Policiales

Ahora, crece la presión sobre los gobernadores para que se definan

El triunfo del peronista Omar Perotti en Santa Fe el domingo sacudió el escenario electoral: su batacazo y su rápida definición sobre las presidenciales podría meterle presión ahora al resto de los gobernadores en momentos en los que la Casa Rosada también intentará seducirlos.

Si bien los resultados provinciales no deberían nacionalizarse de forma lineal, aportan a la creación de un clima político. En concreto: el peronismo triunfó en diez gobernaciones, en tres hubo victorias de partidos provinciales y el oficialismo nacional ganó en una: Jujuy.

Hay tantas lecturas como intencionalidad políticas para interpretar los datos. No obstante, hay una señal que genera inquietud en la Casa Rosada: el 90 por ciento de los candidatos propios escondieron la marca Cambiemos y la imagen de Mauricio Macri porque, admiten, los tiraba para abajo.

En el corazón de Juntos por el Cambio, el frente oficialista con Macri y Miguel Pichetto a la cabeza, venían haciendo una lectura: los oficialismos ganaron en las provincias porque los gobernadores tuvieron mayores recursos para gestionar por la mejora en la distribución nacional de fondos.

Esa lectura se rompió con las victorias de Omar Perotti, en Santa Fe, y de Gustavo Melella, en Tierra del Fuego. Ambos mandatarios ahora apoyarán a la fórmula integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en las presidenciales.

Sobre Perotti había dudas. Se presumía que podía promover la boleta corta, al igual que el cordobés Juan Schiaretti o que el gobernador electo de Misiones, Oscar Herrera Ahuad. Pero en sus festejos del domingo cantó eufórico “Vamos a volver”, el jingle del kirchnerismo.

Enseguida lo saludó Alberto Fernández por redes sociales. Y el ministro del interior, Rogelio Frigerio, se mostró confiado: “Vamos a trabajar codo a codo desde la Nación para que todas las familias santafesinas vivan mejor”, dijo. Para eso, Macri debe ganar primero su contienda.

La denominada “tercera vía” sigue intentando elevar la voz para atrapar votos de desencantados de uno y de otro extremo de la grieta. Roberto Lavagna y su compañero de fórmula Juan Manuel Urtubey brindaron ayer una conferencia de prensa en Salta.

El salteño saludó a todos los peronistas que ganaron el domingo. Y consideró que “la profunda crisis de valores que se vive en la Argentina se profundiza cuando los dirigentes políticos tienen la inestabilidad que se demuestra últimamente”.

En ese sentido, cuestionó a sus excompañeros de Alternativa Federal –Pichetto y Sergio Massa, que volvió al kirchnerismo– y los responsabilizó por romper la alianza que tenían con él.

“Se trata de ser coherente y de construir desde afuera de la lógica de poder. En el país hay dos polos que atraen. Pero la salida está por afuera de los dos”, dijo Urtubey al enviarles un mensaje a sus pares provinciales para que apoyaran su fórmula con Lavagna.

Teorías

Ni bien estalló la teoría de las victorias oficialistas, ayer en la Casa Rosada ensayaron otra que no deja de tener cierta lógica. Un funcionario le dijo a este diario: “Nadie puede pensar que los Fernández van a obtener en la provincia de Córdoba el 57 por ciento de Schiaretti”. El macrismo se muestra tranquilo.

La misma fuente oficial señaló que en 2015 Cambiemos triunfó en cuatro gobernaciones de las 22 que estaban en juego. Y en el balotaje Macri perdió en 15 distritos, pero se impuso en los nueve necesarios acceder a la presidencia, incluso a pesar de la derrota frente a Daniel Scioli por 2,3 puntos porcentuales en la gigantesca provincia de Buenos Aires.

Frigerio y Pichetto tendrán la misión de, hasta las Paso, hablar con los gobernadores con los que el senador peronista tiene buena sintonía. Y Perotti es uno. No habrá pedido de apoyo expreso, pero sí de que no jueguen abiertamente para el Frente de Todos.

Alejandra Rodenas (vice electa de Perotti) aclaró que “no hay ninguna posibilidad” de que su espacio se aleje del Frente de Todos. “Lo descarto completamente porque nosotros somos parte del PJ y no podríamos traicionar la voluntad de nuestros electores”, dijo.

Más enfático fue el intendente de Río Grande y gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. Avisó que si bien en su provincia hubo “una elección bien local”, él pertenece al kirchnerismo y hará “campaña por la fórmula Fernández-Fernández”.

Factor “Pichetto”

El analista político Rosendo Fraga dijo ayer que los resultados en Santa Fe, en Tierra del Fuego, en Formosa y en San Luis “favorecen” al kirchnerismo a nivel nacional. Según analizó, el resultado más relevante es el de Santa Fe, ya que representa el ocho por ciento del padrón nacional y es la tercera provincia en la que Cambiemos perdió la intendencia de la capital, puesto que Santa Fe pasará a estar administrada por Emilio Jaton, del Frente Progresista. Esta fuerza continuará gestionando Rosario, con Pablo Javkin.

Retroceso. No obstante, Fraga opinó que más allá del “los retrocesos” del macrismo hay que mirar la película electoral con prudencia, dado que la incorporación de Pichetto puede modificar tanto la campaña como la percepción del elector sobre el Gobierno.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior