Policiales

Dramático lunes negro para los activos argentinos

El mercado les soltó la mano a los activos argentinos tras el duro revés que padeció Mauricio Macri en las elecciones primarias frente al aspirante presidencial del kirchnerismo, Alberto Fernández.

Fue una jornada de históricos desplomes: las acciones de las empresas locales en Wall Street llegaron a perder 58,9%; los bonos cayeron casi 20%; el riesgo país se acercó a los 900 puntos, y el dólar saltó hasta los $ 57,29, pese a los esfuerzos del Banco Central, que llevó las tasas al nivel récord de 74,78% e intervino con ventas directas por primera vez en la era de su titular, Guido Sandleris.

Fue la lapidaria respuesta de los inversores, sobre todo los internacionales, ante un resultado electoral que augura otro viraje en el rumbo económico de la Argentina. Incluso, se reavivaron los temores respecto a otro eventual default.

Esto último quedó en evidencia con el estrepitoso avance de los seguros de riesgo de default, conocidos como CDS (según sus siglas en inglés), que casi duplicaron su valor desde el viernes pasado y finalizaron a 1.895 puntos.

Es que los grandes jugadores del sistema financiero ya comenzaron a calcular sus movimientos y, por ahora, no se muestran dispuestos a darle un voto de confianza al candidato kirchnerista.

Al parecer, los primeros lineamientos sobre política económica no son suficientes para desestimar las dudas asociadas con el retorno al poder de su compañera de fórmula, la senadora y expresidenta Cristina Fernández.

Como si fuera poco, el propio Macri se ocupó ayer de alimentar esas tensiones al advertir que “el problema mayor que tenemos hoy los argentinos es que la alternativa del gobierno, la alternativa kirchnerista, no tiene credibilidad en el mundo”.

El rojo que determinó la jornada en el sistema financiero puso en relieve, además, la dimensión de las dificultades que afronta el oficialismo para tratar de revertir el resultado de las Paso, que arrojaron una diferencia superior a los 15 puntos a favor de los Fernández.

Así, quedó en el olvido la gran apuesta que entusiasmó a todos el viernes previo a las Paso, cuando algunos pronósticos suponían un resultado de mayor paridad.

Con el nuevo escenario, los inversores no dudaron ni un segundo en salir masivamente a buscar refugio para sus posiciones, lo más lejos posible de cualquier activo relacionado con la Argentina.

Esa reacción se convirtió en una verdadera pesadilla para las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street. Esos papeles, conocidos técnicamente como ADR (por sus siglas en inglés) terminaron con un extremo derrape de hasta 58,9%, como fue el caso de los títulos de Edenor.

Nadie quedó a salvo del vendaval en los mercados de referencia: los ADR de Supervielle cayeron 58,7%; los de Loma Negra, 57,2%; los del Grupo Financiero Galicia, 56,1%, y los de Central Puerto, 55,9%, entre otros.

La plaza bursátil local asimiló el trágico destino y el índice Merval, que agrupa los papeles líderes, acumuló un desplome diario del 37,9% (hasta los 27.531 puntos), que no sólo revirtió todas las ganancias que se produjeron en el año, sino que representó la peor caída diaria de su historia.

Las más golpeadas fueron las acciones de los segmentos financiero y energético, como las de Edenor (49,7%), de Transener (49,4%), de Supervielle (47,8%) y de Pampa Energía (44,9%).

En el terreno de la renta fija, los bonos en dólares de la Argentina afrontaron desplomes generalizados de hasta 18,99% (Bonar 2024). Ese golpe se tradujo en una suba de 2% en el riesgo país, que terminó en 877 puntos básicos al finalizar la jornada.

El “shock” del dólar

La disparada del dólar fue tal que la divisa norteamericana se movió momentáneamente por encima de los $ 66 en algunos bancos. Ante esa situación, la autoridad monetaria recurrió a inéditas intervenciones dentro del programa que se puso en marcha con el aval del FMI.

El billete verde acumuló un salto diario de $ 10,75 en el sector minorista, luego de retroceder $ 4,13 desde el pico que marcó en el arranque de la jornada. En las pantallas del Banco Nación finalizó a $ 54,95, con un avance de $ 8,41 respecto al cierre del viernes.

El accionar del Central pareció contener un poco más el frenesí de la demanda en la plaza mayorista. Allí, en el Mercado Abierto Electrónico, el dólar culminó a $ 53, con una ganancia de $ 7,75.

Más allá de las alarmas que generó el cimbronazo en el sistema cambiario, el economista Orlando Ferreres evaluó que el dólar alcanzó ayer “el precio correcto, el que tendría que tener” si se contempla su relación con otras variables, como la inflación.

Tasas, con un nuevo récord

Sandleris decidió ayer sacar a relucir todo el arsenal del BCRA para intervenir en el mercado. No sólo llevó las tasas hasta su máximo de 74,903% anual, sino que, por primera vez en su gestión, salió a vender dólares de contado en el circuito (colocó U$S 100 millones).

“La suba en la tasa de las Leliq (letras de liquidez), las ventas en los mercados de futuros, las ventas por cuenta de Hacienda y las ventas propias del BCRA en el segmento de contado fueron las herramientas utilizadas para detener la fuerte suba del tipo de cambio”, detalló el operador de cambios Gustavo Quintana.

Pero más allá de lo exagerada que haya sido la respuesta a los resultados de las Paso, el resurgimiento de la extrema desconfianza sobre la Argentina supone un impacto directo en la vapuleada marcha de la economía.

El primero, tal vez el más inmediato, será el golpe en la inflación. En tal sentido, Ferreres calculó que el salto en los precios “será por lo menos (el equivalente) a la mitad de lo que aumentó el dólar”.

Fuerte devaluación de la moneda argentina

El Banco Central desplegó todo el arsenal disponible.

$54,95 La disparada del dólar llegó hasta los $ 66 en algunos bancos, por lo cual la autoridad monetaria recurrió a intervenciones inéditas. No sólo llevó las tasas hasta su máximo de 74,903% anual, sino que, por primera vez en la gestión de Guido Sandleris, salió a colocar 100 millones dólares de contado.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior