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Con 0,15% del presupuesto de Salud se harían 8 mil abortos

Gobiernos provinciales y obras sociales sindicales expresaron, en el marco del debate por la legalización del aborto, preocupación por el impacto presupuestario que tendría sacar de la clandestinidad esta práctica y llevarla al escenario de la salud pública. Las estadísticas y las autoridades sanitarias de la provincia de Santa Fe, similar por múltiples factores a la de Córdoba y donde el aborto está despenalizado, sostienen que, además de la “cuestión humanitaria”, la práctica no tiene relevancia en el gasto de salud.

Desde el año 2006 se registraron en hospitales públicos santafesinos 2.308 abortos. En 2014, fueron 1.934 casos. En el año 2017, en un número preliminar, las autoridades registran 1.481 casos. “Seguramente no son todos, pero sí la mayoría. Se trata de aquellas prácticas que por su complejidad requieren alguna internación. Más del 80 por ciento de los abortos que se realizan en el sistema público de Santa Fe se hacen en consultorios del primer nivel de atención, utilizando misoprostol”. Quien habla es Oraldo Llanos, responsable de las políticas de Salud Sexual y Reproductiva de la provincia vecina.

En los hechos, el aborto está despenalizado en Santa Fe, donde a las mujeres no se les exige denuncia por violación a la hora solicitar un tratamiento para interrumpir voluntariamente el embarazo.

Daniel Teppaz, director de Salud Sexual de Rosario, dice que el uso de misoprostol en los 100 dispensarios implicó la reducción del 57 por ciento en las internaciones de mujeres por interrupción de embarazos en hospitales de esa ciudad. En 2016 se registraron 430 abortos no medicamentosos. En 47 de esos procedimientos (con los causales previstos en el Código Penal) la edad gestacional era mayor a las 12 semanas. “En el primer trimestre de este año, el 80 por ciento de los abortos se hicieron de manera ambulatoria, con utilización de fármacos”, dice Teppaz.

Cómo se utiliza el misoprostol en Santa Fe

En el año 2006, el 34 por ciento de los abortos que se diagnosticaron en Santa Fe fueron en hospitales rosarinos. En 2014, ese porcentaje bajó al 25 por ciento, según las estadísticas oficiales.

Santa Fe se prepara a dar otro salto: la fabricación del misoprostol en el Laboratorio Industrial Farmacéutico, de gestión estatal. Oraldo Llanos cree que en los próximos meses estarán concluidas las pruebas del primer lote producido, y podrá comenzar a distribuirse en la red de atención primaria de la salud .

La elaboración estimada es de 100 mil pastillas, lo que implica un promedio de 8.330 interrupciones (cada tratamiento necesita 12 comprimidos). El costo actual de cada pastilla en el mercado es de 206,25 pesos, por lo que un aborto farmacológico tiene un costo de 2.475 pesos. Si se proyecta esa cifra a los 8.830 abortos farmacológicos estimados, totaliza unos 20,6 millones de pesos. Traspolar ese número al presupuesto de Salud de la Provincia de Córdoba representaría un 0,15 por ciento de los 13.247 millones previstos para este año.

Pero Oraldo Llanos sostiene que, una vez que la producción estatal de la monodroga misoprostol esté disponible, ese costo se reducirá un 75 por ciento. “Las primeras estimaciones indican que el costo final representará entre el 21 y el 28 por ciento de lo que actualmente invertimos en comprar en el mercado”, dice. Así, el valor del tratamiento descendería a 619,60 pesos por cada interrupción de embarazo voluntaria y ambulatoria. Llevar ese costo al presupuesto de salud cordobés representaría 0,04 por ciento.

Al mismo tiempo que la práctica de aborto no punible se institucionalizó en Santa Fe, se abrió un registro de objetores de la práctica que incluye médicas, médicos y profesionales de enfermería. Estos prefieren no participar directamente de los tratamientos de interrupción voluntaria de embarazos. Ese registro público fluctúa entre los 750 y 800 profesionales.

Santa Fe, con dos polos para la salud pública

Como Córdoba, la población se concentra en dos ciudades.

Como ocurre en Córdoba, Santa Fe tiene dos grandes polos urbanos: Rosario (1,2 millones de habitantes) y la ciudad de Santa Fe y su área metropolitana (525 mil habitantes). Allí se concentran el 57 por ciento de los casos de abortos no punibles. En el caso de Rosario, la mayoría de las mujeres que interrumpen sus embarazos de manera voluntaria no completaron el nivel secundario, un 25 por ciento tiene obra social y la edad promedio es entre 25 y 30 años, describe el director de Salud Sexual de Rosario, Daniel Teppaz. «En los últimos años hay una reducción notaria de los abortos y de las secuelas físicas en las mujeres», dice Teppaz , al evaluar la política sanitaria de salud sexual rosarina.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior