Policiales

Luego de años de divisiones, la izquierda da otro paso hacia la unidad

Se trata de un experimento con resultado cantado. Paremos a cualquier ciudadano de a pie en una peatonal y le preguntemos si conoce diferencias palpables entre las tres principales fuerzas de izquierda a nivel nacional. Más aún, desafiemos a periodistas que cubren diariamente la sección “Política” para que nos expliquen disparidades entre las plataformas del Frente de Izquierda (FIT), Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) o el Nuevo MAS. Todos se quedarán pensando, si no es que directamente niegan encontrar alguna disparidad.

La unidad de la izquierda, asimismo, es un pedido que no solo se viene haciendo, al menos de la boca para afuera, desde las tres fuerzas. Incluido también Luis Zamora, aunque anclado territorialmente en la Ciudad de Buenos Aires. Es una solicitud que se vislumbra desde aquellos trabajadores que desde un primer momento fueron acompañados por distintos dirigentes trotskistas a lo largo y ancho del país. Siempre ante una situación de despidos, achique o cierre de empresas, algo que ocurre desde hace al menos una década.

El pasado martes, antes de los Macri-Pichetto y Lavagna-Urtubey, por WhatsApp y a través de sus redes sociales, los diferentes partidos que integran cada fuerza empezaron a invitar a una conferencia de prensa para anunciar la fórmula Nicolás Del Caño-Romina Del Plá. Pero la sorpresa no estaba en que los dirigentes del PTS y el Partido Obrero iban a competir por la presidencia, sino que el MST bajaba su postulación para formar parte de la “unidad”.

“Nos escucharon decirlo muchas veces. La unidad es algo que venimos peleando desde hace tiempo y la precandidatura de nuestra compañera Celeste Fierro estaba a disposiciòn de esa unidad”, sostiene del otro lado del teléfono Luciana Echevarría, principal dirigente cordobesa del MST, en diálogo con La Nueva Mañana. Tanto ella como su partido a nivel nacional accedieron a bajar candidaturas y espacios centrales en las listas para unirse al Frente de Izquierda, al PSTU y a Poder Popular, la corriente política del Correpi que tiene a Carmen “La Negra” Verdú como principal referente.

El pasado martes, horas antes del anuncio vía redes sociales de los dirigentes del FIT, desde el Nuevo Más emitieron comunicados llamando a “internas abiertas” con cuestionamientos claros a lo que ya consideraban un “acuerdo electoralista”.

“Este acuerdo sin dudas es para nosotros un esfuerzo grande. Lo hacemos sin poner por delante la cuestión de los cargos y en función de lo que nos pide la gente en este momento del país que es una situación crítica, donde las alternativas no tienen ninguna salida de fondo”, explica Echevarría. Tanto ella como Liliana Olivero y Del Caño remarcaron a este diario que un frente común con “el 90% de lo que sería la izquierda” es necesario para enfrentarse a las candidaturas de Macri, Fernández y Lavagna. Siguiendo una línea de igualar al peronismo y a la oposición como dos caras de la misma moneda.

“Vamos a una pelea siendo la única fuerza política que plantea romper directamente con el FMI y resolver primero el problema del salario”, comenta el actual diputado nacional, en la misma línea que Olivero: “La izquierda saldrá fortalecida para repudiar a Macri-Pichetto y su ajuste y decir que con Fernández y Cristina van a seguir el FMI y los pagos de la deuda. El FIT-Unidad plantea claramente que la única salida de la crisis actual pasa por romper con el Fondo y sus políticas de ajuste”.

El pasado martes, horas antes del anuncio vías redes sociales de los dirigentes del FIT, desde el Nuevo Más emitieron comunicados llamando a “internas abiertas” con cuestionamientos claros a lo que ya consideraban un “acuerdo electoralista”.

“El operativo montado por el FIT tuvo como uno de sus objetivos bajar la lista encabezada por nuestra compañera Manuela Castañeira, cuestión que nos parece un crimen político siendo la única precandidata presidencial mujer para esta elección; un planteo de espaldas al histórico movimiento de mujeres en desarrollo en nuestro país”, expresaron a través de un comunicado. Castañeira, quien antes de las elecciones provinciales en Córdoba fue entrevistada por La Nueva Mañana, planteó ella misma la nula diferencia entre las fuerzas, antes de sumarse al discurso de una unidad que con el MAS, todavía no llegó, al menos con el FIT. Es que cabe recordar que en 2015, el Nuevo MAS y el MST fueron juntos en una alianza que se llamó Izquierda al Frente y que suscitó un enfrentamiento judicial con el Frente de Izquierda por el nombre. En 2019 estas fuerzas tomaron caminos diferentes.

“Manuela Castañeira, única precandidata mujer”, será la bandera del MAS, buscando el piso en las Paso que los coloque con su boleta en octubre, junto a Eduardo Mulhall.

La izquierda, tan cerca y aún tan lejos de la siempre ponderada unidad.

Mulhall, el candidato a vicepresidente que vive en Córdoba
Eduardo Mulhall es docente y delegado de UEPC, además de referente de otras luchas obreras como la toma de FIAT en los 90. Hasta el momento, es el único candidato a vicepresidente con asiento en Córdoba, ciudad donde vive desde 1992.

“Tratamos de reflejar en las candidaturas a los sectores que lo vienen peleando desde abajo. En mi caso, como un trabajador de años que quiere sumar en esta campaña todo el esfuerzo para plantear una salida alternativa a los planes del Fondo. Hace años venimos planteando la unidad de la izquierda y el FIT, sorpresivamente, faltando 10 días, llama a través de los medios a sentarse a discutir. Fue un criterio ultimatista, lo más democrático era ir a las Paso”, aseveró en contacto con La Nueva Mañana.

En tanto, Mulhall comentó que ya se planea una campaña con recorrido en todo el país y en Córdoba junto a Julia Di Santi, primera candidata a diputada. “Es un desafío enorme, como trabajador del interior del país, y un orgullo inmenso poder acompañar a Manuela en esta campaña”, finalizó.

Fuente: La Mañana. La Mañana