Policiales

El atraso de la nafta condiciona la lucha contra la inflación tras las elecciones

Uno de los primeros temas que se deberán resolver luego de las elecciones del domingo será el de los precios de los combustibles líquidos, que fueron congelados hasta el 14 de noviembre por dos decretos de necesidad y urgencia (DNU) presidenciales.

El valor de venta de la nafta y el gasoil se contuvo artificialmente luego de las Paso para evitar una disparada mayor de la inflación. Los decretos pospusieron el traslado a los surtidores de la devaluación, pero el problema está latente y, gane quien gane en los comicios, la estrategia de salida será determinante para la evolución inmediata del índice de precios.

“La decisión será netamente política, ya sea que gane (Mauricio) Macri o (Alberto) Fernández, pero el atraso es grande y debiera haber alguna determinación”, dijo Raúl Castellano, de la Cámara de Empresarios del Combustible.

El cálculo del dirigente es que el desfasaje del precio promedio de los combustibles, neto de impuestos, alcanza ya el 17 por ciento. “Eso es sólo en lo que hace al producto, a esto hay que adicionarle el atraso de los componentes impositivos propios de la nafta y el gasoil, aplicación que ya se venía posponiendo desde antes”, agregó.

Gabriel Bornoroni, titular de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha), dijo que “fue un parche que no puede continuar en el tiempo”. “Lo apoyamos porque iba a ayudar a frenar la inflación, pero debe tener fecha de vencimiento; si tienen la intención de prorrogar la medida en las mismas condiciones actuales, va a ser una catástrofe para las estaciones de servicio”, agregó.

Luego de las primarias, el dólar subió fuerte y ya cotiza arriba de los 62 pesos. Es una devaluación de más del 30 por ciento que debería haber impactado en los surtidores (los precios están liberados desde octubre 2017), pero que se frenó a partir de los DNU del Gobierno.

El congelamiento fue parte de la estrategia oficial para reactivar el consumo luego de la derrota electoral. Fue una de las medidas para ayudar a apuntalar la economía doméstica y contener la inflación, junto con otros anuncios como la suspensión del IVA hasta fin de año para algunos productos de la canasta básica, el bono a los estatales nacionales y el aumento del piso para el pago de Ganancias.

La fecha de vencimiento del decreto es el próximo 14 de noviembre y el actual gobierno deberá decidir si lo prorroga o no.

Las petroleras están presionando (ver Las grandes…), lo mismo que las estaciones, que ven que sus costos suben y los márgenes operativos se acotan. Todo en un escenario recesivo que tumbó la venta.

“Pase lo que pase, si realmente la idea es liberarlo, seguramente se hará gradual, no vemos un escenario en el que aplique todo el retraso junto”, dijo Castellano.

Por lo bajo, algunos en el sector petrolero especulan que Macri, si pierde, podría decidir prolongar un mes más el congelamiento para que al costo político del aumento lo pague el nuevo presidente apenas asuma.

Fuentes vinculadas a las refinerías entienden que no es ese el “estilo” del actual mandatario y que una decisión así no sería compatible con la buena relación que tiene con las petroleras.

Igualmente, todos coinciden en que la decisión se deberá tomar en la primera semana de noviembre, no hay chance de esperar hasta un eventual balotaje, ni hasta el 10 de diciembre.

“El problema es grave para las pymes, que son la mayoría de las estaciones. Con el congelamiento vino el desabastecimiento, llegaron los cupos de las petroleras, siguen subiendo nuestros insumos y ahora se sumó un nuevo acuerdo paritario (del 27 por ciento) que regirá de noviembre a marzo. Hubo congelamiento sólo para nosotros: el plan perfecto para que cerremos”, lamentó Bornoroni.

Impuestos

Los cambios en el sistema tributario de los combustibles que se produjeron a fines de 2017, junto con la liberación del litro a la libre interacción del dólar y del precio del barril, dejaron la carga impositiva en alrededor del 45 por ciento del valor de venta, por lo que una suba del 17 por ciento en los productos impactaría en casi el 10 por ciento en los surtidores.

Después, hay que ver qué hace el Gobierno con el precio de los biocombustibles y con los tributos, tanto a los combustibles líquidos (ICL) como al dióxido de carbono (IDC), que también están atrasados porque se fraccionó la aplicación correspondiente a julio y se suspendió la de septiembre.

Esos impuestos se ajustan de forma trimestral siguiendo el avance de los precios minoristas, que sólo en el bimestre agosto-septiembre ya treparon 11 por ciento.

Además, hay que tener en cuenta la evolución del Brent, el barril que se usa como referencia en la Argentina, que por fortuna se estabilizó por debajo de 60 dólares.

El precio de la nafta estuvo liberado a los valores de mercado desde octubre de 2017, cuando el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, dejó sin efecto el llamado “barril criollo”.

Aquel parámetro, fijado por el gobierno anterior, suponía un precio del crudo diferenciado del internacional que en los años del kirchnerismo oficiaba de estabilizador. Las empresas postergaron inversiones y buena parte de la diferencia se cubría con subsidios.

Si gana, Alberto Fernández ya dijo que “los combustibles no van a estar dolarizados”, por lo que se especula que podría decidir una estrategia similar.

Las grandes petroleras fueron a la Justicia

Reclaman que se descongelen el crudo y los derivados.

YPF, Shell, Pan American Energy, Raizen, Total y otras grandes jugadoras del sector petrolífero se sumaron a las provincias (Neuquén y Río Negro) y a petroleras chicas con un amparo en la Justicia Federal neuquina. Agrupadas en la Cámara Argentina de la Energía (Cade), reclaman la inconstitucionalidad de los dos decretos de necesidad y urgencia que dispusieron topes a los valores de venta del petróleo crudo y de sus derivados. En la presentación judicial solicitan que se declare la “inconstitucionalidad” de los decretos 566 y 601 de 2019.

La Cade argumenta que esas medidas “afectan en forma directa el normal desarrollo del mercado de hidrocarburos y combustibles” en la Argentina.

Fuente: La Voz del Interior.La Voz del Interior