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Los juguetes «de niñas» cuestan hasta 300% más que los «de niños»

El «pink tax» (impuesto rosa, en inglés) también llegó a los juguetes. Hace años, el comercio vende más caros los productos destinados a mujeres que los de hombres. Esta tendencia también llegó a los juguetes, los cuales cuestan entre 3% y 300% más los juguetes destinados a niñas que los promocionados para varones.

Jugueterías, tiendas de ropa, supermercados, librerías y un largo etcétera aún mantienen la división de sus sectores según el género del consumidor. En la mayor parte de los comercios se pueden ver los carteles delimitando los espacios entre “niñas” y “niños”. Lo mismo sucede en los comercios online y sitios web de comercio libre donde existen filtros de búsqueda que permiten clasificar “juguetes de nena” y “juguetes de varón”. Así, cocinitas, muñecas, bebés y maquillaje son para ellas, y autitos, armas, deportes y juegos de ingenio para ellos.

«Al analizar la oferta de productos de consumo infantil, resalta la presencia de contenido sexista de los juguetes para niñes. Pensar los estereotipos de género es reflexionar sobre una división de roles que atraviesa el conjunto de la sociedad y también la economía», asegura un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

El informe que lleva el nombre «¿Qué regalamos a nuestros niñes? Análisis del consumo de juguetes con perspectiva de género» se propuso constatar la presencia de mandatos de género en los productos ofrecidos por el mercado para niñas y niños; y partiendo de esta clasificación patriarcal. Fue realizado sobre el relevamiento de 204 juguetes promocionados en ocho sitios de ventas on line por Valentina Burke, Débora Ascencio, Eva Sacco y Julia Strada.

Juguetes sexistas y mandatos patriarcales

«El 40% de los juguetes destinados a las niñas están vinculados a las tareas de cuidado, siendo la oferta de muñecos bebés (con todas sus variantes como accesorios para el baño, “aprender a hablar”, mamadera, etc.) la más repetida de todos los juguetes categorizados como “de mujer” o “de niña”. Madres cuidadoras como principal mandato en los juguetes desde la niñez», indicaron las autoras en el informe.

También aparecen otro tipo de juguetes asociados a los roles reproductivos como son los sets de cocina, planchas y fábricas de tortas y helados.

«La imposición de tareas de cuidado y reproductivas tiene grandes posibilidades de ser legitimada y enraizada en nuestros imaginarios si desde las primeras formas de socialización (aún desde el aspecto lúdico) nos ubican en ciertos roles y espacios», indica el informe.

La segunda categoría más relevante en los juguetes “más vendidos” para niñas son los asociados a la belleza y cuidado personal, representando el 32% de la oferta, como por ejemplo una valijita con productos de peluquería y maquillaje.

«Si para las mujeres siguen las ofertas relacionadas a princesas y castillos encantados, a los varones parece ser que les toca hacer deportes, salvar al mundo, ser creativos e inteligentes», aseguran.

La categoría más importante en la oferta de juguetes para varones es la de deportes, con un 30%, principalmente relacionada al fútbol. La segunda categoría en la oferta para varones es alarmante a la luz de los hechos de violencia de género que vienen problematizándose como sociedad y a diario: un 26% de la oferta “masculina” está constituida por juguetes asociados a la violencia, fundamentalmente pistolas.

«Para el caso de los varones, hay tiempo para el descubrimiento y para desplegar la inteligencia. Microscopios y juegos de ingenio, que asocian la masculinidad el ejercicio de la inteligencia, el conocimiento científico y la creatividad», reflexionan las autoras.

Pink tax: Penalidad económica en el consumo de juguetes considerados “para niñas”

En base al relevamiento realizado por el Observatorio de Género de CEPA se observa que los precios de los juguetes “para nena” y “para nene” son distintos. Se puede constatar tanto que en promedio los juguetes más comprados orientados a nenas son más caros que los orientados a varones, a partir de la presencia de pink tax o impuesto rosa en productos de similares o idénticas características que son más caros en su versión “femenina”.

Cuando se examina el conjunto de los juguetes orientados a varones y mujeres (sin hacer la comparación “a igual juguete” según género), se constata que existe una diferencia de precio ligeramente superior en los juguetes femeninos.

Mientras que el valor promedio de los juguetes masculinos es del $1.083, el valor promedio de los juguetes femeninos es de $1.128, es decir, un 4% más caro. En el caso de los juguetes sin distinción de sexo, el precio promedio de los juguetes asciende a $1.558.

Pero cuando se examinan juguetes de similares características (y en algunos casos idénticos) entre varones y mujeres, se observa que aparecen diferencias sustanciales en los precios, encareciendo la versión femenina. Esto es lo que se conoce como pink tax.

En el relevamiento aparecen siete casos de juguetes prácticamente idénticos en cuya versión femenina el precio se encarece de manera muy heterogénea, entre 3% y 300%.

Fuente: La Voz del interior. La Mañana