Policiales

El G-20 le da aire a Macri para negociar el ajuste

Los avales que recibió la Argentina en la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) se transformaron en un capital político para Mauricio Macri de cara a las difíciles negociaciones que deberá mantener con la oposición para aprobar el Presupuesto 2019 y materializar el ajuste.

El tercer encuentro de ministros de finanzas y de presidentes de bancos centrales se convirtió en un terreno ideal para que el jefe de Cambiemos despeje cualquier duda sobre los recortes presupuestarios proyectados y ratifique el rumbo económico.

“La comunidad internacional nos ha dado un fuerte respaldo y gracias a todos por eso. Esto refuerza nuestra convicción en seguir en este camino”, dijo Macri en el discurso que ofreció para cerrar las deliberaciones formales que se realizaron en la Capital Federal.

El Presidente habló escoltado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y por el titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Luis Caputo. Aseguró que en su administración son “optimistas respecto al futuro” de la economía y remarcó que la decisión es “continuar en la senda que hemos fijado”.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, fue la primera en respaldar los esfuerzos de la Casa Rosada para cumplir con las metas ante ese organismo, a cambio de un crédito de hasta 50.000 millones de dólares.

“La economía va a estar mejorando hacia inicios de 2019 y continuando hacia 2020. También vemos que la inflación va a bajar en ese período de tiempo. Y si hoy me preguntan si está funcionando la sociedad que tenemos con el Gobierno y si las autoridades están en el buen camino, mi respuesta inequívocamente es sí”, planteó la francesa el sábado.

Los alentadores augurios de Lagarde tomaron fuerza con el respaldo del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, quien expresó que en la administración del presidente, Donald Trump, están “a favor del préstamo del FMI” al que accedió la Argentina.

“Le dijimos que apoyamos las medidas económicas que implementaron en la Argentina. Sabemos que no ocurren de un día para el otro, pero apoyamos plenamente la política económica”, explicó Mnuchin tras reunirse ayer con Macri.

Sin reparos

Según las conclusiones finales de Macri, de Dujovne y de Caputo, en el G-20 casi no existieron reparos para el plan de ajuste que se aplica en la economía Argentina. El único llamado de atención que se conoció fue el de Lagarde, quien advirtió que la inflación “alcanzó un punto alto” en junio.

En las consultas, no hubo intermediarios. El ministro de Hacienda (responsable de materializar el ajuste) y el titular del Central (cuyo objetivo es dejar atrás la crisis cambiaria y reducir la inflación) sondearon personalmente las opiniones de los referentes económicos del G-20.

“Hubo un gran apoyo internacional y el paquete que se pudo negociar con el Fondo, tanto en el tamaño como en la estructura, tuvo no sólo que ver con la predisposición del Fondo sino también con el apoyo de todos los países miembro”, resaltó Caputo al cierre de la cumbre.

El equipo económico de Macri tomó nota del beneplácito internacional, que a partir de hoy servirá para fortalecer la posición del Gobierno en las negociaciones con los gobernadores y con referentes de la oposición, tendientes a distribuir el ajuste.

Incluso la administración de Cambiemos sumó el compromiso de Lagarde de enviar más asistencia a la Argentina para resguardar la situación social. Esta también será una carta para jugar con los opositores más duros.

La semana pasada, cuando se aceleraron las conversaciones con los gobernadores, desde el Gobierno nacional se buscó disminuir la tensión indicando que el ajuste no se repartía en partes iguales con las provincias (tal como se planteó inicialmente) sino que la Nación se haría cargo de dos tercios.

Según la nueva cuenta, la Casa Rosada afrontará 200 mil millones de pesos y las provincias tendrán que repartirse 100 mil millones de pesos, bajo los criterios de la coparticipación federal. Pero todavía el mayor obstáculo de Macri son los gobernadores peronistas, que condicionan su colaboración con el ajuste a la eliminación de los subsidios a la Capital Federal y a Buenos Aires.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior