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La importancia de la Kinesiología en el tratamiento de las cicatrices

Un simple esguince de tobillo, un ligamento que se ha roto parcialmente o se ha distendido sufriendo una lesión. Muchas veces, ante estas situaciones, el paciente no le da importancia, no hace el reposo correcto y en la mayoría de los casos no consulta al Kinesiólogo. Como cualquier otro tejido, el ligamento ha de cicatrizar naturalmente.

Comparemos esto con el típico zurcido de un calcetín. ¿Te imaginas esa costura en un ligamento? Realmente es así. Si esa fibrosis no se trata a tiempo podrá causar molestias a ese nivel y generar además esguinces a repetición.

Las cicatrices visibles se presentan con diversos cambios en la piel que lo diferencian del tejido circundante, en relación al color, grosor, elasticidad, textura y estética en general. Dichos cambios pueden causar alteraciones de carácter motriz, sensitivo y/o emocional.

Ante esto es importante identificar los síntomas que indican que una cicatriz necesita de tratamiento kinésico. La intervención de un Licenciado en kinesiología y fisioterapia puede mejorar, disminuir y/o abolir el dolor, la hipersensibilidad, las disfunciones de color y textura de la piel, las limitaciones funcionales, los complejos estéticos y la aceptaciónn del nuevo esquema corporal del sujeto.

Coloquialmente la gente entiende que una cicatriz es aquella que se produce en una operación como apendicitis o hernias discales, pero cualquier cicatriz es importante como las que son producidas en operaciones estéticas, quemaduras, fracturas de huesos, episiotomias, cesáreas, etc.

El momento ideal para comenzar el tratamiento es a los 7-10 días desde que quiten los puntos o grapas. De esta forma evitaremos que se haga una queloide. Se tratará a nivel externo, la cicatriz como tal y los tejidos subyacentes. Utilizaremos ventosas, ganchos, ultrasonidos, láser y trataremos con un masaje específico para las cicatrices.

No obstante, las cicatrices antiguas que no hayan sido tratadas en su momento serán tenidas en cuenta cuando el paciente asista a consulta con cualquier dolencia y se valorará su posible tratamiento en ese momento ya que nunca es tarde para iniciar la terapia y atenuar los síntomas molestos.

Una secuela que lamentablemente aumenta día a día es la que deja la cirugía de extirpación de mamas por cáncer y en ocasiones las consecuencias del mismo tratamiento, personas sometidas a Radioterapia tienen que luchar con cicatrices retráctiles y de las quemaduras, amputación de uno o ambos senos, como así también la perdida en la función del miembro superior y el linfedema que a futuro puede instalarse.

El tratamiento de las cicatrices es una terapia integral donde el profesional debe poner a disposición del pacientes todas las herramientas que le brinda la profesión para poder aliviar, mejorar y acompañar el proceso por el que atraviesa el paciente.

Instituto Ambar – Mitre 1363 – 03564-15628064

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