primeras versiones que habían circulado acerca de un presunto incendio en la sala de baterías del navío que se extravió en aguas del Golfo de San Jorge, a unos 430 kilómetros de Puerto Madryn.

En las primeras horas de la noche, Balbi explicó que cambió la categoría del operativo: “búsqueda y rescate”, según lo definió.

El navío perdió contacto con tierra después de reportarse por última vez el miércoles a las 19.30 y la búsqueda fue iniciada por la Armada el jueves a las 22. Desde entonces, los rescatistas lograron “barrer” el 20 por ciento de la zona en la que podría estar el submarino según su última señal.

Drama

Voceros del Gobierno señalaron a este diario que el presidente Mauricio Macri seguía el minuto a minuto de la búsqueda y había hablado tres veces en las últimas 24 horas con el ministro de Defensa, el cordobés Oscar Aguad.

Aguad llegó ayer desde Vancouver, Canadá, tras adelantar su regreso por la situación de emergencia. Y se instaló en Mar del Plata, donde está la base de operaciones para el rescate del submarino. Allí también esperaban, angustiados, los familiares.

“Es un momento dramático”, dijo ayer con desesperación Eduardo Krawczyk, el padre de Eliana, la primera oficial submarinista del país que integra la tripulación del navío que volvía desde Ushuaia hacia Mar del Plata, donde tiene su base.

“Sabemos que tuvo problemas en las comunicaciones, pero no sabemos si tiene propulsión ni qué tan grave es la avería. Eso implica que hay dos posiciones estimadas en las que buscar”, explicó el vocero de la Armada.

Los expertos de la fuerza militar entienden que si la falla es sólo en la comunicación, tuvo que seguir la ruta directa a Mar del Plata para favorecer el encuentro, pero si no tiene propulsión y está a la deriva, lo deben buscar teniendo en cuenta los vientos y las corrientes.

Según el protocolo, el submarino –de 66 metros de largo– debería estar en la superficie si es que sólo ha perdido propulsión por algún eventual problema en las baterías. Es la hipótesis que esperanza al Gobierno para no hablar de una “emergencia”.

El clima no ayudaba en la búsqueda dado que en la zona de rastreo hubo ayer vientos muy fuertes con ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora, lo que picaba el mar y generaba “falsos blancos” en los radares.

Del operativo participaban dos naves de superficie equipadas con sonar (técnica que se vale de la propagación del sonido debajo del agua para detectar el rebote de las ondas en otros buques) y dos aviones que sobrevuelan la zona en la que se perdió el contacto.

Al promediar el viernes, se sumó una aeronave de la Agencia Espacial Norteamericana (Nasa). Se trata de un avión P-3, que se encontraba realizando estudios en la Antártida por el cambio climático y cuenta con instrumental y cámaras de última generación.

Los gobiernos de Chile, de Estados Unidos y del Reino Unido ofrecieron apoyo logístico e intercambio de información en lo que se denominó una “búsqueda humanitaria” del buque que estaba operando junto a otras unidades de la flota de mar en el control de la zona económica exclusiva.

El ARA San Juan es un submarino tipo TR-1700 fabricado en Alemania. Se incorporó a la Marina nacional en 1985. Es de propulsión diésel eléctrica convencional.

Un cordobés en la tripulación

Víctor Maroli es oficial y está radicado en Mar del Plata.

En el submarino ARA San Juan está Víctor Andrés Maroli, oficial con el grado de teniente de navío. Es el único cordobés entre los 44 tripulantes del navío.

Maroli es de Córdoba capital, pero cumple servicios en la base de submarinos de Mar del Plata, ciudad en la que está radicado.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior

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